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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Papa San Dionisio»

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La fecha de su nacimiento nos es desconocida. Murió el 26 o 27 de diciembre del año 268. Durante el pontificado del papa Esteban (254-57) Dionisio aparece como presbítero de la Iglesia de Roma, y como tal tomó parte en la controversia entorno a la validez del bautismo administrado por los herejes (ver BAUTISMO, bajo el subtítulo Reiteración del Bautismo). Esto llevó al obispo de Alejandría, Dionisio, a escribirle una carta sobre el bautismo, en la cual el papa Dionisio es descrito como un hombre muy distinguido y de gran erudición (Eusebio, Hist. eccl. VII, vii). Más tarde, en los tiempos del papa Sixto II (257-58), el mismo obispo de Alejandría le escribió otra carta concerniente un tal Luciano (ibíd., VII, ix), cuya identidad desconocemos. Después del martirio de Sixto II (6 de Agosto de 258) la Sede Romana quedó vacante por casi un año: la violencia de la persecución hacía imposible elegir una nueva cabeza. Sólo cuando la persecución amainó Dionisio fue elegido (22 de Julio de 259) para el oficio de Obispo de Roma. Algunos meses más tarde el emperador Gallienus emitió su edicto de tolerancia, con el cual se dio fin a la persecución y a la Iglesia se le concedió una existencia legal (Eusebio, Hist. eccl. VII, xiii). De este modo la Iglesia de Roma reobtuvo sus derechos sobre los edificios de culto, sus cementerios y otras propiedades, y Dionisio pudo una vez más poner en orden su administración. Alrededor del 260 el Obispo Dionisio de Alejandría escribió su carta a Ammonius y Euphranor contra el sabelianismo, en la cual él se expresaba con inexactitud en lo que toca al Logos y su relación con el Padre (ver DIONISIO DE ALEJANDRIA). Por este motivo fue presentada al papa Dionisio una acusación contra el obispo de Alejandría; el papa convocó un sínodo en Roma entorno al año 260 para solucionar la cuestión. En nombre propio y en el del sínodo, el Obispo de Roma escribió una importante carta de contenido doctrinal en la cual, en primer lugar, la doctrina errónea de Sabelio era nuevamente condenada y, además, se condenaban falsas opiniones, como las de los marcionistas, que separaban la monarquía divina en tres hipóstasis totalmente distintas, o bien que representaban al Hijo de Dios como una criatura, siendo que las Santas Escrituras declaran que Él ha sido engendrado; pasajes bíblicos como Deut., xxxii, 6 o Prov., viii, 22 no pueden citarse a favor de falsas doctrinas como éstas. Junto con su carta doctrinal el papa Dionisio envió un carta al obispo de Alejandría en la cual se le llamaba a explicar sus opiniones. Dionisio de Alejandría así lo hizo en su “Apología” (Athanasius, De sententia Dionysii, V, xiii, De decretis Nicaenae synody, xxvi). Según la antigua práctica de la Iglesia romana, le papa Dionisio extendió su preocupación por los fieles de tierras lejanas. Cuando los cristianos de Capadocia estaban pasando por una no pequeña angustia debido al pillaje de las incursiones de los Godos, el papa envió una carta de consuelo a la Iglesia de Cesaréa juntamente con una gran suma de dinero, mediante mensajeros, con el fin de redimir a cristianos que habían sido tomados como esclavos (Basilius, Epist. lxx, ed. Garnier). El gran sínodo de Antioquía que depuso a Pablo de Samosata envió una carta encíclica al papa Dionisio y al Obispo Máximo de Alejandría informándoles sobre la actuación del sínodo (Eusebius, Hist. eccl., VII, xxx). Después de su muerte el cuerpo de Dionisio fue enterrado en la cripta papal de la catacumba de Calixto.
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La fecha de su nacimiento nos es desconocida. Murió el 26 ó 27 de diciembre del año 268. Durante el [[pontificado]] del [[Papa San Esteban I]] (254-57) Dionisio aparece como [[presbítero]] de la [[Iglesia]] de [[Roma]], y como tal tomó parte en la controversia en torno a la validez del [[bautismo]] administrado por los [[herejía|herejes]] (ver [[Bautismo]], bajo el subtítulo Reiteración del Bautismo). Esto llevó al obispo [[Dionisio de Alejandría]] a escribirle una carta sobre el bautismo, en la cual él es descrito como un hombre muy distinguido y de gran erudición ([[Eusebio de Cesarea|Eusebio]], Hist. eccl. VII, VII). Más tarde, en los tiempos del [[Papa San Sixto II]] (257-58), el mismo [[obispo]] de Alejandría le escribió a Dionisio otra carta respecto a un tal Luciano (ibíd., VII, IX), cuya identidad desconocemos. Después del [[mártir|martirio]] de Sixto II (6 de agosto de 258) la [[Santa Sede|Sede Romana]] quedó [[vacante]] por casi un año, pues la [[violencia]] de la [[persecución]] hacía imposible elegir una nueva cabeza. Sólo cuando la persecución amainó Dionisio fue elevado (22 de julio de 259) para el oficio de Obispo de Roma. Algunos meses más tarde el emperador Galieno emitió su edicto de tolerancia, con el cual se dio fin a la persecución y a la Iglesia se le concedió una existencia legal (Eusebio, Hist. eccl. VII, XIII). De este modo la Iglesia de Roma reobtuvo la posesión de sus edificios para el culto, sus cementerios y otras propiedades, y Dionisio pudo una vez más poner en orden su administración.  
  
J.P. KIRCH
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Alrededor del 260 el Obispo Dionisio de [[Alejandría]] escribió su carta a Amonio y Eufranor contra el [[sabelianismo]], en la cual él se expresaba con inexactitud en lo que toca al Logos y su relación con [[Dios]] [[Padre]] (v. [[Dionisio de Alejandría]]). Por este motivo fue presentada al Papa Dionisio una acusación contra él; el Papa convocó un [[sínodo]] en Roma cerca del año 260 para solucionar la cuestión. En nombre propio y en el del sínodo, el Papa escribió una importante carta doctrinal en la cual, en primer lugar, condenaba de nuevo la [[doctrina]] [[error|errónea]] de Sabelio y, además, se condenaban las [[falsedad|falsas]] opiniones de los que, como los [[marcionistas]], separaban la monarquía divina en tres hipóstasis totalmente distintas, o a quienes representaban al [[Hijo de Dios]] como una criatura, siendo que las [[Santas Escrituras]] declaran que Él ha sido engendrado; pasajes bíblicos como Deut. 32,6 ó Prov. 8,22 no pueden citarse a favor de falsas doctrinas como éstas.  Junto con dicha carta doctrinal el Papa Dionisio envió una carta separada al obispo de Alejandría en la cual se le llamaba a explicar sus opiniones. Dionisio de Alejandría así lo hizo en su “Apología” (Athanasius, De sententia Dionysii, V, XIII, De decretis Nicaenae synody, XXVI). Según la antigua práctica de la Iglesia romana, el Papa Dionisio extendió su preocupación por los [[fieles]] de tierras lejanas. Cuando los [[cristianismo|cristianos]] de Capadocia estaban pasando por una gran angustia debido al pillaje de las incursiones de los [[ostrogodos|godos]], el Papa envió una consoladora carta a la Iglesia de Cesarea juntamente con una gran suma de dinero, mediante mensajeros, para la [[redención]] de cristianos que habían sido tomados como esclavos  (Basilius, Epist. LXX, ed. Garnier). El gran sínodo de Antioquía que depuso a [[Pablo de Samosata]] le envió una carta circular al Papa Dionisio y al obispo Máximo de Alejandría informándoles sobre sus trabajos (Eusebio, Hist. eccl., VII, XXX). Después de su muerte el cuerpo de Dionisio fue [[entierro cristiano|enterrado]] en la [[cripta]] papal de la [[catacumba]] de Calixto.
Transcrito por Joseph P. Thomas
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'''Fuente:'''  Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Dionysius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909.
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<http://www.newadvent.org/cathen/05009b.htm>.
 
Traducido por Pbro. Juan Carlos Sack, VE
 
Traducido por Pbro. Juan Carlos Sack, VE

Última revisión de 08:51 12 nov 2008

La fecha de su nacimiento nos es desconocida. Murió el 26 ó 27 de diciembre del año 268. Durante el pontificado del Papa San Esteban I (254-57) Dionisio aparece como presbítero de la Iglesia de Roma, y como tal tomó parte en la controversia en torno a la validez del bautismo administrado por los herejes (ver Bautismo, bajo el subtítulo Reiteración del Bautismo). Esto llevó al obispo Dionisio de Alejandría a escribirle una carta sobre el bautismo, en la cual él es descrito como un hombre muy distinguido y de gran erudición (Eusebio, Hist. eccl. VII, VII). Más tarde, en los tiempos del Papa San Sixto II (257-58), el mismo obispo de Alejandría le escribió a Dionisio otra carta respecto a un tal Luciano (ibíd., VII, IX), cuya identidad desconocemos. Después del martirio de Sixto II (6 de agosto de 258) la Sede Romana quedó vacante por casi un año, pues la violencia de la persecución hacía imposible elegir una nueva cabeza. Sólo cuando la persecución amainó Dionisio fue elevado (22 de julio de 259) para el oficio de Obispo de Roma. Algunos meses más tarde el emperador Galieno emitió su edicto de tolerancia, con el cual se dio fin a la persecución y a la Iglesia se le concedió una existencia legal (Eusebio, Hist. eccl. VII, XIII). De este modo la Iglesia de Roma reobtuvo la posesión de sus edificios para el culto, sus cementerios y otras propiedades, y Dionisio pudo una vez más poner en orden su administración.

Alrededor del 260 el Obispo Dionisio de Alejandría escribió su carta a Amonio y Eufranor contra el sabelianismo, en la cual él se expresaba con inexactitud en lo que toca al Logos y su relación con Dios Padre (v. Dionisio de Alejandría). Por este motivo fue presentada al Papa Dionisio una acusación contra él; el Papa convocó un sínodo en Roma cerca del año 260 para solucionar la cuestión. En nombre propio y en el del sínodo, el Papa escribió una importante carta doctrinal en la cual, en primer lugar, condenaba de nuevo la doctrina errónea de Sabelio y, además, se condenaban las falsas opiniones de los que, como los marcionistas, separaban la monarquía divina en tres hipóstasis totalmente distintas, o a quienes representaban al Hijo de Dios como una criatura, siendo que las Santas Escrituras declaran que Él ha sido engendrado; pasajes bíblicos como Deut. 32,6 ó Prov. 8,22 no pueden citarse a favor de falsas doctrinas como éstas. Junto con dicha carta doctrinal el Papa Dionisio envió una carta separada al obispo de Alejandría en la cual se le llamaba a explicar sus opiniones. Dionisio de Alejandría así lo hizo en su “Apología” (Athanasius, De sententia Dionysii, V, XIII, De decretis Nicaenae synody, XXVI). Según la antigua práctica de la Iglesia romana, el Papa Dionisio extendió su preocupación por los fieles de tierras lejanas. Cuando los cristianos de Capadocia estaban pasando por una gran angustia debido al pillaje de las incursiones de los godos, el Papa envió una consoladora carta a la Iglesia de Cesarea juntamente con una gran suma de dinero, mediante mensajeros, para la redención de cristianos que habían sido tomados como esclavos (Basilius, Epist. LXX, ed. Garnier). El gran sínodo de Antioquía que depuso a Pablo de Samosata le envió una carta circular al Papa Dionisio y al obispo Máximo de Alejandría informándoles sobre sus trabajos (Eusebio, Hist. eccl., VII, XXX). Después de su muerte el cuerpo de Dionisio fue enterrado en la cripta papal de la catacumba de Calixto.


Fuente: Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Dionysius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05009b.htm>. Traducido por Pbro. Juan Carlos Sack, VE