San Saturnino
De Enciclopedia Católica
Un día lo apresaron y por encima de su firme negativa de sacrificar a los ídolos, lo condenaron a ser atado por los pies a un toro, él que lo arrastró por todo el pueblo hasta que se rompió la cuerda. Dos mujeres cristianas recogieron piadosamente sus restos y los enterraron en una zanja profunda, para que no fueran profanados por los paganos. Sus sucesores, Santos Hilario y Exuperio, le dieron el más honorable entierro. Una iglesia fue erigida en el lugar donde el toro se detuvo, la cual existe todavía, y es llamada la iglesia del Taur (el toro). El cuerpo del santo fue transferido muy tempranamente y aún esta preservado en la Iglesia de San Sernin (o Saturnino), una de las más antiguas y bellas del sur de Francia. Su fiesta fue incluida en el Martirologio Jeronimiano para el 29 de noviembre, y su culto llegó hasta el exterior. El relato de sus actas fue enriquecido con varios detalles, y existen leyendas que relacionan su nombre con el comienzo de las iglesias de Eauze, Auch, Pamplona y Amiens, pero éstas carecen de fundamentos históricos.
Bibliografía: RUINART, Acta Martyrum (Ratisbona, 18569), 177-80; Gregorii Turonensis opera Hist. Francorum, ed. ARNDT AND KRUSCH, I (Hanover, 1884), XXXIX; TILLEMONT, Hist. ecclesiastique, III (París, 1701), 297; LABAN, Vie de Saint Saturnin (Tolosa, 1864); DUCHESNE, Fastes épiscopaux de l ancienne Gaule (París, 1894), 25, 295.
Fuente: Dégert, Antoine. "St. Saturninus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/13486b.htm>.
Traducido por Esteban Philipps. L H M