Túnica
De Enciclopedia Católica
HISTORIA
De acuerdo con una carta del Papa San Gregorio I Magno al obispo Juan de Siracusa, la túnica subdiaconal fue, durante un tiempo, una costumbre en Roma tan temprano como en el siglo VI. Sin embargo, Gregorio la suprimió y regresó al uso anterior. Por lo tanto, de ahí en adelante el subdiácono romano utilizó de nuevo la planeta (casulla) como vestimenta exterior hasta que en el siglo IX volvió a usarse entre ellos la túnica como vestimenta exterior. Ya para el siglo VI en España se usaba una túnica subdiaconal que, según el noveno canon del Sínodo de Braga, era apenas escasamente distinguible de la túnica diaconal, la llamada alba. No se tiene información de que se haya conservado una túnica usada por subdiáconos antes de la era carolingia en Galia, sin embargo, tal vestimenta estaba, sin duda, en uso en Francia como en España. Hay cierta prueba que atestiguaría su uso en el reino franco a principios del siglo IX, tanto a partir del testimonio de Amalario de Metz como de varios inventarios. Cerca de finales del año 1000 la túnica era usada tan universalmente por subdiáconos como una vestimenta litúrgica exterior que fue llamada brevemente Vestis subdiaconalis o subdiaconale. Ya en el primer Ordo romano la túnica se encuentra como una de las vestiduras pontificias papales bajo el nombre de “dalmatica minor”, “dalmatica linea”. Los diáconos romanos también la usaban debajo de la dalmática, mientras que sólo la túnica, y no la dalmática, era parte de la vestimenta litúrgica de los cardenales presbíteros y obispos romanos hebdomadarios. Fuera de Roma también las vestiduras pontificias con frecuencia incluían sólo la túnica, no túnica y dalmática juntas, o, como fue el caso más frecuente, la dalmática sin la túnica. No fue sino hasta el siglo XII que se generalizó que el obispo usara ambas vestimentas al mismo tiempo, es decir, la túnica y la dalmática.
Muy raramente se menciona la concesión a los abades del privilegio de llevar la túnica y la dalmática, y aun así no fue hasta la segunda mitad del siglo XII. Antes de esta época los abades nunca recibieron más que el privilegio de usar la dalmática. Los acólitos en Roma usaron la túnica ya para el siglo IX; en el siglo X en algunos lugares del reino de los francos probablemente ya era costumbre que los acólitos vistiesen la túnica; ésta fue usada por los acólitos en Farfa hacia el final del siglo X. En la Baja Edad Media fue una costumbre muy extendida el que los acólitos usasen la túnica. En la época medieval la túnica era llamada por varios nombres. Además de tunica, también llevaba el nombre de tunicella; dalmatica minor; dalmatica linea, o simplemente linea; tunica stricta, o simplemente stricta; subdiaconale; roccus; alba; y, sobre todo en Alemania, subtile.
En cuanto a la forma original de la vestimenta, al principio era una túnica en forma de bata con mangas estrechas y sin las tiras ornamentales verticales (clavi). El material del que se hacía era lino para ocasiones ordinarias, pero tan temprano como el siglo IX, ya los inventarios mencionan las túnicas de seda. El desarrollo que ha experimentado la vestimenta desde la época carolingia hasta la actualidad ha sido en todos los puntos similar al de la dalmática; durante el curso de este desarrollo la distinción entre la dalmática y la túnica disminuyó de manera constante. La seda se convirtió gradualmente en el material del que se hacía regularmente la túnica; se hizo más corta continuamente, y se le hicieron cortes a los lados que, a finales de la Edad Media, fueron de la longitud del lado entero hasta la manga. Por último, fuera de Italia, las mangas también fueron hendidas, al igual que en la dalmática, que, ya a finales de la Edad Media, era difícilmente distinguible de la túnica, sobre todo porque en el ínterin la clavi roja de la dalmática había sido sustituida por otra forma de ornamentación, que también se adoptó para la túnica. Cuando en el curso del siglo XII se desarrolló un canon que consideraba los colores litúrgicos, el canon fue naturalmente autoritativo para la túnica, así como para la casulla y la dalmática.
En la Edad Media el uso de la túnica en la Misa correspondía en todo al de la dalmática, en consecuencia, la discusión de él aquí es innecesaria. La ceremonia en la que el obispo, después de la ordenación, coloca la túnica en el recién ordenado subdiácono, tuvo su origen en el siglo XI, pero incluso en el siglo XIII sólo era habitual en casos aislados. No fue sino hasta los siglos XIV y XV que el uso fue universalmente adoptado en el rito de ordenación de los subdiáconos. En cuanto al origen de la túnica subdiaconal, fue, sin duda, una copia de la dalmática, en la que se omitió el recorte vertical de la dalmática, y las mangas se hicieron más estrechas.
La túnica (stichaphion) que usa el subdiácono en los ritos orientales no corresponde con la túnica subdiaconal de Europa Occidental, que desde el principio tuvo el carácter fijo de una túnica exterior, pero se parecía al alba, a pesar de que, según la costumbre actual (1912), ya no es exclusivamente blanco, sino a menudo de color.
Bibliografía: BOCK, Gesch. Der liturg. Gewänder, II (Bonn, 1866); ROHAULT DE FLEURY, La messe, VII (París, 1888); BRAUN, Die liturgische Gewandung im Occident und Orient (Friburgo, 1907).
Fuente: Braun, Joseph. "Tunic." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15, p. 87-88. New York: Robert Appleton Company, 1912. 3 Nov. 2015 <http://www.newadvent.org/cathen/15087a.htm>.
Traducido por Giovanni E. Reyes. lhm