Teatro: Autores y actores gallegos
De Enciclopedia Católica
Hemos visto que en Galicia existió en el siglo XVII un circuito teatral y que las compañías profesionales españolas visitaban frecuentemente el país, contratadas por Cabildos y Regimientos. Hay también indicios de que algunas venían por iniciativa propia y sin contrato previo, ofreciéndose a las autoridades para representar en las fiestas o solicitando locales donde poner en escena sus comedias.
En varias de esas compañías consta la presencia de actores de origen gallego, y hay también algunas noticias de la existencia de actores profesionales en el país y de autores y compañías amateurs o semiprofesionales, además de constarnos que en algunas localidades había representaciones a cargo de los vecinos pertenecientes a ciertas cofradías (Pontedeume, Pontevedra, Padrón...), a los que en ocasiones se les requería para ayudar en representaciones de compañías profesionales venidas de fuera o en las comedias de Pascua de la Universidad compostelana (en 1628, por ejemplo, la Universidad intentó conseguir “personas que entrasen en la comedia, en Padrón, Puebla [do Caramiñal] y más partes”).
Por lo que respecta a los auctores de comedias asentados en Galicia, tenemos el caso de Pedro de Escobar, que representó en el corpus compostelano de 1594 y 1597. Escobar era vecino de Santiago y, a juzgar por las escasas retribuciones que recibió (en el 97 se le pagaron sólo 6 ducados), debía dedicarse, como suponen López Ferreiro y Pérez Costanti, a componer piezas cortas como Entremeses y Loas. Tenemos también la referencia de la Breve Relación de las fiestas… de Monforte (1619) que califica a los actores contratados para la representación de dos comedias como “los mejores oficiales que hay en esta tierra”, e incluso menciona a un Auctor lo cual podría indicar la existencia de una compañía profesional en Galicia a principios del siglo XVII.
Pocos años antes encontramos a Antonio de Mondragón, dramaturgo establecido en Compostela desde 1570 como actor y autor dramático, del que consta que escribía sus obras, instruía a los actores, diseñaba decorados y dirigía ensayos y representaciones de una compañía semiprofesional. Representó en Santiago en al menos siete ocasiones entre 1570 y 1586 (en el Corpus, en las fiestas del Rosario, en los recibimientos de los arzobispos, en Nochebuena y en las fiestas de Pascua de la Universidad) y posteriormente ingresó como fraile en el convento franciscano de Louro (Muros).
Similares son los casos del fraile del convento de San Francisco de Compostela, Fray Francisco Pérez, que compuso dos comedias y se encargó de su representación en el día de San Antonio y el de Santiago de 1598 o el del poeta padronés Juan González de Canabal.
Canabal escribió autos para el Corpus de Padrón entre 1566 y 1572 y parece que se encargó también de las representaciones que debieron de correr a cargo de actores amateurs que tenemos documentados en la villa. Las obras representadas fueron la Ystoria de la viña que pidió Acab a Nabod (1566), un Auto de Judas Macabeo (1567), el Auto en copla de la destrucción de Jerusalem (1569) y el Auto de Nabal con David (1572), los dos primeros compuestos en colaboración con los franciscanos del convento de Herbón, Padres Lázaro y Castillo.
Este tipo de representaciones a cargo de vecinos y autores/actores semiprofesionales son relativamente abundantes en Galicia en el siglo XVI, disminuyen en el XVII con la irrupción en Galicia de las compañías profesionales castellanas, andaluzas y levantinas, y vuelven a aumentar en la primera mitad del siglo XVIII.
Autores gallegos con compañía profesional propia, aunque no consta documentalmente que representaran en Galicia, fueron Lorenzo de Castro el Gallego, autor de comedias según el Libro de Quentas de la Cofradia de la Nobena de 1659, 1660 y 1662, y el santiagués Miguel Bermúdez de Castro († 1676), que fue actor en varias compañías, creó la suya propia y es autor de tres comedias en castellano que aún se conservan: Olvidar para vivir (antes de 1630), Primero al Rey que al honor (ca. 1640-50) y Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido (s.d.). (ver VINCULO).
Nacido en Galicia y de linaje noble, según la Genealogía, fue Rosendo López de Estrada Terceiro, actor y autor, corregidor en una villa gallega (cargo del que fue expulsado por “mala conduta y tontería”) y titular de una compañía que representó en Madrid, además de ser actor en las compañías de Fulgencio López, José Gracerán, Agustín Manuel de Castilla, Manuel Vallejo y José de Prado, Águeda Francisca, etc.
Autores también de obras de teatro, fueron otros naturales del país que trabajaron al margen de las compañías profesionales. Así por ejemplo el jesuita Antonio Rodríguez de Vilaza, natural de Vilaza, (Monterrei) al que el Padre Valdivia, en su Vida de algunos varones ilustres de la provincia de Castilla (Ms), le atribuye obras teatrales “Tenía gracia particular en hacer coloquios y representaciones santas y andanzas muy graciosas en nuestras fiestas; y componía unos entremeses muy graciosos y honestos con que alegraba a las innumerables gentes que acudía a nuestras fiestas en Carnestolendas”.
Otro caso de gallego autor teatral es el de ourensano Jerónimo Bermúdez de Castro, teólogo, soldado, dominico en su madurez, y dramaturgo que compuso dos tragedias en verso castellano representadas en la Universidad de Coimbra: las famosas Nise lastimosa y Nise laureada (impresas en 1577 pero compuestas antes de 1575).
Por último, hay que recordar al bachiller Gabriel Feixoó de Araúxo, autor del Entremés famoso sobre da pesca no rio Miño o Contenda dos Labradores de Caldelas (1671), probablemente representado en Galicia y quizá con cierta continuidad.
En el caso de los actores gallegos, cabe distinguir entre los que residieron en Galicia y desarrollaron su actividad en el país, y los nacidos en Galicia pero enrolados en compañías castellanas.
En la primera categoría, los datos son poco abundantes. El caso más antiguo documentado es el de Juan Candón (1550), comediante vecino de la villa y puerto de Ares al que conocemos por una obligación de pago de 9 ducados de oro a su favor hecha por Sebastián Díaz, azabachero vecino de la ciudad de Santiago.
Otro caso es el de Francisco Patiño, que participó en las representaciones de la comedia de Pascua de Pentecostés de la Universidad de Santiago en 1697 y el claustro acordó concederle una gratificación extraordinaria 93 reales. Para esas mismas fiestas Minervales de 1697, consta que la Universidad envió a un representante a Lugo para contratar a un actor llamado Morán, el cual debía de ser famoso en el país, a juzgar por su retribución que, entre efectivo y prendas de ropa que se le regalaron, importó 770 reales.
Conocemos también los nombres de algunos de los vecinos actores, o encargados de la representación de San Roque en Pontedeume, (José de Leis Sevil y Antonio Galego en 1699 según el Libro de la Cofradía).
Por último, ya en el siglo XVIII y fuera de los límites que me he marcado para este trabajo, pero representativo seguramente de una realidad anterior, tenemos el caso de una representación de cuatro comedias en Ourense en 1720 a cargo de los “Cavalleros boladores desta ciudad”, corriendo el ayuntamiento con los gastos de tablados y tramoyas “y dandole Grazioso aproposito que lo sea el de la Villa de Monforte, o el de Pontebedra". Había pues en Galicia actores especializados en el papel de Gracioso, y casi parece inferirse que uno en cada villa de importancia.
En la categoría de actores de origen gallego que formaron parte de compañías profesionales castellanas, los datos son algo más abundantes. Ya he mencionado a Lorenzo de Castro el Gallego y a Miguel Bermúdez de Castro, que además de actores fueron autores, y hay bastantes más. Veamos algunos:
Antonio de Andrada (o Andrade) el Gallego:
Casado con María de la O y padre de Luisa de Andrada (ambas actrices), formó parte de las compañías de Juan Vázquez, Manuel Vallejo, Francisco Pinelo y Antonio Rodríguez, y por último, de la de Juan Martínez, estando en la cual fue admitido (con su mujer) como miembro de la Cofradía de la Nobena (gremio de actores). Falleció en 1632. Quizá sea la misma persona que figura como Antonio López de Andrada, actor, en algunos documentos.
Enrique Ladrón de Guevara
Antes de dedicarse a la comedia había sido “canizero de Galizia”. En 1683 formaba parte de la compañía valenciana de Antonia Manuela y en 1685-86 de la de Miguel Vela, haciendo cuarto y quinto galán. Murió en Segovia en 1691 según consta en la carta de difuntos de la Cofradía de la Nobena.
Francisco Neguera
Natural de Galicia, fue, según la Genealogía, músico “de la Santa Yglesia de Santiago” hasta que se enroló, también como músico, en la compañía de Joseph Garzerán, casándose con una de sus criadas aunque “esta no salio a las tablas”. En 1676-77 formó parte de la compañía de Carlos Vallejo y Gregorio Antonio con la que actuó en el Patio de las Arcas de Lisboa. Quizá sea el Francisco Noguera que tenemos documentado en otras compañías.
Catalina Francisca
Compostelana, era criada de María Barba, actriz de la compañía de Joseph de Mendiola, el cual, estando en Lisboa en 1688, le ofreció actuar en los números musicales, y en ese rol participó en las actuaciones de la compañía en Galicia en el año 1689. Disuelta la misma en A Coruña se unió a la de María Álvarez, con la cual hizo “quartas damas” en Valencia en 1692. Paso luego a la compañía, también valenciana, de Juan Antonio Pernía (1699); actuó en Granada con la de Juan Ruiz (1702-03), en Valencia con Salvador de Navas (1704) y, de nuevo, con Juan Ruiz en 1705 en una gira que la compañía empezó en Alcalá.
Según el autor de la Genealogía, era conocida en la profesión como la Mellada y también como la Viuda o la Catuxa (diminutivo gallego de Catalina). Sus últimas actividades documentadas son con las compañías de Pedro de Alcántara (Toledo, 1707) y Joseph Garcés (Madrid, 1708), siempre haciendo papeles secundarios de cuartas o quintas damas.
Otros casos de actrices de origen gallego, son los de Teresa María la Gallega, documentada haciendo de sexta dama en 1705 en la compañía de Manuel de Villaflor, o la famosa Rosa Rodríguez la Gallega, amante del dramaturgo José Cañizares, que representó el papel de "Bruneta" en la obra de su amante Angélica y Medoro, estrenada en 1721 en el Palacio del Buen Retiro de Madrid por la compañía de José Prado, y también intervino en la Loa de la misma interpretando a "Diana". Hizo más tarde damas en varias compañías (José de Prado en 1722, Ignacio Serquera en 1723, y Antonio Vela en 1726), y en 1729 ingresó en un convento de Madrid.
Otros actores de probable origen gallego de los que tenemos algunos datos son Francisco el Gallego, Rodrigo Rodríguez (vecino de Santiago), Antonio Rodríguez el Gallego y Manuel Preciado. Este último falleció en Vigo en 1700, aunque no consta dónde había nacido
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