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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Takkali

De Enciclopedia Católica

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(Más apropiadamente Takhehi, en plural Takhehlne)

Nombre híbrido con el que fueron originariamente conocidos los Indios Carriers del interior norte de la Columbia Británica por los comerciantes de pieles, quienes a veces comprendían en esa denominación también a las tribus Chilcotin y Babine. Los Carriers propiamente dichos habitan aldeas más o menos permanentes diseminadas desde los afluentes del Lago Tatla en el norte a Alexandria en el sur o del (paralelo) 55º 15' al 52º 30' de latitud Norte. Están subdivididos en una cantidad de grupos, basados principalmente en diferencias de lenguaje, todos los cuales pueden reducirse a dos ramas principales: los Carriers superiores y los inferiores, corriendo la línea de demarcación entre los lagos Fraser y Stuart. Hoy cuentan con 1612 individuos, distribuidos en doce aldeas. Podemos señalar que bajo la alentadora asistencia de los misioneros, la población de algunas de esas aldeas ha estado incrementándose constantemente en los últimos años. Esto no se puede decir de sus vecinos del sur, los Chilcotins, una horda más bien nómada ahora establecida temporalmente a lo largo del valle del Chilcotin. Todavía en 1864 contaban en total con 1.500 almas; pero los ataques de la viruela y otras causas han reducido su población a unos 450. Cuando los Babines, en el Norte, fueron visitados por primera vez por los blancos, aquellos de entre ellos que reclamaban como su hogar el valle del lago que lleva su nombre se enorgullecían de tener ellos solos una población de al menos 2.000 (individuos). Junto con sus congéneres del río Bulkley ahora no cuentan más que 430 almas.

Socialmente hablando los Carriers y los Babines adoptan el matriarcado, siendo entre ellos la sucesión a los títulos y a la propiedad a través de la línea femenina. Están gobernados de algún modo por jefecillos hereditarios, que poseen ellos solos la tierra en la que los miembros de su clan cazan en beneficio de sus respectivos cabecillas. Las tribus se dividen en un cierto número de clanes, que a los ojos de los nativos son el origen de un parentesco tan estricto al menos como la consanguinidad lo es para nosotros. Antes de la llegada de los misioneros la principal tarea de estos jefes, o nobles, era dar ruidosas fiestas, llamadas "potlatches" en la costa del pacífico Norte, que consistían en la distribución pública a miembros de clanes diferentes del de los donantes, de comestibles, pieles preparadas, mantas, y otras piezas de ropa de vestir. Estas liberalidades generalmente celebraban el fallecimiento de algún individuo. Tenían que ser escrupulosamente correspondidas tan pronto como una ocasión similar se presentaba a los destinatarios de las mismas. Los Chilcotins conocían también esos "potlatches", pero entre ellos la herencia seguía el principio patrilineal, y sus jefes tenían más poder porque eran menos numerosos y desconectados del sistema de clanes. Entre ellos, el hijo de un jefe sucedía a su padre, en vez de que un sobrino tomara el puesto de su tío materno como entre los Carriers y los Babines. Del mismo modo, mientras estas dos últimas tribus quemaban a sus muertos, los Chilcotins los enterraban habitualmente en colinas u oteros. Los miembros de las tres tribus creían en la inmortalidad del alma, y seguían el sistema religioso esbozado en el artículo DÉNÉS, donde se encontrará la razón para sus nombres de Carrier y Babine.

El primer contacto de los Carrier con los blancos data de 1793; los Chilcotins se encontraron por primera vez con ellos en 1808 y los Babines en 1812, en tanto que las primeras nociones que obtuvieron de la religión de los recién llegados procedió de los criados católicos de los que comerciaban con ellos. En 1842 los Carriers recibieron a su primer misionero en la persona del Rvdo. M. Demers, y cuatro años después el Padre J. Nobili no sólo siguió su itinerario sino que también evangelizó a los Babines. La buen semilla distribuida por esos apóstoles no pudo, sin embargo, llegar a germinar completamente antes de la primavera de 1873, cuando una misión permanente fue establecida por el Padre J-M. LeJacq, O.M.I., en las orillas del Lago Stuart, desde donde periódicamente visitaba las aldeas Carriers y Babines. Los menos sedentarios Chilcotins ya habían recibido algunas visitas de este sacerdote desde 1867, fecha de la fundación de la misión de St. Joseph, a cierta distancia de sus tierras. Los Carriers, especialmente, probaron ser fáciles de atraer a los modos católicos de pensar, y al correr de los años todos ellos estaban plenamente convertidos a la religión católica. Tal era el estado de los asuntos cuando A.G. Morice dejó el Norte después de una estancia de diecinueve años entre los Carriers. Aunque igual de religiosamente propensos, a los Babines les llevó más tiempo alcanzar plenamente el nivel moral presentado a su apreciación. Hoy todos esos aborígenes son católicos, y la conducta de la mayoría de ellos es un honor a la fe que profesan.

MACKENZIE, Voyages from Montreal to the Frozen Pacific Ocean (2 vols., Londres, 1801); HARMON, A Journal of Voyages (Andover, 1820); ROSS, Adventures on the Columbia River (Nueva York, 1882): MacLEAN, Notes of a Twenty-Five Years' Service in the Hudson Bay Territory (Londres, 1849); MORICE, The Western Dénés (Londres, 1889); Idem, Carrier Sociology and Mythology (Ottawa, 1892); Idem, Notes on the Western Dénés (Toronto, 1894); Idem, Three Carrier Myths (Toronto, 1896); Idem, Au pays de l'ours noir (París, 1897); Idem, History of the Northern Interior of British Columbia (Toronto, 1894); Idem, Hist. of the Catholic Church in Western Canada (Toronto, 1910); Idem, The Great Déné Race (en curso de publicación en Viena, Austria).

A.G. MORICE Transcrito por M. Donahue Traducido por Francisco Vázquez