San Pablo el Ermitaño
De Enciclopedia Católica
Existen tres versiones importantes de la vida de San Pablo el Ermitaño: (1) la versión en latín (H) de San Jerónimo; (2) una versión griega (b), mucho más breve que la versión en latín; (3) una versión griega (a), que es o una traducción de H o una ampliación de b por medio de H. La pregunta es cuál es la original, si H o b. Ambas, a y b, fueron publicadas por primera vez por Bidez en 1900 ("Deux versions grecques inédites de la vie des s. Paul de Thébes", Ghent). Bidez sostiene que H fue la vida original. Este enfoque fue atacado por Nau, quien hace de la b la original en la "Analect. Bolland." de 1901 (XX, 121-157). La vida, con algunos detalles diferentes, es la misma en otras versiones.
Cuando era un joven de dieciséis años Pablo huyó hacia el desierto de la Tebaida durante la persecución de Decio. Vivió en una cueva en la falda de una montaña hasta que tuvo ciento trece años. La montaña, agrega San Jerónimo, estaba agujereada con cuevas.
Cuando San Antonio tenía noventa años fue tentado de vanagloria, pensando que fue el primero en morar en el desierto. En obediencia a una visión se lanzó a encontrar a su antecesor. En su camino vio a un demonio en forma de centauro. Más tarde espió a un anciano diminuto con cuernos en la cabeza. "¿Quién es usted?" preguntó Antonio. "Soy un cadáver, uno de ésos a quienes los paganos llaman sátiros, y por ellos fueron atrapados en la idolatría." Esta es la historia griega (b) que hace tanto al centauro como al sátiro inconfundiblemente demonios, uno que trata de aterrorizar al santo, mientras que el otro reconoce el derrocamiento de los dioses. Con San Jerónimo el centauro puede haber sido un demonio; y puede haber sido también "uno de esos monstruos de que el desierto es tan prolífico." En todos los acontecimientos trata de mostrar al santo el camino. En cuanto al sátiro, es un pequeño mortal inofensivo delegado por sus hermanos para pedir la bendición del santo.
Uno pregunta, suponiendo que la versión en griego es la original, por qué San Jerónimo cambia a los diablos en centauros y sátiros. No sorprende que los cuentos de San Antonio encontrando bestias fabulosas en su viaje misterioso se hayan difundido entre las personas en las que la creencia en tales criaturas se mantenía como la creencia en hadas hoy en día. Las historias del encuentro de San Pablo y San Antonio, el cuervo que les trajo pan, San Antonio siendo enviado para traer la capa otorgada a él por "Atanasio el obispo" para enterrar el cuerpo de San Pablo, la muerte de San Pablo antes que regresara, la tumba cavada por leones, se encuentran entre las leyendas familiares de la Vida. Sólo queda agregar que la creencia en la existencia de San Pablo parece haber existido bastante independientemente de la Vida.
Bibliografía: Además de los escritos de BIDEZ y NAU, vea BUTLER, Lausiac Hist., etc., pt. I, p. 285, donde él critica la opinión de Amélineau de que la versión en copto publicada por él era la original (la opinión de Amélineau parece que no encontró seguidores), y mantiene el reclamo de la latina. En Revista de Estudios Teológicos, III, 152, hay una nota respecto a Bidez donde Amélineau expresa de nuevo la misma opinión; luego en una nota respecto a Nau (ibid., V, 151), mientras se inclina todavía a su vieja opinión, él dice que después de leer a Nau él “no puede tomar una decisión." Los BOLANDISTAS (I, Jan., 602) dieron una traducción al latín de una versión griega (la original se puede hallar en Anact. Bol., XI, 563), manteniendo que era la original. FUHRMANN en 1750 (Acta Sincera S. Pauli, etc.) publicó otra versión griega, como si fuese la original.
Fuente: Bacchus, Francis Joseph. "St. Paul the Hermit." The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/11590b.htm>.
Traducido por Armando Llaza Corrales.