Santos Félix y Adauctus
De Enciclopedia Católica
Mártires en Roma, en el 303, bajo Dioclesiano y Maximiniano. Las Actas, inicialmente publicadas en el Martirologio de Ado, relatan lo siguiente: Félix, sacerdote romano, y hermano de otro sacerdote, también llamado Félix, fue llevado por el prefecto Draco al templo de Serapis, Mercurio y Diana, donde se le ordenó ofrecer sacrificios a los dioses. Pero, debido a la oración del santo, los ídolos cayeron destrozados al piso. Fue llevado luego para ser ejecutado. En el camino, un desconocido se le unió, confesando ser Cristiano, y también recibió la corona del martirio. Los Cristianos le dieron el nombre de Aductus (agregado). Estas actas son consideradas como un embellecimiento legendario de inscripciones mal interpretadas por el Papa Dámaso. No se ha encontrado un Draco entre los prefectos de Roma; el otro Félix de la leyenda es San Félix de Nola; y Félix de Monte Pincio es el mismo Félix honrado en le Jardín de la Colina. Su hermano es imaginario (Anal. Bol. XVI, 19 – 29) Su veneración, de todos modos, es muy antigua; son conmemorados en los Sacramentales de Gregorio el Grande y en los antiguos martirologios. Su Iglesia en Roma, edificada sobre sus tumbas, en el cementerio de Comodilla, en la Via Ostense, cerca de la basílica de San Pablo, y restaurada por León III, fue descubierta unos trescientos años atrás y nuevamente desenterrada en 1905 (Civiltà Catt., 1905, II, 608). Se dice que León IV, alrededor del año 850, entregó sus reliquias a Imengard, esposa de Lotario I; los colocó en la Abadía de las canonesas de Eschau en Alsacia. Fueron llevados a la iglesia de San Esteban en Viena, en 1361. Sus cabezas fueron reclamadas por Anjou y Colonia. De acuerdo con las “Crónicas de Andechs” (Donauwörth, 1877, p. 69), Enrique, el último conde, recibió las reliquias de Honorio III y las llevó a la Abadía de Andechs. Su fiesta se festeja el 30 de agosto. Stokes in Dict. Christ. Biog., s. v. Felix (217); Acta SS., Aug., VI, 545; Stadler, Heiligenlexicon, s.v.
FRANCIS MERSHMAN Transcrito por Jeff Matocha Traducido por Ángel Nadales