Peldaños de altar
De Enciclopedia Católica
Al principio los altares no se erigieron sobre peldaños. Los que están en las catacumbas se construyeron sobre el pavimento, y en las iglesias por lo general fueron construidos sobre la confesión, o lugar donde se depositaban los restos de los mártires. En el siglo IV el altar se apoyaba sobre un peldaño sobre el piso del santuario.
En la actualidad el número de peldaños que conducen hasta el altar mayor son impares por razones simbólicas; por lo general tres, cinco o siete, incluyendo la plataforma superior (predela). Estos peldaños pasan alrededor del altar en tres lados. Pueden ser de madera, piedra o ladrillos, pero San Carlos (Instr. Sobre Edif. Ecl., XI, - § 2) prefería los dos o cuatro peldaños inferiores de piedra o de ladrillos, mientras que prescribe que la predela, en la que se para el celebrante, debe ser de madera. Los peldaños deben ser de cerca de un pie de ancho. La predela se debe extender a lo largo de la parte frontal del altar, con una anchura de unos tres pies y seis pulgadas, y en los lados del altar cerca de un solo pie. La altura de cada peldaño debe ser de alrededor de seis pulgadas. Los altares laterales deben tener al menos un peldaño.
Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Altar Steps." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 1 Mar. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/01356f.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.