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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Secreta

De Enciclopedia Católica

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La secreta (del latín Secreta, sc. oratio secreta) es la oración que el celebrante dice en voz baja al final del ofertorio en la liturgia romana. Es la oración original y por mucho tiempo fue la única oración del ofertorio. Se dice en voz baja simplemente porque al mismo tiempo el coro canta el ofertorio, y heredó el nombre especial de secreta por ser la única oración que se decía en esa forma al principio. La recitación silenciosa del Canon (que a veces se le llama “Secreta”, como por Durando, "Rat. div. off.", IV, XXXV), no comenzó antes del siglo VI o VII; el cardenal Bona piensa que no fue hasta el siglo X (Rer. Liturg., II, 13 §1). Más aún, todas nuestras presentes oraciones del ofertorio son adiciones posteriores, no realizadas en Roma sino hasta el siglo XIV (ver ofertorio). Hasta entonces, el acto del ofertorio se realizaba en silencio, y la oración correspondiente que le seguía era nuestra secreta. Ya en las Constituciones Apostólicas, VIII, XII, 4, el celebrante recibía el pan y el vino y oraba “en silencio” (Brightman "Eastern Liturgies”, p. 14), sin duda por la misma razón, porque se cantaba un salmo.

Dado que es dicha en silencio, la secreta no es introducida por la invitación al pueblo: “Oremus”. Es parte del Propio de la Misa, que cambia en cada fiesta u ocasión y se construye de la misma forma que la colecta. La secreta también alude al santo u ocasión del día. Pero conserva su carácter especial ya que casi siempre (siempre en el caso de las antiguas) le pide a Dios que reciba los dones presentes, que los santifique, etc. Todo esto se encuentra exactamente como hoy en las primeras secretas que conocemos, las del Sacramentario Leonino. Ya allí la colecta, secreta, postcomunión y “Oratio ad populum” forman un grupo de oraciones relacionado y homogéneo. De manera que la multiplicación de las colectas en una Misa (vea colecta) conllevó una multiplicación correspondiente de secretas. Por cada colecta, se dice la correspondiente secreta.

El nombre “Secreta” se usa “Sacramentario Gelasiano”; en el libro Gregoriano estas oraciones tienen el título de “Super Oblata”. Ambos nombres aparecen frecuentemente en los primeros tiempos de la Edad Media. En el "Ordines Romani II" son: "Oratio super oblationes secreta" (P.L., LXXVIII, 973). En el rito galicano, hubo también una oración de ofertorio variable introducida por una invitación al pueblo (Duchesne, "Origines du culte", París, 1898, págs. 197-8), la cual no tiene un nombre especial. En Milán la oración llamada "Oratio super sindonem" (Sindon por el velo que cubre la oblata) se dice mientras se realiza el Ofertorio y otra “Oratio super oblata” sigue luego del Credo, justo antes del prefacio. En el rito mozárabe, luego de una invitación al pueblo, a la que responden: "Præsta æterne omnipotens Deus", el celebrante dice una oración que corresponde a nuestra secreta y continua inmediatamente con la memoria de los santos y la oración de intercesión. No tiene un nombre especial (P.L., LXXXV, 540-1). Pero, en estos otros ritos occidentales, esta oración se dice en voz alta. Todos los ritos orientales tienen oraciones, dichas ahora en silencio, luego de la gran entrada, cuando se llevan las ofrendas al altar y son ofrecidas a Dios, pero son invariables todo el año y ninguna de ellas puede compararse exactamente con nuestra secreta. Solo en general uno puede decir que los ritos orientales tienen oraciones que corresponden más o menos a nuestra idea del ofertorio, que se repite cuando el pan y el vino son llevados al altar.

Ya sea en la Misa mayor o rezada el celebrante, habiendo respondido “Amén” a la oración "Suscipiat Dominus sacrificium", dice en voz baja la secreta o secretas en el mismo orden que dice las colectas, encontrando cada una su lugar en la propia Misa. Termina la primera y última solo bajo la forma “Per Dominum nostrum” (como en las colectas). La última cláusula de la última secreta: “Per omnia sæcula sæculorum" se dice o se canta en voz alta, formando la "ekphonesis" antes del prefacio.


Bibliografía: DURANDO, Rationale divinorum officiorum, IV, XXXII: GIHR, The Holy Sacrifice of the Mass (tr. San Luis, 1908), 547-9.

Fuente: Fortescue, Adrian. "Secret." The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/13673b.htm>.

Traducido por Carolina Eyzaguirre Arroyo. rc