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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Sociedad Auxiliadora de las Almas del Purgatorio

De Enciclopedia Católica

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(Auxiliatrices des Ames du Purgatoire)

Una orden religiosa de mujeres fundada en París, Francia, en 1856, con el objeto de ayudar a las Benditas Almas, por [Beata] Eugenia Smet (nombre religioso, María de la Providencia), nacida en Lille el 25 de marzo de 1825; muerta en París el 7 de febrero de 1871; educada en el convento del Sagrado Corazón, en Lille, se distinguía a sí misma por sus habilidades intelectuales y sus extraordinarios rasgos de devoción a la Benditas Almas. Fue a París el 19 de enero de 1856; la fundación de la sociedad data de ese día. El 22 de enero [Beata] Eugenia obtuvo el permiso del Arzobispo Sibour para establecer su orden en París.

La comunidad Mademoiselle Smet que se había agrupado alrededor de ella tomó posesión del No. 16 de la Rue de la Barouillère, en julio 1 de 1856. Esta es todavía la casa matriz de la orden. En diciembre 27 de 1857, la fundadora, con cinco de sus primeras compañeras, pronunció sus primeros votos; un Jesuita fue nombrado capellán, y se adoptó la Regla de San Ignacio. Además de los tres votos habituales, ellas adquirieron una cuarta obligación para “orar, sufrir, y trabajar por las almas del purgatorio”, ofreciendo la parte satisfactoria de todos sus obras de misericordia, sus votos y plegarias, así como las indulgencias aplicables a ellas mismas. Hay dos clases de religiosas, las monjas de coro y las hermanas laicas; ambas hacen los mismos votos, siguen la misma regla, y gozan de los mismos privilegios. Las admitidas a la primera prueba tienen una postulación de tres meses, seguida por un noviciado de dos años; entonces las hermanas hacen su primera profesión y reciben un crucifijo, que usan sobre su pecho. Después de otra prueba de un año (alrededor de diez años después de sus primeros votos), pueden ser admitidas a los votos perpetuos, con la aprobación eclesiástica acostumbrada. Ese día, cada religiosa profesa recibe un anillo, recuerdo de su eterna alianza con Jesucristo.

Al ingresar al noviciado, su nombre familiar es reemplazado por un nombre religioso. La sociedad es gobernada por una reverenda madre general, quien es asistida por un consejo de por los menos cuatro ayudantes. Cada convento separado tiene una superiora local. Para facilitar sus obras de misericordia entre los pobres, las Auxiliadoras adoptan un sencillo vestido negro. Su principal obra de misericordia es visitar y cuidar a los pobres enfermos. Durante el tiempo en que no están ocupadas por sus ejercicios espirituales, van al domicilio de los pobres afligidos por la enfermedad, y les llevan todo el alivio y consuelo que su devoción religiosa pueda concebir; entregándoles los más humildes servicios que su estado requiera. Las Auxiliadoras también emprenden, de acuerdo a los requerimientos del lugar en el cual estén establecidas, numerosas otras obras de celo y caridad, tales como la instrucción religiosa de los niños y adultos, cofradías para mujeres y chicas de las clases trabajadoras, reuniones de madres, reuniones para empleados del gobierno y el comercio, bibliotecas de libre circulación, clases de catecismo, etc. Todas estas obras son gratuitas, prohibiendo la regla de la orden cualquier compensación por los servicios prestados.

Poco después de su institución, ellas adoptaron “miembros honorarios”, “Asociados”, y benefactores, quienes entran en una unión de oración y sacrificio con las Auxiliadoras, y participan en los privilegios disfrutados por la sociedad. Los sacerdotes pueden llegar a ser miembros honorarios prometiendo ofrecer el Santo Sacrificio una vez al mes por las intenciones prescritas; y los religiosos, ofreciendo una Comunión mensual por las mismas intenciones.

En 1859 Pío IX bendijo la Confraternidad de Damas Asociadas y le concedió una indulgencia especial; en Junio de 1873, concedió a la sociedad la Lauda o primer Breve apostólico de aprobación, y en Junio 25 de 1878, fueron aprobadas por León XIII las constituciones de la orden. La primera casa filial se estableció en Nantes, en julio de 1864. En 1867 seis monjas fueron conducidas a Shanghai por el Obispo Languillat; las obras que ellas emprendieron fueron el manejo de una Congregación de solteras y viudas Católicas Chinas; la preparación de conversos para su acogida en la Iglesia; la dirección de un orfanato de nativos y de escuelas Europeas para las clases más pudientes. La Congregación China, ahora conocida como Présentandinas, son guiadas por las Auxiliadoras. Ellas visitan a los enfermos, bautizan niños abandonados, y mantienen escuelas nativas. La Auxiliadoras han establecido en Shanghai una escuela superior para los Chinos, bajo el nombre de “L’Etoile de Matin” (La estrella matutina). En Diciembre de 1869, se estableció una casa en Bruselas. Las Auxiliadoras hacían buenas obras en las ambulancias para los heridos de ambas naciones durante la guerra Franco-Prusiana.

En 1873 las Auxiliadoras se instalaron en la Arquidiócesis de Westminster, en el 23 de la Calle Queen Anne, Plaza Cavendish. Se trasladaron a la Calle Gloucester, Parque del Regente, en 1882. De 1874 a 1880 se establecieron comunidades en Cannes, Orléans, Tourcoing y Montmartre. En los últimos veinticinco años han surgido conventos en Roma, Turín, Florencia, y San Remo; dentro de Bélgica, en Bruselas, Liège, Ghent y Namur. Hay una casa en Viena, una en Suiza, y una en San Sebastián en España. Hay un noviciado en Versalles; otro en Beaulieu, Jersey. Las Auxiliadoras están también en Lourdes, en Blanchelande en Normandía, en Lille, y en Edimburgo, Escocia. Cuando se decidió erigir una capilla conmemorativa en el lugar del incendio del bazar de caridad en la Calle Jean Goujon, París (4 de mayo de 1897), el Cardenal Richard seleccionó a las Auxiliadoras como guardianas de este santuario. Esta fundación se denomina Nuestra Señora de la Consolación.

En mayo de 1892, siete Auxiliadoras se embarcaron para Nueva York, y fueron efusivamente bienvenidas por el Arzobispo Corrigan. El primer convento fue una casa muy pequeña en la Séptima Avenida; allí trabajaron por cerca de tres años, cuando fueron trasladadas al 114 de la Calle 86 Este. En 1906, tenían cinco casas en el mismo vecindario. Niños de las escuelas públicas vienen a los conventos para recibir instrucción religiosa. Las chicas reciben clases de costura tres veces por semana, y se les permite llevar a casa las prendas que hacen. A menudo, Protestantes y Judíos piden permiso para unirse. Puede obtenerse alguna idea de la magnitud de esta obra cuando se considera que más de treinta y siete mil instrucciones generales se dieron a los cursos durante 1905. En los meses de invierno se realizan varios espectáculos para las mujeres mayores, así como también para las jóvenes y los muchachos, y durante 1905 se dio una serie de charlas sobre higiene y primeros auxilios a los heridos. En 1903, algunas Auxiliadoras fueron enviadas a San Luis, Missouri. Ahora tienen un próspero convento en el Bulevar Washington. En 1905, las Hermanas fueron a San Francisco, donde establecieron una casa en la Calle Howard, que fue destruida en el terremoto de 1906, cuando encontraron amplio campo para su fervor en el ejercicio de su doble vocación, atendiendo a los enfermos y moribundos, mientras oraban incesantemente por aquellos que habían perecido. Ahora tienen un nuevo convento en la Avenida Golden Gate.

[Nota: La fundadora, Eugenia Smet (nombre religioso, María de la Providencia), fue beatificada en Roma el 26 de mayo de 1957 por el Papa Pío XII. Su fiesta se celebra el 7 de febrero, aniversario de su muerte.]

Transcrito por Herman F. Holbrook Fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace. Traducido por Daniel Reyes V. Como una plegaria por las Benditas Almas de mis seres queridos.