Vándalos

Pueblo germano perteneciente a la familia de los germanos del este. De acuerdo con Cornelio Tácito, se asentaron originalmente entre los ríos Elba y Vístula. En la época de la Guerra de los Marcomanos (166-181 d.C.), los vándalos vivieron en la región que se conoció como Silesia. Alrededor del año 271 el emperador romano Aureliano se vio obligado a proteger la zona media del curso del Danubio contra la invasión vándala. Al paso del tiempo Constantino el Grande (aproximadamente en el 330) les otorgó tierras en Panonia, a la diestra del Danubio. Tiempo después, por influencia del emperador Valens (364 – 378) aceptaron el cristianismo arriano, aún cuando había algunos vándalos ortodoxos dispersos, entre los cuales se encontraba Stilicho el ministro del emperador Honorio. En el 406 los vándalos avanzaron desde Panonia hasta España, tomando ruta por el camino de Gaul, provincia donde devastaron poblaciones terriblemente, para establecerse finalmente en 411. A partir del año 427 su rey fue Genserico (Gaiseric), quien desembarcó en el norte de África, en el año de 429, con aproximadamente 80,000 de sus seguidores. Es un punto de discusión si fue o no convocado a tierras africanas por el gobernador romano Bonifacio a causa de las intrigas de Aetius. La paz entre romanos y vándalos se concretó en 435, pero el rey Genserico rompió la tregua en 439, e hizo de Cartago la capital de su gobierno después de que saqueara cada rincón de esta ciudad. Durante los siguientes treinta y cinco años con el apoyo de una vasta flota, causó estragos a las costas de los Imperios Romanos de Oriente y Occidente . En 455, saqueó Roma por dos semanas continuas. Se afirma que la emperatriz Eudoxia le pidió a Genserico que la liberase de su aborrecible unión matrimonial con el emperador Petronius Maximus, quien fue el asesino de su legítimo esposo, Valentiniano III. Sin embargo esta historia es probablemente sólo una fábula. Se ha dicho que el 2 de junio de 455, Papa San León I Magno recibió a Genserico y le suplicó que se abstuviera de provocar incendios y cometer asesinatos y se conformara con practicar el pillaje. Se duda si la influencia del Papa salvó Roma; los vándalos sólo tenían en mente obtener botines producto de su rapiña, pero el saqueo no fue tan extremo como para justificar lo que la expresión “vandalismo” implicaría. A partir del año 462 el reino vándalo incluyó territorios africanos e islas del mar Mediterráneo, tales como Sicilia, Cerdeña, Córcega y las Islas Baleares, pero al igual que los otros reinos germanos en suelo romano, el reino de los vándalos en África inició su decadencia por la falta de unidad racial y religiosa entre los dos pueblos.

Los vándalos trataron a los católicos con mayor rudeza que a otros ciudadanos germanos. Los obispos católicos fueron castigados por Genserico con la cesantía, el exilio, o la muerte, mientras que los laicos fueron separados de sus cargos y frecuentemente sufrieron la confiscación de sus bienes. Se dice que Genserico fue originalmente católico y se convirtió al arrianismo alrededor del 428; esto es, sin embargo, sólo un rumor. Genserico protegió a sus súbditos católicos sólo hasta que sus relaciones con Roma y Constantinopla fueron amistosas, como en el periodo de los años 454-457, cuando la comunidad católica en Cartago, al no tener un líder, eligió a Deogracias como su obispo. Lo mismo sucedió durante los años 476-477 cuando el obispo Víctor de Cartenna le envió, durante un periodo de paz, una severa refutación del arrianismo y no sufrió castigo. Genserico fue una de las personalidades más poderosas de la era de las migraciones y el terror de los mares. Murió a edad avanzada un 25 de enero de 477. De acuerdo con la ley de sucesión, la cual él mismo había promulgado, no se le concedía el derecho de ascender al trono directamente a los hijos, sino al miembro más viejo perteneciente a la Casa Real de sexo masculino (Ley de antigüedad o de jerarquía). Según las disposiciones de esta Ley, el derecho de subir al trono lo ganó su incompetente hijo Hunerich (477-484), quien inicialmente protegió a los católicos, a causa de su temor a Constantinopla, pero llegado el año 482 los persiguió de las maneras más terribles. El rey Guntamund (484-496), quien era primo y sucesor de Hunerich, protegió a los católicos una vez más; tiempo después Thrasamund (496-523), movido por su fanatismo religioso, también fue hostil con los católicos, ante lo cual Hunerich no se detuvo y se alegraba realizando sus propias persecuciones aunque sin derramamiento de sangre. Hilderich (523-530) favoreció a los católicos y garantizó la libertad religiosa; en consecuencia los sínodos católicos fueron celebrados una vez más en el norte de África. La política de Hilderich tuvo la oposición de su primo Gelimer, quien levantó la bandera del nacional-arrianismo. Hilderich fue depuesto y asesinado en 533. Esto fue tomado como pretexto para efectuar una intervención por parte del emperador bizantino Justiniano. Gelimer fue vencido en 533 por Justiniano y en 534 por Belisario, el comandante de las fuerzas armadas del Imperio de Oriente; con esto el norte de África se convirtió en una provincia romana, de la cual fueron expulsados los vándalos. Gelimer fue tratado con honores y recibió cuantiosas fincas en Galicia. Le fue ofrecido el grado de patricio al cual tuvo que declinar por no querer cambiar su fe arriana.

Bibliografía: PAPENCORDT, Gesch. der vandalischen Herrschaft in Afrika (Berlin, 1837); DAHN, Die Konige der Germanen, I (Munich, 1861), 140-260; HODGKIN, Italia y sus Invasores, II (Londres, 1880); SCHMIDT, Gesch. der Vandalen (Leipzig, 1901); SCHWARZE, Untersuchungen uber die aussere Entwickelung der afrikanischen Kirche (Gottingen, 1892); GORRES, Kirche u. Staar im Vandalenreich Deutsche Zeitschrift fur Geschichtswissenschaft, X (Leipzig, 1893), 14-70; MARTROYE, Occident a epoque byzantine (Paris, 1904); IDEM, Genseric (Paris, 1907).

Fuente: Löffler, Klemens. "Vandals." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/15268b.htm>.

Traducido al español por Hanzel Carlos Cardoso L.