Diferencia entre revisiones de «Canosa»
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− | + | Sin embargo, el monarca realmente intentaba llevar a cabo la [[penitencia]] [[necesidad |necesaria]] para que se le levantase la [[excomunión]] como un paso diplomático para que los planes de sus enemigos en [[Alemania]] quedaran anulados. durante tres días (25-27 de enero) se mantuvo constantemente delante de la puerta de la fortaleza, vestido con el traje de penitente, implorando con lágrimas el perdón del [[Papa]]. [[Papa San Gregorio VII |Gregorio]] al fin accedió, movido por la compunción del rey y por las importunidades de su propio séquito, entre ellos [[Matilde de Canosa |Matilde]]. Admitió a Enrique de nuevo a la comunión de [[la Iglesia]] y prometió promover su reconciliación con los príncipes alemanes. Pero el rey violó pronto su solemne [[juramento]] de cumplir las condiciones del Papa, y reanudó el conflicto. La historia, según narrada arriba, fue contada por el propio Gregorio (Reg. Ep., IV, 12), en una carta dirigida a los príncipes alemanes en la que explicaba los acontecimientos de Canosa. El cronista contemporáneo, [[Lamberto de Hersfeld]], afirma que en la [[Sacrificio de la Misa |Misa]] de reconciliación el Papa, cuando estaba a punto de dar la [[Sagrada Comunión |Comunión]] a Enrique, tomó la mitad de la [[Presencia Real de Cristo en la Eucaristía |Sagrada Hostia]] y desafió al rey a tomar la otra como una prueba. Los historiadores modernos niegan la [[verdad]] de esta afirmación. | |
− | + | La penitencia de [[Enrique IV |Enrique]] fue, en realidad, solamente una humillación personal y no una degradación de su oficio real; tampoco se produjo en la forma establecida por el [[Papa]], ni tampoco pasó el rey tres días y tres noches vestido solo con una camisa, sin comida y sin resguardo ([[Joseph Hergenröther |Hergenröther]], “Kinchengeschichte”, ed. Kirsch, II, 361). Las ruinas de Canosa se encuentran en la actualidad dentro de la Comuna de Ciano d´Enza; no quedan más que algunos restos informes de la muralla derrumbada, que se elevan sobre un peñasco que sobresale por encima de una extensa superficie de barro endurecido, “doblado, sacudido y retorcido en la más horrible grieta que pueda imaginarse” (Hare). Sólo se conservan las cisternas y la “puerta del perdón”. | |
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− | + | '''Bibliografía''': Hare, Cities of Northern Italy (Londres, 1896), II, 245-49; Buchberger, Kirchliches Handlexikon (Munich, 1906), I, 830; Knöpfler, Die Tage von Tribur und Canossa, in Hist. Polit. Blatter (1884), XCIV, 209, 381; Gosselin, Temporal Power in the Middles Ages (Baltimore, 1853), II; Church and state (tr., Londres, 1872) | |
− | Traducido por Daniel Gutiérrez Carreras | + | |
+ | '''Fuente''': Shahan, Thomas. "Canossa." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3, pág. 298. New York: Robert Appleton Company, 1908. 27 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/03298a.htm>. | ||
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Última revisión de 20:48 27 ago 2020
Canosa es el antiguo castillo de Matilde, condesa de Toscana, en las estribaciones de los Apeninos, a unas dieciocho millas de Parma, donde tuvo lugar la dramática penitencia del rey Enrique IV de Alemania en presencia de Gregorio VII. El monarca, excomulgado el 22 de febrero de 1076, habría sido completamente abandonado por los hostiles príncipes alemanes si en el plazo de un año no restablecía la paz con el Papa. A principios de enero de 1077, este iba de camino a la dieta convocada para reunirse en Augsburgo (2 de febrero), cuando se enteró de que Enrique había cruzado el Monte Cenis. Temiendo por su persona, buscó refugio en el inexpugnable y casi inaccesible burgo de Canosa, la heredada fortaleza de su amiga y protectora Matilde.
Sin embargo, el monarca realmente intentaba llevar a cabo la penitencia necesaria para que se le levantase la excomunión como un paso diplomático para que los planes de sus enemigos en Alemania quedaran anulados. durante tres días (25-27 de enero) se mantuvo constantemente delante de la puerta de la fortaleza, vestido con el traje de penitente, implorando con lágrimas el perdón del Papa. Gregorio al fin accedió, movido por la compunción del rey y por las importunidades de su propio séquito, entre ellos Matilde. Admitió a Enrique de nuevo a la comunión de la Iglesia y prometió promover su reconciliación con los príncipes alemanes. Pero el rey violó pronto su solemne juramento de cumplir las condiciones del Papa, y reanudó el conflicto. La historia, según narrada arriba, fue contada por el propio Gregorio (Reg. Ep., IV, 12), en una carta dirigida a los príncipes alemanes en la que explicaba los acontecimientos de Canosa. El cronista contemporáneo, Lamberto de Hersfeld, afirma que en la Misa de reconciliación el Papa, cuando estaba a punto de dar la Comunión a Enrique, tomó la mitad de la Sagrada Hostia y desafió al rey a tomar la otra como una prueba. Los historiadores modernos niegan la verdad de esta afirmación.
La penitencia de Enrique fue, en realidad, solamente una humillación personal y no una degradación de su oficio real; tampoco se produjo en la forma establecida por el Papa, ni tampoco pasó el rey tres días y tres noches vestido solo con una camisa, sin comida y sin resguardo (Hergenröther, “Kinchengeschichte”, ed. Kirsch, II, 361). Las ruinas de Canosa se encuentran en la actualidad dentro de la Comuna de Ciano d´Enza; no quedan más que algunos restos informes de la muralla derrumbada, que se elevan sobre un peñasco que sobresale por encima de una extensa superficie de barro endurecido, “doblado, sacudido y retorcido en la más horrible grieta que pueda imaginarse” (Hare). Sólo se conservan las cisternas y la “puerta del perdón”.
Bibliografía: Hare, Cities of Northern Italy (Londres, 1896), II, 245-49; Buchberger, Kirchliches Handlexikon (Munich, 1906), I, 830; Knöpfler, Die Tage von Tribur und Canossa, in Hist. Polit. Blatter (1884), XCIV, 209, 381; Gosselin, Temporal Power in the Middles Ages (Baltimore, 1853), II; Church and state (tr., Londres, 1872)
Fuente: Shahan, Thomas. "Canossa." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3, pág. 298. New York: Robert Appleton Company, 1908. 27 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/03298a.htm>.
Traducido por Daniel Gutiérrez Carreras. lmhm