San Teodoto de Ancira
De Enciclopedia Católica
Mártir. El 18 de mayo el Martirologio Romano dice: “En Ancira, Galacia, el mártir San Teodoto y las santas vírgenes Tecusa, su tía Alejandra, Claudia, Faina, Eufrasia, Matrona y Julita”, etc. Aparecen mencionadas en todos los menologios, y Teodoto tiene una fiesta especial el 7 de junio ( Nilles, “Kal. Man.”, I, 162, y II, 583). El patrón de los posaderos. Sus emblemas son la antorcha y la espada. De acuerdo a las Actas (Acta SS., May, IV, 147) Teodoto era un hombre casado que tenía una posada en Ancira, la capital de Galacia. Es descrito como un hombre muy celoso en el cumplimiento de sus deberes cristianos, dotado con muchas virtudes, especialmente la caridad hacia sus vecinos. Traía los pecadores al arrepentimiento y fortaleció a muchos en su fe durante la persecución que realizó Teocteno, el gobernador de la provincia, en el año 303, de acuerdo con el edicto de Diocleciano. Se menciona el nombre de un tal Víctor como uno que se debilitó en su profesión del cristianismo y recibió mucho aliento de parte de Teodoto.
El gobernador ordenó que todas las provisiones expuestas para la venta fuesen primero ofrecidas a los ídolos. Teodoto almacenó bienes abundantes y su casa se convirtió en un refugio para los cristianos, un hospital para los enfermos, y un lugar para el culto divino. En Malos, a unos cinco kilómetros de Ancira, buscó el cuerpo del mártir, Valente, y le dio cristiana sepultura. Al volver a Ancira encontró a los cristianos en grandes problemas. Las siete vírgenes mencionadas anteriormente había sido llamadas ante los jueces e hicieron una valiente profesión de su fe; fueron enviadas a una casa de libertinaje, pero conservaron su pureza. Luego fueron obligadas a sufrir crueles tormentos y fueron lanzadas al mar con piedras amarradas a sus cuerpos. Teodoto logró rescatar los cuerpos y enterrarlos dignamente, por lo cual fue arrestado, y después de muchos sufrimientos, fue asesinado con espada; su cuerpo fue llevado milagrosamente a Malos y allí fue sepultado por el sacerdote Frontón.
Se construyó una capilla sobre la tumba, y se le tuvo al santo una gran veneración. La leyenda es contada por Nilo quien afirma haber sido testigo ocular de gran parte de lo que describe. Ruinart (pág. 372) la coloca entre sus "Acta sincera et selecta". Pio Franchi produjo una edición crítica de las Actas en "Studi e Testi" (Rome, 1901). Las consideró fidedignas, pero luego cambió de opinión. Delehaye (Anal. Boll., XXII, 320, y XXIII, 478) dice: "El núcleo de la leyenda es una historia narrada por Herodoto, mientras que la existencia del héroe de la narración no está avalada por ningún documento histórico".
Bibliografía: BUTLER, Lives of the Saints; Dict. of Christ. Biog., IV, 580; Röm. Quartalschrift, XVIII, 289; DerKatholik (1895), 569; LECLERCQ, Les Martyrs, II, VIII (París, 1903); CHEVALIER, Bio-Bibl., II, 4429.
Fuente: Mershman, Francis. "St. Theodotus of Ancyra." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/14579a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.