Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Sábado, 21 de diciembre de 2024

Teofrasto Paracelso

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar
Paracelso
D061 B.jpg
Mano con aforismos hipocráticos
IMG 0771.jpg
Renaissance3.jpg
Famoso médico y reformador de la terapéutica, nacido en Sihlbrücke, cerca de Einsiedeln, en el cantón de Schwyz, el 10 nov., 1493 y muerto en Salzburgo el 24 de sept. De 1541. También es conocido como Teofrasto de Hohenheim, Eremita (de Einsiedeln), t Teofrasto Bombastus von Hohenheim. Su familia procedia de Würtemberg, donde la noble familia Bombastus poseyó el castillo ancestral de Hohenheim, cerca de Stuttgart hasta 1409. Paracelsus es la forma latina de uso común entre los alemanes cultos de su tiempo. Wilhelm Bombast von Hohenheim médico del monasterio de Einseideln y padre de Teofrasto cambió la residencia familiar a Villach in Carinthia (ca. 1502), donde era el médico de la ciudad, al morir ( 8 sep. 1534).

Paracelso menciona como sus primeros maestros a su padre, a Eberhard Paumgartner, obispo de Lavant, a Matthæus Schacht, obispo de Freising. Fue iniciado en los misterios de la alquimia por Joannes Trithemius (1462-1516), abad de Sponheim, además de una larga estancia en los laboratorios de Sigmund Fugger en Schwaz donde se familiarizó con la metalurgia. Tuvo toda su inquieta vida de viajero. Asistió a las más importantes universidades de Alemania, Francia Italia y en 1526 fue a Estrasburgo donde, siendo ya doctor, su unió al gremio de cirujanos. Ese mismo año fue nombrado, probablemente por la influencia de Oecolampadio, el teólogo y de Juan Frobenius, el publicista, para el oficio de médico de la ciudad de Basilea al que iba unido el privilegio de dar clases en la universidad.

Su enseñanza, así como su oposición al sistema prevalente Galeno-arábigo, el quemar los libros de Avicena en una plaza pública, el tono polémico de sus discursos que, contra la costumbre, eran pronunciados en alemán, sus disensiones con la facultad, ataque sobre la avaricia de los boticarios y hasta cierto grado también su éxito como médico, todo ello le atrajeron el odio de las que poseían autoridad. En febrero huyó de Basilea a Colmar. Como un vagabundo su vida posterior pasó en continuo ir i venir, rodeado por una tropa de aventureros, con reputación de charlatán pero siguiendo observando todo con mucho interés y ocupado en la composición de numerosas obras. En 1529 le encontramos en Nüremberg, poco después en Beritzhausen, en Amberg, en 1531 en St. Gall, Innsbruck, en 1534 en Sterzing y Meran, en 1535 en Bad Pfäffers, Augsburg, 1537 en Viena, Presburg, Villach, y finalmente en Salzburgo, donde falleció de muerte natural y fue enterrado según su voluntad en el cementerio de S. Esteban. La tumba actual en el porche de S. Esteban fue levantada en 1752 por un desconocido. Según las investigaciones el retrato del monumento el del padre del Paracelso. Paracelso no sólo no se unió a las filas de los reformadores sino que mostró aversión a toda forma de religión. Sin embargo una cláusula de su testamento que arregla unas misas de réquiem indicaría que a su muerte se consideraba miembro de la Iglesia.

Paracelso es un fenómeno en la historia de la medicina, un genio reconocido tardíamente que con su impetuosidad intentó cambiar el viejo orden de las cosas, creándose por ello amargos antagonismos. Intentó sustituir por algo mejor lo que veía anticuado y erróneo en la terapéutica, cayendo en la equivocación de otros reformadores violentos que durante el proceso de reconstrucción, desestiman el trabajo de sus contemporáneos. No estaba en contacto con el movimiento humanista o con el estudio de la anatomía que entonces se hacía seriamente, que eran los más importantes factores de la reorganización. Dejando aparte sus grandes servicios en algunos campos permanece solo y sin ser entendido. Su influencia se sintió especialmente en Wittenberg pero sólo en unas pocas escuelas alemanas, mientras que se le excluía en toda Italia.

Buscaba las causas de los cambios patológicos no en los humores cardinales, sangre, flema, bilis amarilla y negra ( patología humoral) sino en las entidades, que dividía en ens astrorum (influencia cósmica que difería con el clima y el país), ens veneri (materia tóxica originada en la comida) causa de enfermedades contagiosas, ens naturale et spirituale ( constitución defectuoso mental o física) y ens deale ( una aflicción enviada por la Providencia). Las enfermedades conocidas como tartáricas, especialmente la gota y la litiasas, son causadas por el depósito de determinadas toxinas (ácido tartárico) y que se disuelven con el test de la orina y se curan por medios alcalinos.

Como los seguidores de Hipócrates, prescribe la observación de la naturaleza y dietas dirigidas pera da demasiada importancia ala experiencia (empiricismo). En la naturaleza todas las sustancias tiene dos clases de influencias, una buena (essentia) y otra mala (venena), que se separan por medio de la alquimia. Requiere experiencia reconocer esencias en cuanto tales y emplearlas en el momento oportuno. Su intención era descubrir un remedio (arcanum) para cada enfermedad.

Precisamente aquí, sin embargo, es donde erró, ya que no pocas veces sacaba conclusiones respecto a ala disponibilidad de ciertos remedios de señales puramente externas, e.g., cuando enseñó pinchar con los pinchos de los cardos cura las inflamaciones internas. Este estilo de recetas fue desarrollado más tarde por Rademacher, y hasta cierto punto por Hahnemann.

Aunque las teorías de Paracelso contrastadas con el sistema galeno-arábigo, no indican avance, en tanto en cuanto que ignoran completamente el estudio de la anatomía, sin embargo su reputación como reformador de la terapéutica se justifica porque abrió nuevos caminos a la ciencia. Se le puede considerar como el fundador de la materia médica moderna y pionero de la química científica, puesto que antes de su tiempo la ciencia medica no recibía ninguna ayuda de la alquimia. A él se debe el uso de mercurio para la sífilis así como un cierto número de otros remedios metálicos probablemente resultado de sus estudios con Schwaz, y parcialmente su conocimiento de la mina de mercurio en Idria.

Fue el primero en señalas el valor de las aguas minerales, p-ej. agua pfäffer, hasta intentando producirlas artificialmente. Conoció la tintura de gallnut como agente reactor para las propiedades del agua mineral. Mostró preferencias por las hierbas nativas de las que obtenía “esencias” y “tinturas con las que trataba de remplazar las curiosas y mezclas tan populares en su tiempo. Desde un punto de vista ético sus nobles ideales de la profesión médica, su amor por los pobres y su piedad deben ser alabadas. El examen de sus obras desmiente la acusación de embriaguez que tan frecuentemente le dirigían sus enemigos.

En general, Paracelso dictaba sus obras y las legaba a sus amigos para que las publicaran. Su nombre, muy conocido, fue utilizado falsamente con frecuencia, de manera que más tarde fue necesario trazar una línea entre los escritos auténticos y los falsos. Los auténticos se caracterizan por un estilo simple, directo e inteligible. Schubert-Sudhoff, "Paracelsusforschungen" (Frankfort del Main, 1887-89); Sudhoff, "Bibliographia Paracelsica" (Berlin, 1894); Idem, "Versuch einer Kritik der Echtheit der Paracelsischen Schriften" (Berlin, 1894-99). La mejor de las ediciones colectivas que sin embargo incluyen alguna obra no auténtica, es la de Huser (Basilea, 1589-91, 10 vols.; Frankfort, 1603, 3 vols.; Strasburg, 1616). Se puede encontrar un alista de los escritos auténticos y falsos en Albr. von Haller, "Bibliotheca medicinæ practicæ", II (Basilea 1777), 2-12.

Entre sus más importantes obras se debe mencionar: "Opus Paramirum" I, II, re-editada por Franz Strunz (Jena, 1904), que contiene el sistema de Paracelso; "Drei Bücher von den Franzosen" (enfermedades venéreas y sífilis); "Grosse Wundarznei, über das Bad Pfäffers, über die Pest in Sterzing".


Bibliografía

FERGUSON, Bibliographia Paracelsica (Glasgow, 1877); The Hermetic and Alchemical Writings of Aureolus Philippus Theophrastus Bombast; ed. WAITE (London, 1894); HARTMANN, The Life of Paracelsus and the Substance of his Teachings (London, 1886); MOOK, Theophrastus Paracelsus (Würtzburg, 1876); ABERLE, Grabdenkmal, Schädel und Abbildungen des Theophrastus Paracelsus (Salzburg, 1891); STRUNZ Theophrastus Paracelsus sein Leben und Persönlichkeit (Leipzig, 1903).

LEOPOLD SENFELDER.


Transcrito por Thomas J. Bress.

Traducido por Pedro Royo.