Coluccio di Pierio di Salutati
De Enciclopedia Católica
Humanista italiano, nació en Toscana en 1331; murió el 4 de mayo de 1406. Estudió en Bolonia y fue a Roma a comenzar su carrera como secretario pontificio para Urbano IV. Sentía pasión por las letras antiguas y desde 1368 mantuvo correspondencia con Petrarca. En 1375 fue llamado a Florencia para ser canciller o secretario latino para la república, oficio que ocupó hasta su muerte. Inmediatamente se convirtió en un asistente frecuente a las reuniones de los eruditos, las cuales se realizaban en el Convento de San Spirito y se reunían alrededor de Luigi de Marsiglii, teólogo y humanista (murió en 1394), y en la Villa Paradiso de los Alberti.
La vida de Salutati estaba llena principalmente con asuntos políticos y administrativos; así que se vio obligado a escribir varias obras contra el Duque de Milán. Entre sus obras hay tratados cortos, "De fato et fortuna", "De religione et fuga saeculi"; el único impreso es "De nobilitate legum et medicinae" (Venecia, 1542); pero la parte más interesante de sus obras es su correspondencia, de la cual Novati publicó una edición erudita; "Epistolario" (Roma, 1891). Los manuscritos de Salutati son bastante raros en las bibliotecas porque el gusto por el estilo latino cambió de repente. Æneas Sylvius (Papa Pío II) dijo que él puede haber tenido mérito en su tiempo, pero que los escritores modernos lo han obscurecido. Tan temprano como en 1401, Leonardo Bruni de Arezzo describió exactamente el círculo florentino en su diálogo y representó a Salutati como un anciano de otra generación.
La actividad de Salutati se realizó bajo dos formas especialmente fructíferas; recibió y guió muy bien a los jóvenes; trató a Poggio como a un hijo; protegió a Bruni, y dio la bienvenida con entusiasmo a Manuel Chrysoloras, cuya llegada a Florencia en 1396 fue el gran evento del Renacimiento a finales del siglo XIV. Usó su influencia para asegurarle a Chrysoloras una pensión de cien florines al año, y, anciano como era, tomó un curso de griego. Por otro lado, se dedicó a buscar manuscritos latinos; en 1375 consiguió de Verona una copia de Cátulo, el cual es todavía uno de los textos estándares del poeta (ahora en París, Bib. Nat., Latin 14137). También poseía el Propercio de Petrarca, y el mejor y más antiguo manuscrito de Tíbulo (Ambrosiano) estaba probablemente en su biblioteca. Petrarca estuvo sólo relacionado con una colección de las cartas de Cicerón, que constaba de las cartas a Ático y Quinto y la correspondencia entre Bruto y Cicerón. Mientras trataba de recobrar la copia de Petrarca, Salutati se topó con otra colección en 1389, la conocida como las “Cartas Familiares”; en 1392 logró que se copiara el manuscrito de Petrarca en Milán, y esta copia es ahora la principal autoridad para el texto. Fue el primero en poseer el tratado sobre agricultura de Cato, las elegías de Maximiano, la “Aratea” de Germánico, y el comentario sobre Donato del gramático Pompeyo. Equipado con estos medios de estudio pudo emprender asuntos de historia literaria. Probó que el tratado “De differentiis” no era de Cicerón. Bregó con el problema de Octavia, pero ahí se pasó de la raya. A él le debemos la distinción, que hace tiempo se considera incorrecta, entre Séneca el trágico y Séneca el filósofo.
Bibliografía: SABBADINI, Le scoperte dei codici latini e greci ne secoli XIVe XVe (Florence, 1905), 34; VOIGT, Die Wiederbelebung des classischen Altertums, I (Berlin, 1893), 190; SANDYS, A History of Classical Scholarship,II (Cambridge, 1908), 17.
Fuente: Lejay, Paul. "Coluccio di Pierio di Salutati." The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/13405b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina