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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Quedar

De Enciclopedia Católica

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(Hebreo Qedar; Griego, Kedar)

Nombre del segundo hijo de Ismael (Gén. 25,13; 1 Crón. 1,29), también de una tribu árabe descendiente de él, y del territorio ocupado por ella. Esta tribu se menciona repetidamente en la Biblia y en las inscripciones asirias; en estas últimos el pueblo se llama Qidrai y el país Qidri. Los quedarenos son representados como un pueblo nómada que difiere poco de los modernos árabes residentes del desierto. Vivían en tiendas de campaña, llamadas negras porque, sin duda, como las de los beduinos, eran tejidas con pelos de cabra y de camello (Jer. 49,29; Cant. 1,4-(heb.)5), se reunían en hacerim o campamentos protegidos sólo por un vallado tosco como los aduares de las tribus del norte de África (Is. 42,11, Heb.). Poseían muchos camellos y muchas otras categorías de ganado, con los que realizaban el trueque con Tiro (Jer. 49,29; Ez. 27,21); eran un pueblo inquieto, guerreros y arqueros diestros (Sal. 120(119),5; Is. 21,17).

Estas referencias frecuentes así como el uso de Quedar para llamar a Arabia y a los árabes en general (Cant. 1,5; Sal. 119,5) muestran que antes de ser aniquilados por el poder asirio los quedarenos eran un pueblo de considerable importancia. En las inscripciones asirias se les asocia con ciertos reyes de los árabes (Aribi). Del hecho que a Hazael, uno de ellos, se le llame el rey de Quedar en el cilindro B de Asurbanipal, se ha sacado la conclusión de que estos reyes eran quedarenos, y que hacia mediados del siglo VII a.C. Quedar mantenía la hegemonía entre las tribus del desierto siro-árabe ---los árabes de la Biblia y de las inscripciones. Sin embargo, como un tal Ammuladi es llamado rey de Quedar, mientras que su contemporáneo Ya'uta’ 'o Uaite’ es llamado rey de los árabes, es probable que los quedarenos no fuesen más que aliados de esos reyes. La profecía de Isaías, "Al cabo de un año… se habrá consumido toda la gloria de Quedar" (31,16), probablemente se refiere a una expedición de Senaquerib contra Hazael, cuando el conquistador de Nínive se llevó los dioses de este último. Sin embargo, Quedar posiblemente puede ser como un sinónimo de los árabes, en cuyo caso la profecía puede referirse a un severo castigo infligido por Sargón a algunas tribus árabes.

Sea como fuese, los quedarenos se enfrentaron a desastrosos reveses a manos de Asurbanipal. Cuando Samas-sum-ukin se rebeló contra su hermano, Ya'uta 'o Uaite', el hijo de Hazael, se alió con él y envió una fuerza en su ayuda bajo el mandato de los generales quedarenos Abiyate’ y Aimu, mientras que él y Ammuladi, rey de Quedar, invadieron y saquearon a Siria. Después de la toma de Babilonia y la muerte de Samas-sum-ukin, Asurbanipal dirigió su atención a los árabes. Uaite’ y Ammuladi fueron derrotados en una serie de combates. Uaite’ huyó y se refugió entre los nabateos, pero fue entregado a los asirios; Ammuladi fue capturado en Moab. Ambos fueron llevados a Nínive y encadenados con barriletes cerca de la puerta principal. Para ocupar el puesto de Uaite’, Asurbanipal nombró a Abiyate’, que había dirigido el contingente árabe enviado a ayudar a Samas-sum-ukin, pero que, después de ser derrotado, se había rendido y obtenido el perdón. Abiyate’, sin embargo, en conjunto con otro Uaite', a favor de quien él renunció, pronto organizó una nueva revuelta, a la que se unieron también los nabateos. Asurbanipal, se apresuró a la escena de la rebelión por el camino más directo y difícil a través del desierto de Siria, y aplastó y casi aniquiló a las tribus rebeldes. Llevó con él a Nínive una multitud de prisioneros, entre ellos Abiyate’, Aimu y Uaite', y un inmenso número de camellos, bueyes y otro ganado.

Los quedarenos sufrieron más reveses bajo el gobierno de Nabucodonosor (Jer. 49,28). Ellos nunca se recuperaron completamente de esos fuertes golpes y en adelante la historia no dice nada respecto a ellos, aunque su nombre es mencionado hasta el siglo V d.C. Si bien no hay duda de que los quedarenos habitaron en el desierto siro-árabe, conocido por los antiguos como Arabia Deserta, hay alguna diversidad de opinión sobre su localización exacta. Dado que tanto en la Biblia como en las inscripciones de Asurbanipal se les menciona en relación con los nabateos ( Heb., Nebaioth; Asir., Nabaite), muy probablemente eran vecinos de éstos. Plinio, de hecho, afirma (Hist. Nat., V, 12) que el quedrei, que sin duda son los quedarenos, eran vecinos de los nabateos. Ahora bien, antes del período persa los nabateos se habían asentado al sureste de Idumea, en el límite norte del Hidjaz, con Egra como su capital.

Por tanto, podemos concluir que los quedarenos estaban localizados en la parte suroeste del desierto de Arabia, o de la moderna Hamad, que se extiende tal vez hasta Arabia propiamente dicha. Así debieron haber estado lo suficientemente lejanos como para que una residencia entre ellos expresara la idea de un exilio distante (Sal. 120(119),5) y suficientemente cercanos para ser bien conocidos por los hebreos. Teodoreto menciona (Patr. Lat., LXXX, 1878) que en su tiempo (siglo V d.C.) vivían cerca de Babilonia. La religión de los quedarenos, como la de todos los árabes preislámicos, fue el sabianismo, o culto a los cuerpos celestes. Su divinidad principal era Atarsamaim, es decir, "Atar [Athar-Astarté] de los cielos". En Judit 1,8, en lugar de "Quedar" probablemente debe leer "Galaad" como en la Versión de los Setenta.


Bibliografía: SMITH, Hist. Of Assurbanipal (Londres, 1871); 256 ss., 283 ss.; cuneif. Inscript. Of West Asia, III, pl. 24 -28; Records of the Past (ser. I), I, 93 ss., III, 115; VIGOUROUX, La Bible et les découv. Mod. (París, 1889), IV, 293 sq.; DELITZSCH, Wo lag das Paraies, 296 ss., GLASER, Sizze der Gesch. Arabiens (Berlín, 1901); II, 267 ss.; MARGOLIOUTH en HAST., Dict. Bib., II, 832; HALEVY en Dict. De la Bible, I, 862; LEGENDRE, IBID., II, 357.

Fuente: Bechtel, Florentine. "Cedar." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/cathen/03474a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina.