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Aun así, en otro y más amplio sentido del término, el cual es el más usual y es el seguido en este artículo, la cristiandad incluye no sólo a la Iglesia Católica, sino, junto con ella, las muchas otras comuniones religiosas que se han separado de ella directa o indirectamente, y aun así, aunque tanto en conflicto con ella como entre ellas mismas sobre varios puntos de [[doctrina cristiana|doctrina]] y práctica, concuerdan con ella en esto: que todas ven a Nuestro Señor Jesucristo como el fundador de su fe, y reclaman que su enseñanza es la regla de sus vidas. Puesto que cuando estas comunidades separadas se juntan todas suman un vasto número de [[alma]]s, esta extensión del término “cristiandad” para incluirlas tiene su sólida justificación. Por otro lado, si se acepta, ya no se hace posible hablar de la unidad de la cristiandad, sino más bien de una cristiandad rota por divisiones y que ofrece a los ojos el más triste espectáculo. Y entonces surge la pregunta: ¿Continuará este [[escándalo]] por siempre? La [[Santa Sede]] nunca se ha cansado de apelar a [[tiempo]] y a destiempo por su remoción, pero sin encontrar mucha respuesta de un mundo que ha aprendido a vivir contento dentro de sus encerramientos [[secta]]rios. Felizmente un nuevo [[espíritu]] ha venido últimamente sobre estos cristianos disidentes, muchos de los cuales se están volviendo agudamente sensitivos a los efectos paralizantes de la división y ha surgido un movimiento de reconciliación activo. Si está lejos de estar tan expandido y sólido como uno quisiera, por lo menos lo acarician [[mente]]s devotas en ambos lados. | Aun así, en otro y más amplio sentido del término, el cual es el más usual y es el seguido en este artículo, la cristiandad incluye no sólo a la Iglesia Católica, sino, junto con ella, las muchas otras comuniones religiosas que se han separado de ella directa o indirectamente, y aun así, aunque tanto en conflicto con ella como entre ellas mismas sobre varios puntos de [[doctrina cristiana|doctrina]] y práctica, concuerdan con ella en esto: que todas ven a Nuestro Señor Jesucristo como el fundador de su fe, y reclaman que su enseñanza es la regla de sus vidas. Puesto que cuando estas comunidades separadas se juntan todas suman un vasto número de [[alma]]s, esta extensión del término “cristiandad” para incluirlas tiene su sólida justificación. Por otro lado, si se acepta, ya no se hace posible hablar de la unidad de la cristiandad, sino más bien de una cristiandad rota por divisiones y que ofrece a los ojos el más triste espectáculo. Y entonces surge la pregunta: ¿Continuará este [[escándalo]] por siempre? La [[Santa Sede]] nunca se ha cansado de apelar a [[tiempo]] y a destiempo por su remoción, pero sin encontrar mucha respuesta de un mundo que ha aprendido a vivir contento dentro de sus encerramientos [[secta]]rios. Felizmente un nuevo [[espíritu]] ha venido últimamente sobre estos cristianos disidentes, muchos de los cuales se están volviendo agudamente sensitivos a los efectos paralizantes de la división y ha surgido un movimiento de reconciliación activo. Si está lejos de estar tan expandido y sólido como uno quisiera, por lo menos lo acarician [[mente]]s devotas en ambos lados. |
Revisión de 01:02 22 oct 2009
La Iglesia Católica es por mucho la más grande, la más extendida y la más antigua de las comuniones cristianas en el mundo, y además es el tronco poderoso de donde se separaron en un tiempo u otro las otras comuniones auto-denominadas cristianas. Entonces, si limitamos la aplicación del término “cristiandad” a esto, su expresión más auténtica, la unidad de la cristiandad no es un ideal perdido que debe ser recuperado, sino una realidad estupenda que siempre ha estado en posición estable. Pues no sólo esta Iglesia Católica ha enseñado siempre que la unidad es la nota esencial de la verdadera Iglesia de Cristo, sino que a través de su larga historia ella se ha distinguido, para sorpresa del mundo, por la más conspicua unidad de fe y gobierno; y todo esto a pesar de que en todo tiempo ha abarcado dentro de su redil nacionalidades de los más diversos temperamentos, y ha tenido que luchar con incesantes oscilaciones de especulación mental y poder político.
Aun así, en otro y más amplio sentido del término, el cual es el más usual y es el seguido en este artículo, la cristiandad incluye no sólo a la Iglesia Católica, sino, junto con ella, las muchas otras comuniones religiosas que se han separado de ella directa o indirectamente, y aun así, aunque tanto en conflicto con ella como entre ellas mismas sobre varios puntos de doctrina y práctica, concuerdan con ella en esto: que todas ven a Nuestro Señor Jesucristo como el fundador de su fe, y reclaman que su enseñanza es la regla de sus vidas. Puesto que cuando estas comunidades separadas se juntan todas suman un vasto número de almas, esta extensión del término “cristiandad” para incluirlas tiene su sólida justificación. Por otro lado, si se acepta, ya no se hace posible hablar de la unidad de la cristiandad, sino más bien de una cristiandad rota por divisiones y que ofrece a los ojos el más triste espectáculo. Y entonces surge la pregunta: ¿Continuará este escándalo por siempre? La Santa Sede nunca se ha cansado de apelar a tiempo y a destiempo por su remoción, pero sin encontrar mucha respuesta de un mundo que ha aprendido a vivir contento dentro de sus encerramientos sectarios. Felizmente un nuevo espíritu ha venido últimamente sobre estos cristianos disidentes, muchos de los cuales se están volviendo agudamente sensitivos a los efectos paralizantes de la división y ha surgido un movimiento de reconciliación activo. Si está lejos de estar tan expandido y sólido como uno quisiera, por lo menos lo acarician mentes devotas en ambos lados.
Al resumir en este artículo los varios asuntos que atañen sobre este asunto de la unidad de la cristiandad, su falta presente, y las esperanzas de su restauración, se considerarán los siguientes puntos:
Contenido
Principios de la Unidad de la Iglesia
Unidad de la Iglesia Primitiva
Divisiones de la Cristiandad y sus Causas
Movimientos Conciliatorios en el Pasado
Movimientos Conciliatorios en el Presente
Condiciones para la Reunión
Perspectivas de Reunión
Bibliografía:
Cartas Papales:
PIO IX, En suprema (enero 1848), Arcano Divinoe Providentioe and Jam vos omnes novistis (sept. 1868); LEON XIII, Orientalium dignitas Ecclesiarum (nov. de 1893); Proeclara gratulationis (junio de 1894), Amantissima voluntatis (abril de 1895), Satis cognitum (junio de 1896); PIO X, Ex quo nono (dic. de 1910).
FRANZELIN, De traditione (Roma, 1875), De ecclesia Christi (1877); BATIFFOL, Catolicismo Primitivo, tr. (Londres, 1911); PESCH, Proelecctiones dogmaticoe, I (Friburgo, 1909); BOTALLA, La Suprema Autoridad del Papa (Londres, 1868); RIVINGTON, La Iglesia Primitiva y la Sede de Pedro (Londres, 1894); HERGENRÖTHER, Handbuch der allgemeinen Kirchengeschichte (3 vols., Ratisbona, 1876-80); MORÈRE, Histoire et filiation des hérésies (París, 1881); Photii Opera in P. G., CI-III; WILL, Acta et Scripta quoe de controversiis Ecclesioe Groecoe et Latinoe soeculo XI composita extant (Leipzig, 1861); HERGENRÖTHER, Photius (3 vols., Ratisbona, 1867); BRÉHIER, Le schisme oriental du XIme siècle (París, 1899); DUCHESNE, Eglises séparées (París, 1896); FORTESCUE, La Iglesia Ortodoxa Oriental (Londres, 1906); DEMETRAKOPOULOS, Historia tou schismatos tes latinikes ekklesias apo tes orthodoxoui ekkenikes (Leipzig, 1867); KYRIAKOS, Geschichte der orientalischen Kirchen (traduc. del griego al alemán, Berlín, 1902); FFOULKES, Divisiones de la Cristiandad (2 vols., Londres, 1867); HORE Dieciocho Siglos de la Iglesia Ortodoxa Oriental (Londres, 1899); MOURAVIEF (tr. BLACKMORE), Historia de la Iglesia de Rusia (Londres, 1842); SILBERNAGL, Verfassung und gegenwärtiger Bestand sämtlicher Kirchen das Orients (2da ed., Ratisbona, 1904); DÖLLINGER, Die Reformation in seine Entwickelung und Wirkungen (3 vols., Ratisbona, 1843); JANSEN, Geschichte des deutschen Volkes, II-V (Friburgo, 1882-86); PASTOR, Geschichte der Päpste, III-V (1889-1909); CREIGHTON, Historia del Papado Durante la Reforma (5 vols., Londres, 1882-86); HERING, Historia de los Esfuerzos de Reconciliación Hechos desde la Reforma (Leipzig, 1836); GAIRDNER, Historia de la Lolardía y la Reforma (3 vols., Londres, 1908); LINGARD, Historia de Inglaterra, V, VI (Londres, 1883); DIXON, Historia de la Iglesia de Inglaterra (4 vols., Londres, 1878-91).
THEINER, Vetera monumenta Polonioe et Lituanioe historiam illustrantia (2 vols., Roma, 1861-3); LIKOWSKI, Union zu Brest, Trad. del polaco al alemán por JEDZINK (Friburgo, 1904); LESCOEUR, La persécution de l'Église en Lithuanie, 1865, 1872, Trad. al francés del polaco (París, 1873); MICHEL, L'Orient et Rome, Etude sur l'union (París, 1895); PALMIERI, Chiesa Russa (Florencia, 1908); WILBOIS, L'avenir de l'Église russe (París, 1907); FRANCO, Difesa di Cristianesimo per l'unione delle chiese (Roma, 1910); CHAPMAN, Los Primeros Ocho Concilios Generales (Londres, 1906); URBAN, De iis quoe theologi Catholici proestare possint et debeant erga Ecclesiam russicam, oratio habita in Conventu Velehradensi (Praga, 1907); HARPER, Paz a través de la Verdad, Primera Serie (Londres, 1866); MANNING, Inglaterra y la Cristiandad (Londres, 1867); NEWMAN, Carta del 3 de marzo de 1866 a Ambrose Phillips de Lisle en WARD, Vida de Newman, II (Londres, 1912), 115; PALMER, Notas de una visita a la Iglesia Rusa con Prefacio por NEWMAN (Londres, 1882); BIRKBECK, Rusia e Inglaterra durante los Últimos Cincuenta Años, correspondencia entre Mr. William Palmer y M. Khomiakoff, en los años 1844-54 (Londres, 1895); SOLOVIEV, La Russie et l'Église universelle (París, 1889); D'HERBIGNY, Wladimir Soloviev, un Newman Russe (París, 1911); PUSEY, Eirenicon; Carta al Dr. Newman; Segunda Carta al Dr. Newman: ¿Es Posible una Reunión Saludable? (Londres 1865, 1867, 1870); WARD, Vida del Cardenal Newman (Londres, 1912); DÖLLINGER, Reunión de las Iglesias (tr. Londres, 1872); OBISPOS ANGLICANOS: Encíclicas Lambeth, con las Resoluciones e Informes (Londres, 1888, 1897, 1908); La Comunión Anglicana en Relación con otros Cuerpos Cristianos en Papeles Pananglicanos (Londres, 1908); GORE, Órdenes y Unidad (Londres, 1909); SPENCER-JONES, Inglaterra y la Santa Sede, con Introducción por HALIFAX (Londres, 1902); Roma y la Reunión (Londres, 1904); MCBEE, Itinerario Irénico (Londres, 1911); HALIFAX, León XIII y las Órdenes Anglicanas (Londres, 1912); MATURIN, El Precio de la Unidad (Londres, 1912); MCBEE, Itinerario Irénico (Londres y Nueva York, 1911); LANG, Reunión en la Tableta (Londres, mayo de 1912), 763-64.
Revistas dedicadas a trabajar por la reconciliación:
Bessarione (Roma, 1896); Revue de l'Orient Chrétien (París, 1896); Echos d'Orient (París, 1897--); Slavorum Litteroe theologicoe (Praga, 1905--); Ekklesiastike, órgano del Phanar (Constantinopla, 1880--); Eirene, el órgano del A.E.O.C.U. (Londres, 1908--); Revista de Reunión (Londres, octubre de 1909 - marzo de 1911).
Fuente: Smith, Sydney. "Union of Christendom." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912.
<http://www.newadvent.org/cathen/15132a.htm>.
Traducido por L H M.