Visitación de la Santísima Virgen María
De Enciclopedia Católica
El evento
Asumiendo que la Anunciación y la Encarnación tuvieron lugar hacia el equinoccio de verano, María salió de Nazaret a finales de marzo y cruzó los montes de Hebrón, al sur de Jerusalén, para cuidar de su prima Isabel, puesto que su presencia y sobre todo la presencia del Niño Dios en su vientre, de acuerdo con la voluntad de Dios, iba a ser el origen de gracias muy importantes para San Juan, el precursor de Cristo.
El acontecimiento se narra en Lucas 1,39-57. Sintiendo la presencia del Divino Salvador, Juan, a la llegada de María, saltó en el seno de su madre; entonces fue lavado del pecado original y recibió la gracia de Dios. Ahora por primera vez, nuestra Señora cumplió la labor que correspondía a la Madre de Dios hecho hombre: que Él nos santificaría y glorificaría a través de ella. Probablemente San José acompañó a María y volvió a Nazaret; y cuando, al cabo de tres meses, regresó a Hebrón para llevar a su mujer a casa, puede haberse producido la aparición del ángel, que menciona Mateo 1,19-25, para poner fin a las dudas que atormentaban a José respecto a la maternidad de María. (Cf. también Magnificat.)
La fiesta
La primera evidencia de la existencia de la fiesta es su adopción por el Capítulo Franciscano en 1263, siguiendo el consejo de San Buenaventura. Puede que no sea genuina la lista de fiestas en los “Statuta Synodalia eccl. Cenomanensis” (1237, revisados en 1247; Mansi, supplem., II, 1041), según los cuales esta fiesta se celebraba el 2 de julio en Le Mans en 1247.
Con el breviario franciscano, esta fiesta se extendió a muchas iglesias, pero se celebraba en días diversos---en Praga y Ratisbona, el 28 de abril; en París, el 27 de junio; en Reims y Ginebra, el 8 de julio (cf. Grotefend, “Zeitrechnung”, II, 2, 137)–. El 6 de abril de 1389, Urbano VI la extendió a toda la Iglesia ( Decreto publicado por el Papa Bonifacio IX el 9 de noviembre de 1389), con la esperanza de que Cristo y su Madre visitaran la Iglesia y pusieran fin al Gran Cisma que dividía la túnica inconsútil de Cristo.
La fiesta, con una vigilia y una octava, fue asignada al 2 de julio, el día siguiente a la octava de San Juan, aproximadamente el momento en que María volvió a Nazaret. El Oficio fue redactado por un inglés, el cardinal Adam Easton, monje benedictino y Obispo de Lincoln ( Bridgett, “Our Lady’s Dowry”, 235). Dreves (Analecta Hymnica, XXIV, 89) ha publicado este oficio rítmico junto con otros nueve oficios para la misma fiesta, hallados en los Breviarios de los siglos XIV y XV. Puesto que durante el Cisma muchos obispos de la obediencia opuesta no adoptaron la nueva fiesta, ésta fue confirmada por el Concilio de Basilea en 1441.
El Papa Pío V abolió el oficio rítmico, la vigilia y la octava. El oficio actual fue compilado por orden del Papa Clemente VIII por el minorita Ruiz. El 13 de mayo de 1850, Pío IX elevó la fiesta a la categoría de doble de la segunda clase. Muchas órdenes religiosas--- carmelitas, dominicos, cistercienses, mercedarios, servitas y otras--–así como Siena, Pisa, Loreto, Vercelli, Colonia y otras diócesis, han conservado la octava. En Bohemia, la fiesta se celebra el primer domingo de julio como doble de la primera clase con una octava.
Bibliografía: HOLWECK, Fasti Mariani (Friburgo, 1892); GROTEFEND, Zeitrechnung (Leipzig, 1892). Para la iconografía del evento, vea GUENEBRAULT, Dictionnaire iconographique (París, 1850), 645; COLERIDGE, The Mother of the King (Londres, 1890).
Fuente: Holweck, Frederick. "Visitation of the Blessed Virgin Mary." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/15480a.htm>.
Traducido por Ignacio Menéndez. L M H.