Legión Fulminante
De Enciclopedia Católica
(Legio fulminata, o fulminea, no fulminatrix).
La historia de la Legión Fulminante es en substancia como sigue: Cuando el emperador Marco Aurelio Antonio guió una expedición contra el Quadi en 174, su ejército, exhausto por la sed, estaba a punto de caer como presa fácil del enemigo. Fue entonces que los soldados de la Duodécima Legión, que estaba compuesta por cristianos, oraron a su Dios clamando ayuda. Inmediatamente comenzó una tronada, la cual trajo el deseado alivio a los romanos, y aterrorizó y dispersó a los bárbaros. A consecuencia de esto el emperador emitió un decreto prohibiendo la persecución a los cristianos y le dio a la Duodécima Legión el sobrenombre de “fulminata” o “fulminea”, esto es “atronadora”.
Tertuliano es la primera fuente cristiana que hizo referencia a este episodio ("Apologeticum," V, y To Scapula 4). Eusebio de Cesarea lo citó (Hist. de la Iglesia V.5), quien también citó a San Claudio Apolinar de Hierápolis, un contemporáneo de Marco Aurelio, como una autoridad para el alegado milagro. Las autoridades cristianas posteriores son Paulo Orosio (Hist. adv. paganos, VII, XV) San Gregorio de Niza (Oratio II en XL mártires), San Jerónimo (Crónica de Eusebio, y 174), y Xifilino (Dionis Nicaei rer. Rom. epitome, LXXI, IX, X). Los escritores paganos también testifican la tronada milagrosa, pero se la atribuyen ya sea a las oraciones del emperador (Julius Capitolinus, "Vita Marci Antonini philosophi" XXIV; Themistius, "Oratio XV," ed. Harduin, 191; Claudiano, "In VI consulatum Honorii," carmen 28; "Oracula Sibyllina," ed. Alexandre, XII, 194-200) o a los encantamientos del mago egipcio Arnufio quien acompañaba al ejército romano (Dion Cassius, "Hist. rom., " LXXI, VIII-X; Suidas, s.v. Ioulianos). En una moneda acuñada por el emperador (Joseph Hilarius Eckhel|Eckhel]], "Doctrina nummorum vet.", III, 64), y en la Columna Antonina en Roma, se representa el “milagro de la tronada” como obrado por Júpiter.
La masa de evidencia histórica, como hemos visto, no deja espacio para dudar de la ocurrencia de la tronada, pero ha habido una larga controversia respecto a las varias circunstancias que los primeros escritores cristianos mencionan como conectados con ella. Las investigaciones de Moyle, Mosheim y especialmente los más recientes, Lightfoot, Harnack y otros, (vea bibliografía) han llevado a los siguientes casi universalmente aceptados resultados: una parte de la Duodécima Legión, que regularmente estaba estacionada en Melitene en Armenia e incluía a muchos cristianos, tomó parte en la expedición contra el Quadi, y es probable, aunque no cierto, que la “tronada milagrosa” fuese una contestación a sus oraciones. El nombre “fulminatrix” no se le dio a la Legión en esa ocasión, sino que desde el tiempo de Augusto (Dion Cassius, LV, XXIII) existía una “legio fulminata” o “fulminea”, probablemente llamada así por la representación del relámpago en su armadura. La carta que se dice escribió Marco Aurelio al Senado respecto a la “tronada milagrosa” (generalmente añadida a la “Apología” de San Justino), y en la cual se dice que prohibió la ulterior persecución a los cristianos, es o una falsificación o fue interpolada para contentar a los cristianos. Es un hecho establecido que la persecución a los cristianos se volvió aún más cruel poco después de este incidente.
Fuente: Ott, Michael. "Thundering Legion." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/14711b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.