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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Denudación del Altar»

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El [[Jueves Santo]], el celebrante, después de haber retirado el [[ciborio]] del [[altar mayor]], se dirige a la [[sacristía]]. Allí deja a un lado las [[vestimentas]] blancas y se pone una [[estola]] morada, y acompañado por el [[diácono]], también vestido de estola morada, y el [[subdiácono]], vuelve al altar mayor.  Mientras se recitan  el [[Salmos|Salmo]] 22(21), “Deus, Deus meus” y la [[antífona]] “Diviserunt sibi”, el celebrante y sus ayudantes suben a la predela y desnudan el altar de [[manteles del altar|manteles]], [florero de altar|floreros]], [[frontal del altar|frontal]] y demás paramentos, de forma que no quede nada más que la [[la Cruz auténtica|Cruz]] y los [[candelabros del altar|candelabros]] con las [[velas]] apagadas.  Del mismo modo se desnudan todos los demás altares de la [[edificaciones eclesiásticas|iglesia]]. Si hubiera muchos [[altar]]es en la iglesia, otro [[sacerdote]], vestido con [[sobrepelliz]] y [[estola]] morada, puede denudarlos mientras el celebrante denuda el altar mayor.
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El [[Jueves Santo]], el celebrante, después de haber retirado el [[ciborio]] del [[altar mayor]], se dirige a la [[sacristía]]. Allí deja a un lado las [[vestimentas]] blancas y se pone una [[estola]] morada, y acompañado por el [[diácono]], también vestido de estola morada, y el [[subdiácono]], vuelve al altar mayor.  Mientras se recitan  el [[Salmos|Salmo]] 22(21), “Deus, Deus meus” y la [[antífona]] “Diviserunt sibi”, el celebrante y sus ayudantes suben a la predela y desnudan el altar de [[manteles del altar|manteles]], [[florero de altar|floreros]], [[frontal del altar|frontal]] y demás paramentos, de forma que no quede nada más que la [[la Cruz auténtica|Cruz]] y los [[candelabros del altar|candelabros]] con las [[velas]] apagadas.  Del mismo modo se desnudan todos los demás altares de la [[edificaciones eclesiásticas|iglesia]]. Si hubiera muchos [[altar]]es en la iglesia, otro [[sacerdote]], vestido con [[sobrepelliz]] y [[estola]] morada, puede denudarlos mientras el celebrante denuda el altar mayor.
  
 
El altar [[cristianismo|cristiano]] representa a [[Jesucristo|Cristo]], y el desnudamiento del altar nos recuerda cómo Él fue despojado de sus vestiduras cuando cayó en manos de los [[judaísmo|judíos]] y fue expuesto desnudo a sus insultos.  Es por esta razón que se recita el salmo “Deus, Deus meus”, en el que el [[Mesías]] relata cómo los soldados [[Roma|romanos]] se repartieron sus vestiduras.    Esta [[ceremonia]] significa la suspensión del [[Sacrificio de la Misa|Santo Sacrificio]].  Antiguamente, en este día, en algunas iglesias se acostumbraba a lavar los altares con un manojo de [[hisopo]] empapado en vino y agua, para en cierta manera hacerlos dignos del Cordero sin mancha que se inmola en ellos, y para recordarles a los [[fieles]] con cuánta pureza deben presenciar el Santo Sacrificio y recibir la [[Sagrada Comunión]].  [[San Isidoro de Sevilla]] (De Eccles. Off, I, XXVIII) y [[San Eligio]] de Noyon (Homil. VIII, De Coena Domini) opinan que esta ceremonia estaba destinada a ser un homenaje ofrecido a [[Jesucristo|Nuestro Señor]], en pago por la [[humildad]] con que Él se dignó a [[lavatorio de manos y pies|lavar los pies]] de sus [[discípulo]]s.
 
El altar [[cristianismo|cristiano]] representa a [[Jesucristo|Cristo]], y el desnudamiento del altar nos recuerda cómo Él fue despojado de sus vestiduras cuando cayó en manos de los [[judaísmo|judíos]] y fue expuesto desnudo a sus insultos.  Es por esta razón que se recita el salmo “Deus, Deus meus”, en el que el [[Mesías]] relata cómo los soldados [[Roma|romanos]] se repartieron sus vestiduras.    Esta [[ceremonia]] significa la suspensión del [[Sacrificio de la Misa|Santo Sacrificio]].  Antiguamente, en este día, en algunas iglesias se acostumbraba a lavar los altares con un manojo de [[hisopo]] empapado en vino y agua, para en cierta manera hacerlos dignos del Cordero sin mancha que se inmola en ellos, y para recordarles a los [[fieles]] con cuánta pureza deben presenciar el Santo Sacrificio y recibir la [[Sagrada Comunión]].  [[San Isidoro de Sevilla]] (De Eccles. Off, I, XXVIII) y [[San Eligio]] de Noyon (Homil. VIII, De Coena Domini) opinan que esta ceremonia estaba destinada a ser un homenaje ofrecido a [[Jesucristo|Nuestro Señor]], en pago por la [[humildad]] con que Él se dignó a [[lavatorio de manos y pies|lavar los pies]] de sus [[discípulo]]s.

Revisión de 22:25 27 ene 2012

El Jueves Santo, el celebrante, después de haber retirado el ciborio del altar mayor, se dirige a la sacristía. Allí deja a un lado las vestimentas blancas y se pone una estola morada, y acompañado por el diácono, también vestido de estola morada, y el subdiácono, vuelve al altar mayor. Mientras se recitan el Salmo 22(21), “Deus, Deus meus” y la antífona “Diviserunt sibi”, el celebrante y sus ayudantes suben a la predela y desnudan el altar de manteles, floreros, frontal y demás paramentos, de forma que no quede nada más que la Cruz y los candelabros con las velas apagadas. Del mismo modo se desnudan todos los demás altares de la iglesia. Si hubiera muchos altares en la iglesia, otro sacerdote, vestido con sobrepelliz y estola morada, puede denudarlos mientras el celebrante denuda el altar mayor.

El altar cristiano representa a Cristo, y el desnudamiento del altar nos recuerda cómo Él fue despojado de sus vestiduras cuando cayó en manos de los judíos y fue expuesto desnudo a sus insultos. Es por esta razón que se recita el salmo “Deus, Deus meus”, en el que el Mesías relata cómo los soldados romanos se repartieron sus vestiduras. Esta ceremonia significa la suspensión del Santo Sacrificio. Antiguamente, en este día, en algunas iglesias se acostumbraba a lavar los altares con un manojo de hisopo empapado en vino y agua, para en cierta manera hacerlos dignos del Cordero sin mancha que se inmola en ellos, y para recordarles a los fieles con cuánta pureza deben presenciar el Santo Sacrificio y recibir la Sagrada Comunión. San Isidoro de Sevilla (De Eccles. Off, I, XXVIII) y San Eligio de Noyon (Homil. VIII, De Coena Domini) opinan que esta ceremonia estaba destinada a ser un homenaje ofrecido a Nuestro Señor, en pago por la humildad con que Él se dignó a lavar los pies de sus discípulos.


Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Stripping of an Altar." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 27 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/01349a.htm>.

Traducido por Javier Olabe Latasa. rc