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Martes, 19 de marzo de 2024

San Arnulfo de Metz

De Enciclopedia Católica

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San Arnulfo de Metz fue un hombre de estado y obispo bajo el reinado de los merovingios, nació cerca de 580, murió cerca de 640. Sus padres pertenecían a una distinguida familia franca y vivía en Austrasia, la sección oriental del reino fundado por Clodoveo. En la escuela donde fue puesto durante su niñez sobresalió por su talento y su buen comportamiento. De acuerdo a las costumbres de la época, fue enviado a su debido tiempo a la corte de Teodeberto II; rey de Austrasia (595-612) para ser iniciado en las diversas ramas del gobierno. Bajo la guía de Gondulfo, el mayordomo de palacio, pronto se volvió tan hábil que fue colocado en la lista regular de oficiales reales y entre los primeros ministros del rey. Se distinguió como comandante militar y en la administración civil; en una ocasión tuvo bajo su cuidado seis provincias diferentes. A su debido tiempo, Arnulfo se casó con una mujer franca de linaje noble, con la que tuvo dos hijos, Ansegisel y Clodulfo.

Mientras Arnulfo disfrutaba de emolumentos y honores mundanos no olvidaba las cosas más elevadas y espirituales. Sus pensamientos habitaban a menudo en los monasterios y con su amigo Romarico, oficial de la corte al igual que él, planeó hacer una peregrinación a la Abadía de Lérins, evidentemente con el propósito de dedicar su vida a Dios. Pero, mientras tanto, la sede episcopal de Metz quedó vacante. Arnulfo fue designado universalmente como un candidato digno para el oficio y fue consagrado obispo de esa sede cerca del 611. En su nueva posición el estableció el ejemplo de una vida virtuosa para sus súbditos y atendía asuntos del gobierno eclesiástico. En el 625 participó en un concilio celebrado por los obispos francos en Reims.

Con todo esto, Arnulfo retuvo su puesto en la corte del rey y tomó una destacada parte en la vida nacional de su pueblo. En el 613, después de la muerte de Teodoberto, él, Pipino de Landen y otros nobles llamaron a Austrasia a Clotario II, rey de Neustria. Cuando en el 625 el reino de Austrasia le fue confiado a Dagoberto, el hijo del rey, Arnulfo se convirtió no sólo en el tutor, sino también en el principal ministro del joven rey. Al momento de la separación entre los dos reyes (625), Arnulfo junto a otros obispos y nobles trataron de efectuar una reconciliación. Pero Arnulfo temía las responsabilidades del oficio episcopal y se cansó de la vida de la corte. Cerca del año 626 obtuvo el nombramiento de un sucesor a la sede episcopal de Metz; él y su amigo Romarico se retiraron a un lugar solitario en las montañas de los Vosgos. Allí vivió en comunión con Dios hasta su muerte. Sus restos, enterrados por Romarico, fueron transferidos cerca de un año más tarde por el obispo Goerico, a la basílica de los Santos Apóstoles en Metz.

De los dos hijos de Arnulfo, Clodulfo se convirtió en su tercer sucesor en la sede de Metz. Ansegisel permaneció al servicio del Estado; de su unión con Bega, una hija de Pipino de Landen, nació Pipino de Heristal, el fundador de la dinastía carolingia. De este modo Arnulfo fue el ancestro de los poderosos gobernantes de esa casa. La vida de Arnulfo exhibe hasta cierto punto el oficio y la carrera episcopal en el Estado Merovingio. En la corte se tomaba muy en cuenta a los obispos; se escuchaban sus consejos, tomaban parte en la administración de la justicia por los tribunales; tenían voz en el nombramiento de los oficiales reales; a menudo eran utilizados como embajadores del rey, y ocupaban altas posiciones administrativas. Para el pueblo bajo su cuidado, eran protectores de sus derechos, su portavoz ante el rey y el vínculo que unía a la realeza con sus súbditos. Las oportunidades para el bien eran así ilimitadas; y Arnulfo las usó con buena ventaja.


Fuente: Schaefer, Francis. "St. Arnulf of Metz." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1, pág. 752. New York: Robert Appleton Company, 1907. 26 dic. 2019 <http://www.newadvent.org/cathen/01752b.htm>.

Traducido por Deyanira Rodríguez. lmhm