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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Adivinación»

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La variedad de métodos adivinatorios es muy grande.  Apenas un objeto o movimiento en el cielo, en la tierra, en el aire o el agua dejó de ser transformado en un mensaje de futuro.  Añádase a éstas las invenciones del hombre, y hay una visión de la inmensa maraña de [[superstición | supersticiones]] en las que los pueblos [[paganismo | paganos]] buscaron a tientas su camino.  Sin embargo, pueden agruparse en tres clases, como se ve en la división de Santo Tomás.  Cicerón, [[Clemente de Alejandría]] en su "Stromata" y otros de los [[Padres de la Iglesia | Padres]] dieron una lista detallada. 
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(a)  Bajo la primera clase, la invocación expresa, caen la oniromancia o adivinación por los [[interpretación de los sueños | sueños]]; la [[nigromancia]], por las llamadas apariciones de los muertos o el [[espiritismo]], las [[visiones y apariciones | apariciones]] de diversos tipos, que pueden ser externas o en la [[imaginación]], como Cayetano observa; el pitonismo o por personas poseídas, como la pitonisa de Delfos; la hidromancia, por signos en el agua; la aeromancia, por signos en el aire; la geomancia, por signos en substancias terrestres (geomancia tiene también otro significado); arúspices, por signos en las entrañas de las víctimas, etc.
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(b)  La segunda clase, la invocación tácita y signos encontrados ya hechos en la naturaleza, abarca la [[astrología]] judiciaria o genetliaca, que pretende predecir el futuro a través de las estrellas; augurios, a través de las notas de las aves, y más tarde cubría la predicción a través de su modo de actuar, de alimentarse, de volar y también por los relinchos de los caballos y los estornudos de los hombres, etc.---para nosotros abarca toda clase de predicción mediante signos; por presagios, cuando palabras al azar se convierten en signos; la quiromancia, lectura de las líneas de la mano; y muchos modos similares. 
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(c)  La tercera clase, la invocación tácita y signos preparados por el hombre, incluye la geomancia a partir de puntos o líneas en papel o guijarros arrojados al azar; dibujo de pajas; tirada de dados; el corte de las cartas; dejar caer una vara o medirla con los dedos diciendo:  “lo haré o no lo haré”; abrir un libro al azar, llamado ''Sortes Virgiliance'', los romanos usaron mucho la Eneida de esta manera, etc.  Este último trasladado a la [[Biblia]] sigue siendo común en [[Alemania]] y en otros lugares.  El [[hipnotismo]] es también usado para propósitos de adivinación.
  
 
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Revisión de 22:37 9 may 2010

Definición

Se entiende por adivinación la búsqueda del conocimiento de cosas futuras o escondidas por medios inadecuados. Al ser los medios insuficientes, por lo tanto, deben completarse con algún poder que se ha representado a través de la historia como proveniente de dioses o malos espíritus. Por lo tanto la palabra adivinación tiene un significado siniestro. Según la profecía es el conocimiento legítimo del futuro, la adivinación, su homólogo supersticioso, es el ilegal. Según el objetivo de la magia es hacer, el de la adivinación es conocer. La adivinación es casi tan antigua como la raza humana. Se encuentra en todas las épocas y países, entre los egipcios, caldeos, hindúes, romanos y griegos; las tribus del norte de Asia tenían sus chamanes, los habitantes de África sus mgangas, las naciones celtas sus druidas, los aborígenes de América sus curanderos---todos adivinos y magos reconocidos. La adivinación floreció en todas partes y en ningún lugar, incluso hoy día, ha sido completamente dejada de lado.

Las palabras de Cicerón fueron, y al parecer siempre serán, es cierto, que no hay nación, civilizada o bárbara, que no crea que hay indicios del futuro y personas que los puedan interpretar. Cicerón dividía la adivinación en natural y artificial. La natural (no enseñada, que no requiere habilidad) incluía los sueños y los oráculos en el que el adivinador era un sujeto pasivo de la inspiración, y la predicción venía de un supuesto poder que estaba allí y dentro de él. La artificial (enseñada, estudiada) incluía todo vaticinio proveniente de signos encontrados en la naturaleza o producidos por el hombre. Aquí el adivinador estaba activo, y la adivinación venía al parecer de su propia habilidad y observación. Esta división es casi la misma que la dada por Santo Tomás con respecto a la invocación de los demonios, la adivinación con invocación expresa de los espíritus, aceptación de sueños, portentos o prodigios, y la nigromancia; y la adivinación con la invocación tácita a través de signos y de los movimientos observados en los objetos en la naturaleza, tales como estrellas, pájaros, figuras, etc., o por medio de signos y acuerdos producidos por el hombre, tales como plomo fundido vertido en el agua, echar suertes, etc. Sueños aquí significa los expresamente preparados y orados con la esperanza de relacionarse con los dioses o los muertos. Los portentos o prodigios son inusuales y vistas maravillosas que vienen del mundo inferior. Aquí estamos considerando la adivinación artificial.

Métodos

La variedad de métodos adivinatorios es muy grande. Apenas un objeto o movimiento en el cielo, en la tierra, en el aire o el agua dejó de ser transformado en un mensaje de futuro. Añádase a éstas las invenciones del hombre, y hay una visión de la inmensa maraña de supersticiones en las que los pueblos paganos buscaron a tientas su camino. Sin embargo, pueden agruparse en tres clases, como se ve en la división de Santo Tomás. Cicerón, Clemente de Alejandría en su "Stromata" y otros de los Padres dieron una lista detallada.

(a) Bajo la primera clase, la invocación expresa, caen la oniromancia o adivinación por los sueños; la nigromancia, por las llamadas apariciones de los muertos o el espiritismo, las apariciones de diversos tipos, que pueden ser externas o en la imaginación, como Cayetano observa; el pitonismo o por personas poseídas, como la pitonisa de Delfos; la hidromancia, por signos en el agua; la aeromancia, por signos en el aire; la geomancia, por signos en substancias terrestres (geomancia tiene también otro significado); arúspices, por signos en las entrañas de las víctimas, etc.

(b) La segunda clase, la invocación tácita y signos encontrados ya hechos en la naturaleza, abarca la astrología judiciaria o genetliaca, que pretende predecir el futuro a través de las estrellas; augurios, a través de las notas de las aves, y más tarde cubría la predicción a través de su modo de actuar, de alimentarse, de volar y también por los relinchos de los caballos y los estornudos de los hombres, etc.---para nosotros abarca toda clase de predicción mediante signos; por presagios, cuando palabras al azar se convierten en signos; la quiromancia, lectura de las líneas de la mano; y muchos modos similares.

(c) La tercera clase, la invocación tácita y signos preparados por el hombre, incluye la geomancia a partir de puntos o líneas en papel o guijarros arrojados al azar; dibujo de pajas; tirada de dados; el corte de las cartas; dejar caer una vara o medirla con los dedos diciendo: “lo haré o no lo haré”; abrir un libro al azar, llamado Sortes Virgiliance, los romanos usaron mucho la Eneida de esta manera, etc. Este último trasladado a la Biblia sigue siendo común en Alemania y en otros lugares. El hipnotismo es también usado para propósitos de adivinación.

Historia

Aspecto Teológico

La adivinación en la Biblia

Fuente: Graham, Edward. "Divination." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05048b.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina