Ayuno Negro
De Enciclopedia Católica
Ayuno Negro: Esta forma de ayuno, la más rigurosa en la historia de la legislación eclesiástica, estuvo marcada por la austeridad en cuanto a la cantidad y calidad de los alimentos permitidos en los días de ayuno, así como al momento en que dichos alimentos podían ingerirse legítimamente.
En primer lugar, estaba estrictamente prohibido más de una comida. En esta comida se prohibía la carne, los huevos, la mantequilla, el queso y la leche (Gregorio I, Decretales IV, cap. VI; Concilio in Trullo, Canon 56). Además de estas restricciones, se ordenaba la abstinencia del vino, especialmente durante la Cuaresma (Thomassin, Traité des jeûnes de l'Église, II, VII). Además, durante la Semana Santa la comida consistía en pan, sal, hierbas y agua (Laymann, Theologia Moralis, Tr. VIII; De observacióne jejuniorum, I). Finalmente, no se permitía ingerir esta comida hasta después de la puesta del sol.
San Ambrosio (De Elia et jejunio, sermo VII, in Psalm CXVIII), San Crisóstomo (Homil. IV en Genesim), San Basilio (Oratio i, De jejunio) proven testimonio inequívoco respecto a las tres características del ayuno negro. San Bernardo (Sermo. III, núm. 1, De Quadragesima) hace sonar la nota clave de su enseñanza, cuando dice "hasta ahora hemos ayunado solo hasta la nona" (3 p.m.) "mientras que, ahora" (durante la Cuaresma) "reyes y príncipes, clérigos y laicos, ricos y pobres ayunarán hasta la tarde". Es muy cierto que los días de Cuaresma (Muller, Theologia Moralis, II, Lib. II, Tr. II, secc. 165, no. 11), así como los que precedían a la ordenación, estaban marcados por el ayuno negro.
Este régimen continuó hasta el siglo X cuando se introdujo la costumbre de tomar la única comida del día a las tres en punto (Thomassin, loc. Cit.). En el siglo XIV la hora de tomar esta comida se cambió al mediodía (Muller, loc. cit.). Poco después comenzó a ganar terreno la práctica de tomar una colación por la noche (Thomassin, op. cit., II, XI). Finalmente, a principios del siglo XIX se introdujo la costumbre de tomar una corteza de pan y un poco de café por la mañana. Durante los últimos cincuenta años (a 1907), debido a las circunstancias siempre cambiantes de tiempo y lugar, la Iglesia ha relajado gradualmente la severidad de los requisitos penitenciales, de modo que ahora prevalece poco más que un vestigio del rigor anterior.
Bibliografía: ST. THOMAS, Summa Theol., II, Q. ii, 2-147; BINGHAM, Antiquities of the Christian Church (Londres, 1844); GUNNING, The Paschal or Lent Fast (Oxford, 1845)
Fuente: O'Neill, James David. "The Black Fast." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2, pág. 590. New York: Robert Appleton Company, 1907. 6 oct. 2021 <http://www.newadvent.org/cathen/02590c.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina