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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Papas Expulsados de Roma

De Enciclopedia Católica

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El primer Papa arrojado de Roma fue el mismo san Pedro, siete años después de que estableciera allí la Santa Sede. Después el Emperador Trajano arrojó al Papa san Clemente. El Emperador Galo desterró al Papa Cornelio. El Emperador Constancio confinó a Tracia al Papa Liberio. Teodorico redujo a prisión, en Rávena, al Papa Juan I. Justiniano desterró al [[Papa Silverio y al Papa Virgilio, y Constante confinó a Crimea al Papa Martino I. Por persecuciones interiores abandonó Roma el Papa León III, y un rey de Italia obligó al Papa Juan VIII a buscar refugio en Francia.

Otón I arrojó de Roma al Papa Juan XII y confinó a hórrido clima al Papa Benedicto V. Benedicto VIII fue expulsado de Roma Benedicto VIII, y los revolucionarios despidieron al Papa Juan XIII y al Papa XV y al Papa Gregorio V.

Dos veces fue arrojado de Roma el Papa Benedicto IX; la misma suerte cupo a Gregorio IV y a Alejandro II y por haber amado la justicia, murió en el destierro san Gregorio VII

Inicuos bandoleros alejaron de Roma al Papa Inocencio II y la insurrección expulsó al Papa Eugenio III y al Papa Adriano IV. Varias veces fue desterrado el Papa Alejandro III, y al destierro partieron el Papa Lucio III, el Papa Gregorio IX, el Papa Inocencio IV, el Papa Urbano IV, el Papa Bonifacio XI y el Papa Inocencio VII.

Un ejército enemigo que a se acercaba a Roma, obligó a huir al Papa Juan XXII, y también tuvieron que huir el Papa Eugenio IV y el Papa Clemente VII. Después Dios concedió larga paz a los Papas hasta el siglo XIX. El Papa Pío VI, el Papa Pío VII y Papa Pío IXexpulsados de Roma.

Sumando todos los nombres de estos Papas y teniendo en cuenta los que han sido expulsados más de una vez, se obtiene exactamente la suma de cuarenta y seis expulsiones, a las que se debe añadir los Papas mártires.

Así es que de doscientos sesenta y tres Papas que se cuentan, encontramos ochenta y dos, o mártires o prisioneros o desterrados. Por eso con razón el Papa Pío IX dictaba en 1857 en Florencia esta elocuentísima inscripción:

SUPER FIRMAN PETRAM; PETRA CHRISTUS EST

Desde el día que san Pedro tomó posesión de Roma hasta estos tiempos ¡Cuántos imperios han caído, cuántos reinos han desaparecido, cuántas dinastías se han extinguido! Y entre tanto el Papa está siempre en Roma: arrojado, vuelve; despojado, reconquista sus dominios; muerto renace más vigoroso que antes.

No hay razón humana que explique esta larga duración de la dinastía de los Pontífices; por el contrario, todo, aquí abajo podía temer su caída. Y no obstante, subsiste siempre y siempre subsistirá, a pesar del poder de los que la sitien y de la aparente debilidad de los sitiados.

Transcrito por José Gálvez Krüger para la Enciclopedia Católica Tomado de “El amigo del clero” Lima, 1899, Imprenta y Librería de San Pedro, Tomo VIII, Página 110-111