Palma en el simbolismo cristiano
De Enciclopedia Católica
En la época pre-cristiana la palma fue considerada como un símbolo de victoria (Aulo Gelio, "Noct. Att.", III, VI). Fue adoptado por los primeros cristianos, y se convirtió en símbolo de la victoria de los fieles sobre los enemigos del alma. La palma, dice Orígenes (In Joan., XXXI), es el símbolo de la victoria en esa guerra librada por el espíritu contra la carne. En este sentido, se aplicó especialmente a los mártires, los vencedores par excellence sobre los enemigos espirituales de la humanidad; de ahí la frecuente aparición en las Actas de los Mártires de expresiones tales como "que recibió la palma del martirio."
El 10 de abril de 1688 la Congregación de Ritos decidió que la palma, cuando se encuentra representada en las tumbas de las catacumbas, se ha de considerar como una prueba de que un mártir fue enterrado allí. Posteriormente, Mabillon, Muratori, Benedicto XIV y otros consideraron que esta opinión es insostenible; investigación ulterior demostró que la palma era representada no sólo en las tumbas de la época posterior a la persecución, sino incluso en las tumbas paganas.
El significado general de la palma en los primeros monumentos cristianos se modifica ligeramente de acuerdo a su asociación con otros símbolos (por ejemplo, con el monograma de Cristo, el pescado, el Buen Pastor). En algunos monumentos posteriores la palma fue representada simplemente como un adorno que separa dos escenas.
Fuente: Hassett, Maurice. "Palm in Christian Symbolism." The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. 31 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/11432a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina