Alfombras del altar
De Enciclopedia Católica
El santuario y escalones del altar mayor habitualmente se cubren con alfombras. Si el piso del santuario es de mármol, azulejos o maderaje teselado al menos una franja ancha de la alfombra debe colocarse antes del escalón más bajo in plano. Particularmente en fiestas solemnes, se reservan alfombras de fina calidad para la predela y los escalones del altar. Si no se puede cubrir todo el santuario y escalones, al menos la predela del altar mayor y de los otros altares deben tener una alfombra (Caerem. Episc., I, XII, 16). Las excepciones a esta regla: (1) Las alfombras se remueven desde el momento del desvestimiento del altar el Jueves Santo hasta el Sábado Santo; y se colocan de nuevo el Sábado Santo antes de la Misa. (2) Durante las Misas de Réquiem solemnes el piso del santuario y los escalones del altar deben estar desnudos, aunque se puede colocar una alfombra adecuada en la predela y, cuando un obispo celebra, en frente del faldistorio (Caerem. Episc., II, XI, 1). La misma autoridad menciona que la alfombra debe ser de color verde, pero puede ser de cualquier otro. Se debe tener cuidado que la alfombra no tenga tejidos de cruces, imágenes de los santos, emblemas, por ejemplo, cáliz, cordero, etc, y monogramas de los Santos Nombres, etc. ya que es impropio e indecoroso que se pisen las figuras de cosas sagradas. Estas observaciones se aplican igualmente a los pisos de mármol, azulejos, mosaicos, etc.
Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Altar Carpets." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01351c.htm>.
Traducido por L H M.