Lapidación
De Enciclopedia Católica
EN LA ESCRITURA
Siendo Palestina un país muy rocoso, la abundancia de piedras hizo natural que las usaran como misiles. El lanzamiento de piedras puede ser simplemente una señal de odio y desprecio (2 Sam. 16,6-13), o el medio de efectuar intenciones homicidas contra las que se tuvo que hacer provisión en la Ley (Éx. 21,18; Núm. 35,17). La muerte por lapidación fue al principio una expresión de furia popular análoga al “linchamiento”; luego se convirtió en un método de ejecución natural y legalmente reconocido. Éste fue regulado por la ley como el medio designado para el castigo capital (Deut. 17,5-7; Hch. 7,58).
El Pentateuco prescribe la muerte por lapidación como la pena para dieciocho diferentes crímenes incluyendo la violación del Sabbath, pero sólo para un solo crimen ---el homicidio--- es la pena prescrita en todos los códigos. La ejecución del criminal usualmente se realizaba fuera de las murallas de la ciudad, y de acuerdo a Deut. 17,7, los testigos en el caso debían tirar la primera piedras: “…sacarás a las puertas de la ciudad a ese hombre o mujer, culpables de esta mala acción, y los apedrearás, al hombre o a la mujer, hasta que mueran. No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por declaración de dos o tres testigos… La primera mano que se pondrá sobre él para darle muerte será la de los testigos, y luego la mano de todo el pueblo.” (Deut. 17,5-7). La lapidación también se menciona en Hch. 7,57-58, como el medio por el cual San Esteban, el primer mártir cristiano fue ejecutado. “le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle.”
Fuente: Driscoll, James F. "Stoning in Scripture." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/14308a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina. rc