Santos Nazario y Celso
De Enciclopedia Católica
La única información histórica que poseemos en relación a estos dos mártires es el descubrimiento de sus cuerpos por San Ambrosio. Paulinus (Vita Ambrosii, xxxii-xxxiii) relata que Ambrosio, en algún momento durante los tres últimos años de su vida, después de la muerte del Emperador Teodocio (m. 395), descubrió en un jardín fuera de los muros de Milán, el cuerpo de San Nazario, con su cabeza rígida y aún manchada con sangre y por él, fue enviada a la Basílica de los Apóstoles. En el mismo jardín, Ambrosio del mismo modo descubrió el cuerpo de San Celso por quien fue trasladado a la misma basílica. Obviamente, una tradición respecto a estos mártires existe en la comunidad Cristiana de Milán lo que llevó al descubrimiento de los dos cuerpos. Una leyenda posterior, sin fundamento histórico, ubica el martirio de estos testigos de la fe, durante la persecusión de Nerón y describe con muchos detalles los supuestos viajes de San Nazario a través de la Galia e Italia. Es también relacionado con los dos mártires Gervacio y Protasio. Paulino dice claramente (1.c.) que la fecha en la cual Nazario sufrió su martirio es desconocida. El discurso elogiando a los dos santos, atribuido a San Ambrosio (Sermo lv, in P.L., XVII, 715 sqq.), no es genuino. San Paulino de Nola habla en alabanzas de San Nazario en su Poema xxvii (P.L., LXI, 658). Un magnífico relicario de plata con interesantes figuras que data del siglo cuarto, fue encontrado en la iglesia de San Nazario en Milán (Venturi, "Storia dell' arte italiana", I, Milan, 1901, fig. 445-49). La fiesta de los dos mártires con la de San Víctor el Inocente, es el 28 de Julio
Mombritius, Sanctuarium, II, fol. 179 v-184 v; Acta SS., Julii, VI, 503-533; Analecta Bollandiana, II (1883), 302-307; Bibliotheca hagiographica latina, II, 881-882; Dufourcq, Etude sur les 'Gesta Martyrum' romains, II (Paris, 1907), 61 sqq.; Savio, in Ambrosiana (Milan, 1897); Puricelli, De ss. martyribus Nazario et Celso, ac Protasio et Gervasio, Mediolani sub Nerone coesis, deque basilicis in quibus eorum corpora quiescunt (Milan, 1656).
J.P. KIRSCH Transcrito por Gary Rosys Traducido por Carolina Eyzaguirre E.