Teófilo de Antioquía
De Enciclopedia Católica
Obispo de Antioquía. Eusebio en su “Crónica” sitúa el nombre de Teófilo junto al del Papa San Sotero (169-77), y el de Maximino, sucesor de Teófilo, cerca del nombre del [[Papa San Eleuterio (177-93). Esto no significa que Maximino sucedió a Teófilo en 177, sino sólo que Teófilo y Maximino florecieron respectivamente en los tiempos de Sotero y Eleuterio. Lightfoot y Hort demostraron que Eusebio, como no tenía información cronológica precisa de los obispos de Antioquía como la que tenía de los de Roma y Alejandría, colocó los nombres de los obispos antioquenos junto a los de los obispos romanos contemporáneos (Lightfoot, “San Ignacio, etc., II, 468 ss., y San Clemente, etc., I, 224 ss.). Cuando sin embargo hallamos en el tercer libro de Teófilo, “Ad Autolychum”, que el escritor estaba vivo después de la muerte (180) de Marco Aurelio Antonino, no se deduce, como aun escritores como Harnack y Bardenhewer suponen, que Eusebio hizo un error cronológico.
El “Ad Autolychum”, única obra existente de Teófilo, es una apología por el cristianismo. Consiste de tres libros, realmente obras separadas escritas en diferentes épocas, y corresponde exactamente a la descripción que dio Eusebio de ella como “tres obras elementales” (Hist. De la Iglesia, IV.24). El autor habla de sí mismo como un convertido del paganismo. Trata de temas tales como la idea cristiana de Dios, los relatos de la Biblia sobre el origen del hombre y el mundo según comparados con los mitos paganos. En muchas ocasiones se refiere (en conexión con los primeros capítulos del Génesis a una obra histórica compuesta por él mismo. Eusebio (op. Cit) habla de refutaciones de Marción y Hermógenes, y “libros catequéticos”. A éstos San Jerónimo (Hombres Ilustres 25) añade comentarios sobre los Proverbios y los Evangelios. Él habla de este último en un prólogo a su propio comentario de los Evangelios, y también en su epístola “Ad Algasiam”, donde aprendemos que Teófilo comentó sobre un Diatessaron o Armonía Evangélica compuesta por él mismo ("Theophilus . . . quattuor Evangelistarum in unum opus compingens"). Una larga cita en la misma epístola es todo lo que sobrevive de este comentario, pues no ha encontrado defensores el intento de Zahn de identificarlo con un comentario en latín adscrito a Teófilo en algunos manuscritos.
Bibliografía: BATIFFOL, Anciennes litteratures chretiennes: Lit. grecque. 101-2; ZAHN, Forschung. zur Gesch. des N.T. Kanons, II; HARNACK, Altchrist. Lit., 496 sq.; IDEM, Chronologie, I, 319 sq.; BARDENHEWER-SHAHAN, Patrología (San Louis, 1908), 65-7. Para las enseñanzas de Teófilo respecto al Verbo Eterno vea NEWMAN, Causas del Ascenso y Caída del Arrianismo en Tractos Teológicos y Eclesiásticos (Londres, 1908), 255- 57. El Ad Autolychum fue publicado por primera vez por FRISIUS (Zurich, 1546); la más reciente edición por OTTO, Corp. apologet., VIII (Jena, 1961). traducción al inglés por FLOWER (Londres, 1860), y en CLARKE, Biblioteca Ante-Nicena. El supuesto Comentario sobre los Evangelios fue impreso por primera vez por DE LA BIGNE, Bibl. SS. Patrum, V (París, 1575), luego por OTTO (loc. cit.), luego por ZAHN (loc. cit., 29-85). Para referencias a literatura en este comentario vea BARDENHEWER; MORIN en Revue Benedictine, XXII, 12 sq.; y QUENTIN en Revue Benedictine, XXIV, 107 sq. QUENTIN da razones para considerar a Juan de Jerusalén como el posible autor. Para monografías sobre la doctrina de Teófilo vea a BARDENHEWER.
Fuente: Bacchus, Francis Joseph. "Theophilus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/14625a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina