Ilustración de la Biblia Historiale Mangeur Petrus de SMM, 10 B 23 folio 19r Koninklijke Bibliotheek, La Haya, Países Bajos 1372
Babel aparece en la
Vulgata sólo en
Génesis 11,9; la forma
Babilonia se encuentra en
Baruc 1,1.4; 2,22; 6,1-3; 1
Mac. 6,4; 2 Mac. 8,20, etc. La palabra se deriva del babilónico
bab-ilu, que significa "puerta de
Dios".
Génesis 11,9 sugiere un significado distinto basado en la derivación del nombre de la palabra
hebrea batál, confundir. La ciudad de Babilonia tenía varios nombres entre sus habitantes, por ejemplo, Ka-dingir, Babi-dingir, Tintir, Shu-un-na, etc. Los
profetas la llaman "hija de los caldeos" (
Isaías 47,1), y Sesak o Sesac (
Jer. 25,26; 51,41), una palabra variamente explicada por los
comentaristas.
Fue construida en el sitio de la moderna villa de Hille. Según Herodoto, una pared doble o quizás triple, de 50 codos de ancho y 200 codos de altura, rodeaba el pueblo y formaba un cuadrado de 120 estadios. El cuadrado de la pared interior medía 90 estadios de largo y 360 estadios de circunferencia. La
Biblia y las inscripciones cuneiformes le asignan una gran antigüedad a la ciudad, y los datos bíblicos (Gén. 11,1-9) acerca del material de las paredes son confirmados por el testimonio de las ruinas. «"Ea, vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego. Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa.»
La antigua ciudad poseía
templos maravillosos, palacios espléndidos y curiosos jardines. Entre los templos, dos merecen atención especial, E-sagila, el templo de Bel Merodach, en la costa oriental del Éufrates, y E-zida, el templo de
Nebo, al oeste del río. Las ruinas de estos
santuarios son probablemente idénticas a aquellas de Babil y Birs Nimrud, aunque las opiniones difieren acerca de Babil. Los edificios eran de forma piramidal y se levantaban en varias, normalmente siete, secciones en forma de escalón. La torre de pisos de Birs Nimrud cuenta con siete de estas plataformas cuadrangulares pintadas en siete colores, negro, blanco, amarillo, azul, escarlata, plata, y oro, y en el mismo orden sagrado hacia los dioses estelares, Adar (Saturno), Ishtar (Venus), Merodach (Júpiter), Nebo (Mercurio), Nergal (Marte), Pecado (la Luna), Shamash (el Sol). Se ha aprendido en las excavaciones en Nippur que la torre piramidal o
ziggurrat no constituían el todo del Templo babilónico. Este último tenía un patio interior y uno exterior, ambos casi cuadrados y casi de las mismas dimensiones; la torre ocupaba cerca de un tercio del área del patio interior, y cerca de ella se levantaba el templo propiamente dicho, donde se ofrecían los
sacrificios.
Podemos inferir por los descubrimientos hechos en Nippur y en Sippara que se encontrará que una
biblioteca y una
escuela habían estado relacionadas con los templos babilónicos. A la luz de estos descubrimientos la historia de la Torre de Babel (Gén 11,4) asume una nueva importancia, ya sea que identifiquemos sus restos con las ruinas de Birs Nimrud, con las del templo Bel en Nippur, o por último con las de Babil. Sin
duda alguna, no eran sus templos menos que sus palacios reales y sus jardines colgantes que hicieron de la ciudad de
Babilonia "gloriosa entre los reinos, el famoso
orgullo de los caldeos" (Is. 13,19). Nos encontramos con la ciudad en los primeros albores de la historia, y florece, a pesar de sus reveses temporales, hasta ser destruida finalmente por Seleuco Nicator. Incluso entonces los
judíos continuaron habitando algunos de los montículos de Babilonia hasta cerca de 1,000 d.C., después de lo cual el país fue entregado a las tribus errantes de
árabes, de acuerdo con las palabras del
profeta: "Allí tendrán aprisco bestias del desierto y se llenarán sus casas de mochuelos. Allí morarán los avestruces y los sátiros brincarán allí. Se responderán las hienas en sus alcázares y los chacales en sus palacios de recreo. Su hora está por llegar y sus días no tendrán prórroga." (Is. 13,21-22). (Vea
Torre de Babel,
Babilonia).
Bibliografia: RAWLINSON, The Five Great Monarchies of the Ancient Eastern World (Londres, 1879); KING, The Letters and Inscriptions of Hammurabi, King of Babylon (Londres, 1898); DELATTRE, Les Chaldéens jusqu' à la formation de l'empire de Nabuchodonosor (Lovaina, 1877); NIKEL, Genesis und Keilschriftforschung (Friburgo, 1903); ZIMERN, ed., SCHRADER, Die Keilinschriften und das Alte Testament (Berlín, 1903); KAULEN, Assyrien und Babylonien nach den neuesten Entdeckungen (Friburgo, 1899); HILPRECHT, Exploration in Bible Lands during the Nineteenth Century (Filadelfia, 1903); PETERS, Nippur or Explorations and Adventures on the Euphrates (Nueva York, 1897); BEZOLD, Ninive und Bablyon (2da ed. Bielefeld, 1903); cf. también HAGEN, Lex. Bibl. (París, 1905); PANNIER y LEVESQUE en VIG., Dict. de la Bible.
Fuente: Maas, Anthony. "Babel." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/02177b.htm>.
Traducido por Armando Llaza Corrales. L H M.
Selección de imágenes: José Gálvez Krüger