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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Jeroboam»

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([[Septuaginta]] `Ieroboám), nombre de dos reyes israelitas.
  
(Sept. `Ieroboám), nombre de dos reyes Israelitas.
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1.  Jeroboam I fue el primer gobernante del Reino del Norte después del [[cisma]] de las diez tribus. Era hijo de Nebat un efraimita, y el nombre de su madre era Seruá. Cuando aún era joven fue colocado por el rey [[Salomón]] a cargo de los tributos de [[Efraín]] y [[Manasés]] (I [[Reyes]] 11,28). En esa calidad él supervisaba los trabajos de los miembros de su tribu en la construcción de la fortaleza Mello en [[Jerusalén]] y de otras obras públicas, y naturalmente llegó a ser conocedor del descontento general causado por las extravagancias que marcaron el reinado de Salomón. Antes de finalizar el reinado de éste, Jeroboam recibió del profeta Ajías la [[profecía]] de que estaba destinado a reinar sobre diez de las tribus que, en castigo de la [[idolatría]] de Salomón, estaban a punto de romper su fidelidad a él y a su casa. Al mismo tiempo se le prometió que si Jeroboam era fiel al Señor su casa sería confirmada en autoridad sobre Israel (I Rey. 11,38). No seguro para esperar la muerte del rey, el [[tiempo]] establecido por el profeta para el cumplimiento de la promesa, Jeroboam instigó una revuelta que no tuvo éxito, y fue [[Obligación|obligado]] a huir, y se refugió con el Rey Sosaq en [[Egipto]], donde permaneció hasta la muerte de Salomón en 975 a.C. (o 938 de acuerdo con la [[cronología]] asiria).  
  
Jeroboam I fue el primer gobernante del Reino del Norte después del cisma de las Diez Tribus. Era hijo de Nathan un Efraimita, y el nombre de su madre era Sarua. Cuando aún era joven fue colocado por el Rey Salomón a cargo de los tributos de Efraín y Manasés (III Reyes, xi, 28). En esa calidad él vigilaba los trabajos de los miembros de su tribu en la construcción de la fortaleza Mello en Jerusalén y de otras obras públicas, y naturalmente llegó a ser conocedor del descontento general causado por las extravagancias que marcaron el reinado de Salomón. Antes de finalizar el reinado de éste, Jeroboam recibió del Profeta Ahías una insinuación de que estaba destinado a reinar sobre diez de las tribus que en castigo de la idolatría de Salomón estaban a punto de romper su fidelidad a él y a su casa. Al mismo tiempo fue prometido que si Jeroboam era fiel al Señor su casa sería confirmada en autoridad sobre Israel (III Reyes, xi, 38). No satisfecho a esperar la muerte del rey, el tiempo establecido por el profeta para el cumplimiento de la promesa, Jeroboam instigó una revuelta que no tuvo éxito, y fue obligado a huir, refugiándose con el Rey Sesac en Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Salomón en 975 a.c. (o 938 de acuerdo con la cronología Asiria). Después de este suceso regresó a Palestina, y fue hecho líder de la delegación enviada por los elementos insatisfechos de la población para pedir al nuevo rey Roboam aliviar las cargas que su padre había colocado sobre ellos. Apenas había Roboam imprudente y ásperamente rechazado su petición cuando diez de las tribus retiraron su lealtad a la casa de David y proclamaron a Jeroboam su rey, permaneciendo fieles a Roboam solamente las tribus de Judá y Benjamín. Jeroboam estableció su cuartel general en Siquén, y pronto agregó al político también un cisma religioso. Temiendo que los peregrinajes al templo en Jerusalén prescritos por la Ley pudieran ser ocasión para que la gente del Reino del Norte regresara a su vieja fidelidad, decidió proveerles algunos lugares de culto dentro de sus propias fronteras, y para este propósito erigió dos becerros dorados para ser adorados, uno en Bethel y el otro en Dan. También construyó templos en los altos lugares y los hizo servir por sacerdotes sacados de lo más bajo del pueblo (III Reyes, xii). El profeta Ahías anunció la venganza Divina que iba a venir sobre la casa de Jeroboam a causa de estas acciones malvadas (III Reyes, xiv), y en la continuación de la historia Israelita los peores hechos de los reyes son siempre referidos a la maldad de Jeroboam, el hijo de Nabat, quien indujo a Israel a pecar. Murió en 954 (o en 917) después de un reinado de veintidos años.
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Después de este suceso regresó a Palestina, y fue hecho líder de la delegación enviada por los elementos insatisfechos de la población para pedir al nuevo rey Roboam aliviar las cargas que su padre había colocado sobre ellos. Apenas había Roboam imprudente y ásperamente rechazado su petición, cuando diez de las tribus retiraron su lealtad a la casa de [[David]] y proclamaron a Jeroboam su rey, permaneciendo fieles a Roboam solamente las tribus de [[Judá]] y [[Benjamín]]. Jeroboam estableció su cuartel general en Siquem, y pronto agregó al político también un [[cisma]] religioso. Temiendo que las [[peregrinaciones]] al [[Templo de Jerusalén]] prescritas por la [[Ley]] pudieran ser ocasión para que la gente del Reino del Norte regresara a su vieja fidelidad, decidió proveerles algunos lugares de culto dentro de sus propias fronteras, y para este propósito erigió dos becerros dorados para ser adorados, uno en [[Betel]] y el otro en [[Dan]]. También construyó [[templo]]s en los altos lugares y los hizo servir por [[sacerdote]]s sacados de lo más bajo del pueblo (1Ry. 12). El profeta Ajías anunció la venganza Divina que iba a venir sobre la casa de Jeroboam a causa de estas acciones malvadas (1 Ry. 14), y en la continuación de la historia israelita los peores hechos de los reyes son siempre referidos a la maldad de Jeroboam, el hijo de Nebat, quien indujo a Israel a [[Pecado|pecar]]. Murió en 954 (o en 917) después de un reinado de veintidós años.  
  
Jeroboam II fue el duodécimo sucesor del anterior y el cuarto rey de la dinastía de Jehú. Sucedió a su padre Joás en 824 (o 783) y reinó cuarenta y un años. En 802 Rammanirar III, Rey de Asiria, emprendió una campaña a las “Tierras de Occidente”, y el Reino de Israel (País de Amri), junto con Siria y Fenicia, fue puesto bajo un opresivo tributo. Jeroboam, sin embargo, tomando ventaja de la condición debilitada de Siria, restableció hacia el norte y en otras direcciones los antiguos confines de Israel (IV Reyes, xiv, 25). Los éxitos militares y patrióticos de Jeroboam habían sido pronosticados por Jonás, hijo de Amathi (ibid.), y el Escritor Sagrado agrega que el Señor salvó a los Israelitas por la mano de Jeroboam, hijo de Joás. Desde el punto de vista político, Jeroboam fue un gobernante inteligente y enérgico, pero respecto a sus actividades religiosas, su reinado se resume en estas palabras: “Obró mal delante del Señor. En nada se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel” (IV Reyes, xiv, 24). Evidencias de la decadencia religiosa durante su reinado, próspero por otros aspectos, se encuentran en los escritos de los profetas Amós y Oseas, sus contemporáneos, quienes frecuentemente lanzan invectivas contra la idolatría y sus muchos males y degradación moral concomitantes. Jeroboam II murió en 783 (o 743).
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2.  Jeroboam II fue el duodécimo sucesor del anterior y el cuarto rey de la dinastía de [[Jehú]]. Sucedió a su padre Joás en 824 (o 783) y reinó cuarenta y un años. En 802 Rammanirar III, rey de [[Asiria]], emprendió una campaña a las “Tierras de Occidente”, y el Reino de Israel (País de Amri), junto con [[Siria]] y [[Fenicia]], fue puesto bajo un opresivo tributo. Jeroboam, sin embargo, tomando ventaja de la condición debilitada de Siria, restableció hacia el norte y en otras direcciones los antiguos confines de Israel (2 Ry. 14,25). Los éxitos militares y patrióticos de Jeroboam habían sido pronosticados por [[Jonás]], hijo de Ammittay (ibid.), y el Escritor Sagrado agrega que el Señor salvó a los israelitas por la mano de Jeroboam, hijo de Joás. Desde el punto de vista político, Jeroboam fue un gobernante inteligente y enérgico, pero respecto a sus actividades religiosas, su reinado se resume en estas palabras: “Obró [[mal]] delante del Señor. En nada se apartó de todos los [[pecado]]s de Jeroboam, hijo de Nebat, que hizo pecar a Israel” (2 Ry. 14,24). Evidencias de la decadencia religiosa durante su reinado, próspero en otros aspectos, se encuentran en los escritos de los profetas [[Amós]] y [[Oseas]], sus contemporáneos, quienes frecuentemente lanzan invectivas contra la [[idolatría]] y sus muchos males concomitantes y degradación [[moral]]. Jeroboam II murió en 783 (o 743).  
  
Ver LESÉTRE en VIGOUROUX Dict. de la Biblia, s. v.; COOKE en HASTINGS, Dict. de la Biblia, s.v.
 
  
Escrito por JAMES F. DRISCOLL
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'''Bibliografía''':  Ver LESÉTRE en VIGOUROUX Dict. de la Biblia, s. v.; COOKE en HASTINGS, Dict. de la Biblia, s.v.
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'''Fuente:'''  Driscoll, James F. "Jeroboam." The Catholic Encyclopedia. Vol. 8. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/08340a.htm>.
 
   
 
   
Transcrito por WGKofron
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Traducido por Daniel Reyes V.  L H M.
 
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Con agradecimientos a la Iglesia de Santa María, Akron, Ohio
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Traducido por Daniel Reyes V.
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Revisión de 02:40 13 ene 2009

(Septuaginta `Ieroboám), nombre de dos reyes israelitas.

1. Jeroboam I fue el primer gobernante del Reino del Norte después del cisma de las diez tribus. Era hijo de Nebat un efraimita, y el nombre de su madre era Seruá. Cuando aún era joven fue colocado por el rey Salomón a cargo de los tributos de Efraín y Manasés (I Reyes 11,28). En esa calidad él supervisaba los trabajos de los miembros de su tribu en la construcción de la fortaleza Mello en Jerusalén y de otras obras públicas, y naturalmente llegó a ser conocedor del descontento general causado por las extravagancias que marcaron el reinado de Salomón. Antes de finalizar el reinado de éste, Jeroboam recibió del profeta Ajías la profecía de que estaba destinado a reinar sobre diez de las tribus que, en castigo de la idolatría de Salomón, estaban a punto de romper su fidelidad a él y a su casa. Al mismo tiempo se le prometió que si Jeroboam era fiel al Señor su casa sería confirmada en autoridad sobre Israel (I Rey. 11,38). No seguro para esperar la muerte del rey, el tiempo establecido por el profeta para el cumplimiento de la promesa, Jeroboam instigó una revuelta que no tuvo éxito, y fue obligado a huir, y se refugió con el Rey Sosaq en Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Salomón en 975 a.C. (o 938 de acuerdo con la cronología asiria).

Después de este suceso regresó a Palestina, y fue hecho líder de la delegación enviada por los elementos insatisfechos de la población para pedir al nuevo rey Roboam aliviar las cargas que su padre había colocado sobre ellos. Apenas había Roboam imprudente y ásperamente rechazado su petición, cuando diez de las tribus retiraron su lealtad a la casa de David y proclamaron a Jeroboam su rey, permaneciendo fieles a Roboam solamente las tribus de Judá y Benjamín. Jeroboam estableció su cuartel general en Siquem, y pronto agregó al político también un cisma religioso. Temiendo que las peregrinaciones al Templo de Jerusalén prescritas por la Ley pudieran ser ocasión para que la gente del Reino del Norte regresara a su vieja fidelidad, decidió proveerles algunos lugares de culto dentro de sus propias fronteras, y para este propósito erigió dos becerros dorados para ser adorados, uno en Betel y el otro en Dan. También construyó templos en los altos lugares y los hizo servir por sacerdotes sacados de lo más bajo del pueblo (1Ry. 12). El profeta Ajías anunció la venganza Divina que iba a venir sobre la casa de Jeroboam a causa de estas acciones malvadas (1 Ry. 14), y en la continuación de la historia israelita los peores hechos de los reyes son siempre referidos a la maldad de Jeroboam, el hijo de Nebat, quien indujo a Israel a pecar. Murió en 954 (o en 917) después de un reinado de veintidós años.

2. Jeroboam II fue el duodécimo sucesor del anterior y el cuarto rey de la dinastía de Jehú. Sucedió a su padre Joás en 824 (o 783) y reinó cuarenta y un años. En 802 Rammanirar III, rey de Asiria, emprendió una campaña a las “Tierras de Occidente”, y el Reino de Israel (País de Amri), junto con Siria y Fenicia, fue puesto bajo un opresivo tributo. Jeroboam, sin embargo, tomando ventaja de la condición debilitada de Siria, restableció hacia el norte y en otras direcciones los antiguos confines de Israel (2 Ry. 14,25). Los éxitos militares y patrióticos de Jeroboam habían sido pronosticados por Jonás, hijo de Ammittay (ibid.), y el Escritor Sagrado agrega que el Señor salvó a los israelitas por la mano de Jeroboam, hijo de Joás. Desde el punto de vista político, Jeroboam fue un gobernante inteligente y enérgico, pero respecto a sus actividades religiosas, su reinado se resume en estas palabras: “Obró mal delante del Señor. En nada se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat, que hizo pecar a Israel” (2 Ry. 14,24). Evidencias de la decadencia religiosa durante su reinado, próspero en otros aspectos, se encuentran en los escritos de los profetas Amós y Oseas, sus contemporáneos, quienes frecuentemente lanzan invectivas contra la idolatría y sus muchos males concomitantes y degradación moral. Jeroboam II murió en 783 (o 743).


Bibliografía: Ver LESÉTRE en VIGOUROUX Dict. de la Biblia, s. v.; COOKE en HASTINGS, Dict. de la Biblia, s.v.

Fuente: Driscoll, James F. "Jeroboam." The Catholic Encyclopedia. Vol. 8. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/08340a.htm>.

Traducido por Daniel Reyes V. L H M.