San William de Norwich
De Enciclopedia Católica
Nació en 1132 y murió el 22 de marzo de 1144. El Sábado de Gloria del 25 de marzo de 1144, se encontró el cuerpo de un muchacho presentando señales de haber enfrentado una muerte violenta, en Thorpe Wood, cerca de Norwich. No fue tocado hasta el Lunes de Pascua, cuando fue sepultado sin ninguna ceremonia.
Mientras tanto, un buen número de jovenes y muchachos habían visitado el lugar, los judíos fueron sospechosos del asesinato dada la naturaleza de las heridas ["Ex ipso penarum modo" (Thomas of Monmouth, op. cit. below, [p. 35); "non nisi judeos co maxime tempore talia gessisse asseritur" (op. cit., p. 36)].
El cuerpo fue reconocido como el de Guillermo, un aprendiz de coloreador, el cual junto con su maestro habían estado frecuentando casas de ciertos judíos. La tumba fue abierta por el tío de Guillermo, el sacerdote Godwin Stuart, el cuerpo fue reconocido según registros del entierro, y la tumba recuperada. Unos días más tarde, el sínodo de la Diócesis se reunió con la presidencia del Obispo Eborard, y Stuart acusó a los judíos del asesinato, y ofreció probar sus acusaciones.
Sin embargo los judíos de Norwich Jewry eran hombres del rey y bajo la protección del alguacil, se señaló que el obispo no tenía jurisdicción en el caso. La falla en cuanto a asegurar una condena contra los judíos aparentemente se debió a la presencia de este hombre fuerte que tenía el castillo de Norwich.
El único resultado de la acción de Stuart, esta vez, fue asegurar el traslado del cuerpo de Thorpe Wood al cementerio de los monjes el 24 de abril. No obstante, el culto a San Guillermo no llegó a ser popular, y aunque uno o dos milagros fueron reportados durante este período (1144-49), es muy probable que la historia del asesinato de los judíos podía haber sido olvidada, excepto para el asesino del judío Eleazer por los seguidores de Sir Simon de Novers en 1149.
Los judíos demandaron pena para el asesino, y el Obispo Turbe, actuando por los acusados, quienes eran sus arrendatarios, trajo a colación el asesinato del muchacho Guillermo cinco años atrás, como contra-cargo. El caso fue llevado ante el rey de Norwich, pero fue pospuesto, según Thomas de Monmouth, debido al cuantioso pago que hicieron los judíos al rey y sus consejeros.
Para toda la historia de Guillermo de Norwich, nuestra única autoridad es Thomas de Monmouth, un monje de la catedral de Norwich, y es solamente en este punto, al final del segundo libro de su “Vita et Passio”, donde él mismo llega a estar en escena. El da la historia de los eventos relatados en sus primeros dos libros tal y como era lo cotidiano en el monasterio.
Parece haber sido un hombre de credibiliad ilimitada, aún más allá de sus contemporáneos, pero quizá más engañado, aunque él mismo pudo haber sido un engañador. La última popularidad de su culto parece haber estado en tres personas, el Obispo Turbe, quien sucedió en la Sede de Norwich en 1146, Ricardo de Ferraiis, quien llegó a ser prior en 1150 luego del traslado de la capilla y casa, y Thomas de Monmouth por si mismo, el sacristán del santo.
Estos hombres estaban ansiosos por razones de si mismos, en establecer nuevos cultos. En Cuaresma de 1150, Thomas tuvo tres visiones en las cuales Herbert de Losinga (muerto en 1119) el fundador de la catedral, aparecía y ordenaba el traslado del cuerpo del cementerio de los monjes a la casa-capilla. Para ese entonces, el prior Elias murió y fue sucedido por Ricardo de Ferrariis, “un firme partidario del Obispo y de Thomas”.
El cuerpo fue trasladado de la casa-capilla a la catedral en julio de 1151 y otra vez trasladado el 5 de abril de 1154, a la capilla absidal de los Santos Mártires al norte del altar mayor, ahora conocido como la Capilla de Jesús. La real expansión del culto data desde el traslado a la catedral, cuando creció el entusiasmo acompañado de visiones y milagros.
Vamos a considerar ahora la historia del martirio dada por Thomas y la evidencia que se presenta. Guillermo tenía el hábito de frecuentar las casas de los judíos y fue prohibido por sus amigos el tener algo con ellos. El Lunes Santo de 1144, él estuvo lejos de su madre en un lugar en la cocina de Archidiácono. Al día siguiente, el mensajero y Guillermo fueron vistos al entrar en la casa de un judío y ya nunca más se volvió a ver a Guillermo. Después de un servicio en la sinagoga, los judíos laceraron su cabeza con espinas el miércoles, lo crucificaron e hicieron un agujero en un de los lados de su cuerpo.
De esta última escena, Thomas produce la evidencia de una mujer sirvienta y cristiana, quien, con la visión de un ojo colocado en la rendija de una puerta, ella estaba trayendo agua caliente a requerimiento del patrón, presumiblemente a fin de que éste pudiera lavar su cuerpo. Ella encontró el cinturón de un muchacho en el cuarto y luego de años, lo dio a conocer a Thomas, mostrando las marcas del martirio en la habitación. Cuando, un mes luego del martirio, el cuerpo fue lavado en la catedral, puntos de perforación de espinas fueron encontrados en su cabeza y trazos de martirio en sus manos, piés y costados.
Al parecer, la evidencia de la sirvienta no fue producida hasta que Thomas estuvo preparado para escribir su libro. El jueves, los judíos tomaron el consejo de desahacerse del cuerpo, el cual fue sugerido, luego de armar una historia, que la muerte del muchacho había sido producida por accidente, quiza debido a rudas travesuras, parecía que todo había sido preparado como establece Inmestar (véase más abajo). El Viernes Santo, el judío Eleazar y otros, llevaron el cuerpo en un saco a Thorpe Wood y se encontraron con un tal Aelward Den, quien descubrió el contenido del saco.
Los judíos sobornaron al alguacil (siempre algo supuesto en negro por Thomas) a fin de establecer un juramento de secreto de Aelward y es cinco años más tarde, tres años luego de la muerte del alguacil, cuando Aelward en su lecho de muerte, dice la historia. Además de todo esto, Thomas nos indica que cuando a los judíos se les hicieron los cargos del asesinato, ellos trataron de sobornar al hermano de Guillermo, lo mismo que al Obispo Turbe, para acallar la acusación y eliminar el contra-cargo en el asunto del asesinato de Eleazar.
No obstante, estos intentos de soborno, de ser ciertos, bien podían ser actos naturales de hombres que estaban asustados. Pero la pieza de evidencia más convincente y de más desastrozas consecuencias, fue la de Theobald, un judío convertido y monge probablemente en el Priorato de Norwich. Este hombre indicó a Thomas, que “en los escritos antiguos de sus padres, estaba consignado que los judíos, sin el derramamiento de sangre humana, no podían obtener su libertad, ni tampoco podían ellos regresar a la tierra paterna. De allí que ellos debían sacrificar, según los tiempos antiguos, a un cristiano en alguna parte del mundo” (Vita, II, 2), y que en 1144 habían muchos judíos en Norwich.
Esto ha sido llamado “una de las más notables y desastrozas mentiras de la historia”. Esa historia es el fundamento de la acusación de sangre o de un ritual de asesinato contra los judíos, que han hecho dinero y han obtenido creencia popular desde esos tiempos hasta el presente. En la Enciclopedia Judía, III, 266, puede encontrarse una lista de casos como este ritual de asesinato, comenzando con el de Guillermo de Norwich.
Hay otros cinco casos reportados en el Siglo XII, quince en el XIII, 10 en el XIV, dieciséis en el XV, trece en el XVI, 8 en el XVII, quince en el XVIII, y treinta y nueve en el XIX, yendo hasta el año 1900. Ha habido recientes casos aún en Europa del Este. Los rituales de asesinatos como institución judía, han sido desaprobados conclusivamente, i.e. por Strack, (op.cit. abajo) y en el caso de San Guillermo, la evidencia es totalmente insuficiente. Parece, sin embargo, muy probable que en algunos casos al menos, las muertes de esas víctimas fueron debidas al uso rudo o aún deliverado de asesinato por parte de judíos y que algunos pueden muy bien haber resultado muertos por acción de odio.
En este sentido, podemos notar el primer caso de ellos, y el único antes de San Guillermo, en el cual los judíos habrían asesinado a un niño cristiano. En 415 en Inmestar en Siria, unos judíos borrachos mataron a un niño cristiano en una burla hacia la muerte de Cristo (Socrates, VII, xvi). Muchos papas han condenado directa o indirectamente estos actos sangrientos, y ningún papa los ha sancionado nunca (Strack, op. cit., 177 y v).
THOMAS OF MONMOUTH, Life and Miracles of St. William of Norwich, ed. JESSOP y JAMES (Cambridge, 1896); VACANDARD, Question du meutre rituel in Etudes de critique et d'histoire religieuse, III (Paris, 1912); STRACK, Blut in Glauben and Aberglauben (Munich, 1900); Acta SS., III March; THURSTON, Antisemitism and the Charge of Ritual Murder in The Month, XC (London, 1898), 561; LEA, Santo Niño de la Guardia in English Historical Review, IV (London, 1889), 229.
RAYMUND WEBSTER
Transcripción de Michael T. Barrett
Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes Dedicado a todos los que son falsamente acusados