Uso Cristiano del Alfabeto
De Enciclopedia Católica
Los alfabetos hebreo, griego y latino han sido variamente usados en la liturgia cristiana. En la Semana Santa se canta el alfabeto hebreo, cada una de sus letras precede a uno de los versos de las Lamentaciones de Jeremías en maitines; al tener aquí, sin embargo, sólo un valor numérico, podrían ser sustituidas por el número uno, número dos, etc. El arreglo musical es ahora generalmente el mismo en todas las iglesias, el más antiguo conocido en la actualidad es el de la liturgia romana-gregoriana. El códice VII, aa 3, de la Biblioteca Municipal de Nápoles (siglo XII) tiene una melodía que varía con las letras; aquellas para los versos XVII, XIX y XXI tienen una forma sencilla, aquellos para los XVI y XX, una más elaborada; y, por último, las de versos XVIII y XXII, una forma que es poco más que una prolongación de la anterior. La forma simple reaparece más frecuentemente en los manuscritos, particularmente en el “Breviarium secundum consuetudinem curiae romanae", del siglo XIII. Fue probablemente cerca de esa época que se prefirió la forma simple a la variedad que había existido hasta ese momento.
ALFABETO DEL LITTERAE FORMATAE:
Las “litterae formatae“, o cartas comendaticias, tomaron su nombre a partir de los sellos que se les ponían; de hecho Sirmond cita un manuscrito Vaticano donde aparece la palabra sigillata en lugar de formatae. En estas cartas se utiliza el alfabeto griego en lugar de los signos numéricos. Con el fin de evitar el fraude o engaño, se dijo que los Padres del Concilio de Nicea habían formulado un decreto al efecto de que las litterae debían contener tal serie de letras, en adición a sus valores numéricos, según lo determinaría el origen del documento. Las iniciales dadas fueron las de las Tres Personas Divinas, H.Y.A; del Papa; del escritor y del destinatario del documento; por último, la letra del ciclo y la palabra AMHN. Por desgracia, los escritores no estaban bien instruidos; una litterae formatae de la Iglesia de Metz contiene un error de suma, y este no es un caso solitario. Las primeras colecciones medievales de formatae muestran que los errores eran frecuentes, por lo que en poco tiempo se hicieron medios de control para todos los intentos y propósitos literarios.
Bibliografía: Wagner, Leclerq, and Lejay in Dict. d'archéol. chrét. et de lit. (París, 1904), I, 1258-88; Duchesne, Orig. de culte chrétien Londres, 1903), 409, 417; Ruelle and Poirée, Le chant gnostico-magique (Solesmes, 1901).
Fuente: "Christian Use of the Alphabet." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 23 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/01333a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina