Vigilanti Cura

Encíclica de Pío XI del 29 de junio de 1936 sobre el cine y sus peligros en lo moral y en lo educativo que da pautas para su correcto uso al episcopado de los Estados Unidos. Hace el encomio de la Liga de la decencia, formada para poner freno a la maldad del arte cinematográfico que por medio de imágenes luminosas presenta a la vista del espectador los delitos, los crímenes y los vicios. Tiene como precedente la Encíclica “Divini illius Magistri”, en la que el mismo Papa decía que estos medios de divulgación, pueden ser, si están inspirados por sanos principios, de gran utilidad para la instrucción y educación. “Vigilanti cura” ve este fenómeno como un don de Dios, y por tanto, dice que es necesario y urgente procurar que los progresos del arte se ordenen a la gloria de Dios y a la salvación de las almas. Recuerda, que a pesar de las intenciones de la “Liga de la decencia”, no se pudieron alcanzar las metas deseadas, lo que movió a los obispos norteamericanos a fundar la “Legión de la decencia”, como una cruzada a favor de la moralidad pública, cuya finalidad debía ser reverdecer los ideales de la honestidad natural y cristiana. Los frutos obtenidos fueron el impulso a las creaciones originales y el rescate de obras antiguas. Además se observó el regreso de los que se habían apartado del cine. El papa advierte que había que tener una vigilancia constante, para evitar que los productores volvieran de nuevo a los antiguos métodos de antes, y siguieran haciendo del cine una escuela de corrupción, en lugar del precioso instrumento de educación y de elevación de la humanidad a que está llamado a ser.

José Gálvez Krüger 02-03-2009

No existe todavía traducción oficial al castellano. Este vínculo remite a la versión italiana: http://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_29061936_vigilanti-cura_it.html