Santa Rosa de Lima, y la "Defensa de la Eucaristía"
De Enciclopedia Católica
Un comentario breve sobre los lazos de color rojo y negro: El lazo negro alude a la mentira, lo falso, lo oscuro y lo diabólico del Islam. Esta falsa religión, se expande a golpe de espada y derramando sangre. La sangre está aludida en el lazo rojo. El color Negro es <<ausencia de luz>>. El Islam se funda en una mentira. Lo negro y lo opaco, se oponen al Esplendor de la Verdad. Satanás es el padre de la mentira. Su operario es Mahoma, que siembra y difunde el el embuste como Falso Profeta. Todo esto, se deduce por oposición a Cristo: <<Verdadero Dios, y Verdadero Hombre>>. <<Príncipe de Paz>>. <<Verdadera Comida, y Verdadera Bebida>>. Ausencia de luz, vs el resplandor del Sol Eucarístico etc.
Se entiende que los moros enlazan a la Eucaristía para arrojarla al piso. Por eso, el ostensorio es sostenido en alto por Santa Rosa. El Rey con una mano le da firmeza, y con la otra defiende.
Voy a poner aquí un grabado de Jeremías Drexel[1]: que tiene esta característica: Es nigérrimo, porque se refiere al Infierno, y además, contiene un sol negro, que difunde oscuridad.
Se oponen, entonces: Luz/Oscuridad; Santidad/Condenación/ Día sin ocaso/Noche sin Aurora.
Sección proceso de redacción y estudio
Siempre hemos insistido que en el Barroco no hay asuntos "huérfanos".
Poco a poco hemos podido redondear los conceptos a los que nos han remitido los espejos pasionistas del Muro de Santa Rosa, descubierto y restaurado por los especialistas de Pro Lima. Hemos vinculado satisfactoriamente estos espejos pictóricos con el frontispicio de Tesoros Verdaderos de Indias, con las ventanas de la portada de San Agustín, y con los espejos emblemáticos restituidos por Pro Lima en la portada de la iglesia de la Buena Muerte. Se ha podido reconstruir el camino emblema-arquitectura-pintura-simbolismo-alegoría-retórica-devoción y culto divino.
La epigrafía del Muro de Santa Rosa, no ha da podido ser vinculada - hasta el momento- con ningún triunfo académico (que era lo que se presumía), ni con algún asunto que mereciera ser anotado en las Memorias de los Virreyes, o llevado a la imprenta, o inscrito en los anales eclesiásticos. Al menos nada relevante localmente en 1696 (salvo un dato suministrado por Rafael Sánchez-Concha Barrios).
Ciertamente es un VITOR, pero no solamente. Es más que un vítor. Además es un enigma y un anagrama. De forma conocida que alude al la partición del mundo entre el rey cristiano y el rey otomano. Se resume así el águila real hace su nido en lo más alto. Y su depredadora se mueve a ras del suelo para no ser vista, y cuando al pie del nido lanza su ataque artero. CFR. [2]