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Miércoles, 30 de octubre de 2024

Papa San Marcelo I

De Enciclopedia Católica

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Se desconoce su fecha de nacimiento; fue elegido Papa en mayo o junio de 308; murió en 309. Durante algún tiempo después de la muerte del Papa San Marcelino en 304, la persecución de Diocleciano continuó con la misma severidad. Tras la abdicación de Diocleciano en 305, y la accesión de Marco Aurelio Maxentio al trono de los césares en Roma en octubre del año siguiente, los cristianos de la capital disfrutaron de una relativa paz. No obstante, pasaron casi dos años hasta que se eligió un nuevo Obispo de Roma. De acuerdo al "Catálogo Liberiano", el Papa Marcelo comenzó su labor en el 308. "Fuit temporibus Maxenti a cons. X et Maximiano usque post consulatum X et septimum" ("Liber Pontif.", ed. Duchesne, I, 6-7). Esta nota abreviada debe leerse: "A cons. Maximiano Herculio X et Maximiano Galerio VII [308] usque post cons. Maxim. Herc. X et Maxim. Galer. VII [309]" (cf. De Rossi, "Inscriptiones christ. urbis Romæ", I, 30). En Roma, Marcelo encontró a la Iglesia en la mayor de las confusiones. Los lugares de reunión y algunos cementerios cristianos habían sido confiscados, y la vida ordinaria y la actividad de la Iglesia se había interrumpido. Adicionalmente, había disensiones dentro de la Iglesia misma a causa del gran número de los miembros más débiles que habían apostatado (lapsi) durante el largo periodo de persecución; y, más tarde, siguiendo como líder a un apóstata, demandaban violentamente su readmisión a la comunión sin hacer penitencia.

De acuerdo al "Liber Pontificalis", Marcelo dividió la administración territorial de la Iglesia en veinticinco distritos (tituli), designando para cada uno de ellos un presbítero que cuidara de la preparación de los catecúmenos para el bautismo y dirigiera el cumplimiento de los actos de penitencia pública. El presbítero también fue hecho responsable del entierro de los muertos y de las celebraciones conmemorativas de la muerte de los mártires. El Papa también hizo construir un nuevo cementerio, el Cœmeterium Novellœ en la Via Salaria (enfrente de la Catacumba de Santa Priscila). El "Liber Pontificalis" (ed. Duchesne, I, 164) dice: "Hic fecit cymiterium Novellae via Salaria et XXV titulos in urbe Roma constituit quasi diœcesis propter baptismum et pœnitentiam multorum qui convertebantur ex paganis et propter sepulturas martyrum". Al principio del siglo VII había probablemente veinticinco iglesias titulares en Roma; incluso dando por sentado que, quizás, el compilador del "Liber Pontificalis" refiriera este número a la época de Marcelo, existe una clara tradición histórica en apoyo de esta declaración acerca de que la administración eclesial en Roma fue reorganizada por este Papa después de la gran persecución.

No obstante, el trabajo del Papa fue interrumpido rápidamente por las controversias a que dio lugar la cuestión de readmisión de los lapsi en la Iglesia. Podemos obtener alguna luz sobre este asunto del tributo poético compuesto por el Papa San Dámaso I en memoria de su predecesor, el cual colocó sobre su tumba (De Rossi, "Inscr. christ. urbis Romæ", II, 62, 103, 138; cf. Idem, "Roma sotterranea", II, 204-5). Dámaso cuenta que el líder de la Iglesia Romana, amante de la verdad, era visto por los lapsi como un enemigo malvado porque aquél insistía en que ellos debían realizar la penitencia mandada para su culpa. Como resultado surgieron varios conflictos, algunos de los cuales terminaron en derramamiento de sangre, y se rompieron todos los compromisos de paz. A la cabeza de esta banda de infieles y rebeldes estaba un apóstata que había renegado de la fe incluso antes del comienzo de la persecución. El tiránico Maxentio mandó a prender al Papa y lo envió al exilio. Esto sucedió a fines de 308 o principio de 309, de acuerdo a los pasajes antes citados del "Catálogo Liberiano", que establece la duración del pontificado como no mayor de un año, seis (o siete) meses y veinte días. Marcelo murió poco después de abandonar Roma, y fue venerado como santo. Su fiesta era el 16 de enero, según el "Depositio episcoporum" de la "Cronografía" de 354 y todas las otras autoridades romanas. Sin embargo, no se conoce si ésta es la fecha de su muerte o la del entierro de sus restos mortales, una vez que fueron traídos desde el lugar desconocido al que fue exiliado. Fue enterrado en la catacumba de Santa Priscila, donde su tumba se menciona en los itinerarios de las tumbas de los mártires romanos como localizada en la basílica de San Silvestre. (De Rossi, "Roma sotterranea", I, 176)

Un "Passio Marcelli" del siglo V, que está incluido en el legendario relato del martirio de San Ciriaco (cf. Acta Sanct., Jan., II, 369) y es seguido por el "Liber Pontificalis", da una versión diferente del final de Marcelo. De acuerdo a esta versión, Maxentio, enfurecido por la reorganización de la Iglesia, exigió al Papa que renunciara a su dignidad episcopal e hiciera una ofrenda a los dioses. A la vista de su negativa, fue condenado a trabajar como esclavo en una estación de la carretera pública (catabulum). Al cabo de nueve meses fue liberado por el clero; pero debido a una matrona de nombre Lucina, habiendo hecho que su casa en la Via Lata fuera consagrada por él como "titulus Marcelli", él fue condenado de nuevo al trabajo de atender a los caballos que llegaban a la estación; y murió finalmente realizando esta humilde labor. Todo esto es probablemente una leyenda y únicamente la referencia a la restauración de la actividad eclesial por Marcelo tiene base histórica. La tradición relatada en los versos de Dámaso parecen tener mucha más credibilidad. La fiesta de San Marcelo, cuyo nombre al día de hoy es llevado por la iglesia en Roma que se menciona en la leyenda, se continúa celebrando el 16 de enero. Falta por mencionar la visión particular de Mommsen, según la cual Marcelo no era en realidad obispo, sino un simple presbítero de Roma a quien se encargó la administración eclesiástica durante la última parte del periodo en el cual la Silla Papal estuvo vacante. De acuerdo con esto, el 16 de enero era en realidad la fecha de la muerte del Papa San Marcelino, siendo el siguiente ocupante del cargo el Papa San Eusebio (Neues Archiv, 1896, XXI, 350-3). No obstante, esta hipótesis no ha encontrado apoyo alguno.


Bibliografía: Liber Pontif., ed. DUCHESNE, I, 164-6; cf. Introduction, xcix-c; Acta SS., Jan., II, 369; LANGEN, Gesch. der röm. Kirche, I, 379 sqq.; ALLARD, Hist. des persécutions, V, 122-4; DUCHESNE, Hist. ancienne de l'Eglise, II, 95-7.

Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Marcellus I." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/09640b.htm>.

Traducido por Rafael Nevado. Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina.