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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Ventanas (en Arquitectura Eclesiástica)

De Enciclopedia Católica

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Ventanas (en Arquitectura Eclesiástica) : Desde el principio, las iglesias cristianas, en contraste con los templos antiguos, estaban destinadas a ser lugares para la reunión de los fieles. El temperamento de la gente de Oriente y del sur donde aparecieron por primera vez las casas de culto cristiano, requería la entrada de mucha luz por grandes aberturas en las paredes, es decir, por las ventanas. De hecho, las primeras basílicas cristianas estaban ricamente provistas de grandes ventanas, colocadas en parte en la nave central, que era elevada para este propósito, en parte en las naves laterales y la fachada.

En Europa occidental, o más bien en los países bajo influencia romana, ya no se puede identificar con absoluta certeza los lugares donde existían ventanas en las naves laterales debido a las capillas y adiciones que a menudo se construyeron luego. Sin embargo, en Oriente, donde era costumbre seleccionar sitios aislados para edificaciones eclesiásticas, las ventanas grandes eran la regla. El lugar de la ventana era determinado por la composición arquitectónica de la basílica, la distancia entre dos columnas generalmente indicaba la posición de una ventana. Sin embargo, en Oriente hubo infinitas excepciones a esta regla; así, en Bakusa en Siria, las ventanas estaban muy juntas, así como sobre las columnas; En Kalat-Seman, cada intercolumnio contenía dos ventanas. En general, dos o tres ventanas unidas en un grupo, como luego fue la regla en la arquitectura romana, fueron incluso frecuentes en la arquitectura cristiana primitiva de Asia Menor.

La forma de la ventana es casi igual en todas partes; un rectángulo que generalmente tiene una parte superior redondeada, pero rara vez un dintel recto. Cuando se usa este último es generalmente balanceado por un arco de medio punto de piedras en forma de cuña. La ornamentación de las ventanas era casi imposible en las basílicas de Europa occidental, que generalmente estaban construidas de ladrillo, mientras que las iglesias de piedra sirias, y como un caso excepcional, las de la escuela de Espoleto, exhibían ricos contornos y ornamentos en forma de cinta. De ese período problemático que se extendió hasta la época de Carlomagno y más tarde hasta el comienzo del arte románico, quedan pocos monumentos que den una clara concepción de la arquitectura de las ventanas en boga.

Según las investigaciones de Haupt, las ventanas de las primeras iglesias germánicas tenían un arco de medio punto arriba que generalmente era una piedra hueca. Por extraño que parezca, a menudo estas ventanas eran más anchas abajo que arriba. En España, Inglaterra y Fran cia era usual que el jambaje de la ventana terminase con un arco de herradura, al estar su parte superior estaba formada por dos ejes de piedra dispuestos oblicuamente, es decir, como las costillas de un arco. Un ejemplo de este método se encuentra en Deerhurst en Inglaterra. Las ventanas de este período son con frecuencia muy diferentes en los lados interno y externo, la ornamentación más rica se encuentra en el lado interno, como en Saint-Germain-des-Pré en Francia, donde hay columnas entregadas y arquivoltas ornamentadas.


Bibliografía: Además de las obras sobre arquitectura vea especialmente: HAUPT, Die älteste Kunst insbesondere die Baukunst der Germanen (Leipzig, 1909); GENEWEIN, Von Romanischen bis zum Empire (Lepipzig, 1905-11).

Fuente: Kleinschmidt, Beda. "Windows in Church Architecture." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15, págs. 653-654. New York: Robert Appleton Company, 1912. 3 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/15653b.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina.