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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Santa Catalina de Suecia

De Enciclopedia Católica

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La cuarta hija de St. Brígida y su esposo Ulf Gudmarsson, nacida en 1331 o 1332; muere el 24 de marzo de 1381. Al tiempo de su muerte St. Catalina era jefe del convento de Wadstena, fundada por su madre; de ahí el nombre Catalina Vastanensis, por el cuál es ocasionalmente llamada. A la edad de siete años fue enviada a la abadesa del convento de Riseberg para ser educada y pronto mostro, al igual que su madre, un deseo para vida de automortification y devoción para cosas esprituales. Al mandato de su padre, cuándo tiene trece o catorce años, se casa con un noble de descendencia alemana, Eggart von Kürnen. Ella inmediatamente persuede a su esposo, quién era un hombre relioso, a unirse con ella en un voto de castidad. Ambos viven en un estado de virginidad y devotan su vida al ejercicio de perfection cristiana y caridad active. A pesar del amor profundo hacía su esposo, Catalina acompaña a su madre a Roma, dónde St. Brígida fue en 1349. Poco después de llegar a la ciudad, Catalina recibe noticias de la muerte de su esposo en Suecia. Ella vive constantemente con su madre, toma una parte activa en la labor fructífera de St. Brígida e imita fervorosamente la vida ascética de su madre. Aunque la bella y distinguida viuda está rodeada de admiradores, ella constantemente rehusa todas las ofertas de matrimonio. En 1372 St. Catalina y su hermano, Birger, acompañan a su madre a una peregrinación a la Tierra Santa; después de su regreso a Roma, St. Catalina está con su madre en la última enfermedad y muerte de ella.

En 1374, obedeciendo los últimos deseos de St. Brígida, Catalina trajó el cuerpo de su madre a regreso a Suecia, para ser enterrada en Wadstena, de cuya fundación ella llegó a ser directora (nota del traductor). Es la casa madre de la Orden Brígitina, también llamada La Orden del Santo Salvador. Catalina manejó el convento con gran habilidad e hizó la vida ahí, una en armonía con los principios impuestos por la fundadora. Al año siguiente fue a Roma a promover la canonización de St Brígida y para obtener una nueva confirmación papal de la orden. Ella aseguró otra confirmación, ambas de Gregorio XI (1337) y de Urbano VI (1379), pero no fue capáz de ganar en ese tiempo la canonización de su madre, por la confusión causada por la División que retraso el proceso. Cuándo está división dolorosa apareció ella se mostro, cómo St. Catalina de Siena, una firme adheriente de la parte del Papa Romano Urbano VI, en cuyo favor ella testificó delante de una commisión judicial. Catalina se quedó cinco años en Italia y al regreasr a casa, portaba una carta de comendación del papa. Poco después de su llegada a Suecia se enfermó y murió. En 1484 Inocencio VIII dió permiso para su veneración cómo santa y su día de fiesta es asignado el 22 de marzo en la Martirologia Romana. Catalina escribió un trabajo devocional titulado “Consolación del Alma” (Sielinna Troëst), largamente compuesto de citaciones Escrípturales y antiguos libros religiosos; no hay copia en existencia. Generalmente ella es representada con un látigo a su lado, el cuál se ha dicho vinó a su ayuda cuándo jovenes sin castidad buscaban atraparla.

J.P. KIRSCH Transcrito por Christine J. Murray Traducido por R. Morales Filiponi