San Juan Nepomuceno
De Enciclopedia Católica
Esta serie de preguntas nos lleva naturalmente a otros asuntos, por ejemplo la verdadera causa de la muerte violenta de Juan. En una controversia de este tipo es importante establecer la información de las fuentes originales. Extensos documentos, registros eclesiásticos y recuentos contemporáneos de la segunda mitad del Siglo XIV, relatan sin duda que en 1393, un cierto Juan de Nepomuk, fue Vicario General de la Arquidiócesis de Praga y que el 20 de marzo de ese mismo año, por orden del Rey Wenceslao IV de Bohemia, fue lanzado en el Moldau y ahogado. Este Juan era el hijo de de Welflin (Wölflin), una persona de Pomuk, que había estudiado teología y jurisprudencia en Praga.
En 1373, se ordenó y llegó a ser notario público, en la cancillería arzobispal, y en 1374, fue protonotario y primer secretario del Arzobispo Juan de Jenzenstein (Jenstein). En 1839 recibió la parroquia de San Gallus en Praga y continuó sus estudios de jurisprudencia en la universidad, fue promovido en 1387 para obtener el doctorado en ley canónica. Fue también un canónico de la iglesia de San Aegidio en Praga, y llegó a ser un canónico de la Catedral de Wyschehrad, en 1389. En 1390 dejó la parroquia de San Gallus para llegar a ser el archidiácono de Sasz, y al mismo tiempo canónico de la catedral de San Vitus, sin llegar a haber recibido, sin embargo, el beneficio de alguna catedral.
Muy poco después el arzobispo lo nombró presidente de la corte eclesiástica, y en 1393, su Vicario General. El Rey Wenceslao IV de Bohemia, deseando encontrar algo para alguno de sus favoritos, ordenó la muerte del Abad Rarek de Kladrau, ningún abad debía ser electo, y la abadía debía ser transformada en catedral. El Vicario General del Arzobispo, sin embargo, se interpuso enérgicamente, en defensa de la ley canónica. Cuando el Abad Rarek murió en 1393, los monjes de Kladrau, inmediatamente llegaron a realizar una nueva elección, la selección cayó en el monje Odelenus, y Juan, como Vicario General, rápidamente confirmó esta elección, sin hacer referencia a los deseos del rey.
Una vez que Wenceslao escuchó lo que había sucedido, entró en un estado de violenta cólera, y mandó a prisión al Vicario General, al oficial de la Catedral, al Provost Wenceslao de Meissen, al delegado del Arzobispo, y más tarde también al decano de la catedral. Los primeros cuatro fueron incluso torturados el 4 de marzo, pero aunque los otros llegaron a estar en la aquiescencia de los deseos del rey, el oficial incluso propuso guardar todo lo que había ocurrido, pero Juan de Nepomuk se resistió a esto último.
Juan fue víctima de muchas formas de tortura, incluyendo el ser quemado, pero aún esto no logró que él cambiara de opinión. Finalmente el rey ordenó que fuese encadenado y que fuese enviado a la ciudad con un bloque de manera en la boca, y que luego fuera lanzado de Karlsbrücke en el río Moldau. Esta cruel orden fue ejecutada el 20 de marzo de 1393.
Nosotros poseemos ahora cuatro recuentos contemporáneos en lo referente a estos procedimientos. Un recuento contra el rey presentado a Benedicto IX, por el Arzobispo Juan de Jenzenstein, quien fue a Roma con el nuevo Abad de Kladrau, el 23 de abril de 1393 (Pubitschka, Gesch., IV, app.; ed. Pelzel, “Geschichte König Wenzels”, I “Urjundenbuch”, 143-63). Algunos años más tarde el Abad de Ladolf de Sagan, dio un recuento un tanto más abreviado en el catálogo de los Abad de Sagan, completado en 1398 (ed. Stenzel en “Script. rerum Silesiacaru”, I, 1835, pp. 213 sqq.), también en el tratado “De longaevo schismate”, lib. VII, c. xix (Archiv für österreichische Geschichte, LX, 1880, pp. 418 sq.). Una cuarta referencia se encuentra en la “Chronik des Deutschordens”, una crónica de los caballeros teutónicos, que fue compilada por Juan de Posilge quien murió en 1405 (“Scriptores rerum Prussicarum”, III, Leipzig, 1860-67).
Para una discusión del asunto más importante que había subrayado el Arzobispo Juan de Jenzenstein, en lo arriba mencionado (artículo 26), se le llama a Juan de Nepomuk “martyr sanctus”, y en la biografía de Juan de Jenzenstein, por su capellán, Juan de Nepomuk es descrito como “gloriosum Christi martyrem miraculisque coruscum”. Es por tanto claro que los contemporáneos de Juan, ya habían principiado a rendirle honores como un mártir y un santo, al Vicario General que fue muerto por un tirano licencioso y que la causa de la muerte fue la defensa de la ley de la Iglesia. El cuerpo de Juan de Nepomuk fue rescatado del río Moldau, y fue enterrado en la catedral de Praga, donde es un hecho como es probado en últimos documentos, que allí se encuentra su tumba, a la cual se le rinden honores.
En su “Chronica regum Romanorum”, finalizada en 1459, Thomas Ebendorfer (d. 1464), relata que el Rey Wenceslao había hecho que Juan fuera el padre confesor de su esposa, y que fue ahogado en el Moldau, porque el monarca había dicho que “solamente alguien que gobierna bien merece ser nombrado rey”. No sólo por esta causa, sino también porque Juan había rechazado violar el secreto o sello confesional. El rechazo a violar el sello confesional, aparece aquí por primera vez, como una de las razones por las cuales Juan tuvo una muerte violenta.
El cronista quien habla solamente de un Juan ahogado por orden del Rey Wenceslao, evidentemente se refiere a que Juan de Pomuk fue muerto en el año de 1393. En otras crónicas escritas en la segunda mitad del Siglo XV, nos encontramos con la razón que por lo general ha sido asignada y que se refiere al hecho de que Juan se negó a decirle al rey, lo que la reina le había confesado.
Paul Zidek en su obra “Instructions for the King” (sc. George of Podiebrad), trabajo completado en 1471, contiene aún más detalles (cf. Schmude in “Zitschrift für kathol, Theologie”, 1883, 90 sqq.). El autor indica que el Rey Wenceslao sospechaba de que su esposa, que acostumbraba confesarse con Juan, le había dado a conocer el nombre de su amante. Ante la negativa de Juan de decir algo al respecto, el rey habría ordenado que fuese ahogado. En este último recuento no encontramos el nombre de la reina, o ninguna fecha que haya sido asignada a esta situación. En el año 1383, se indica que la primera esposa de Wenceslao, Johanna, (d. 1389) aún vivía.
En sus “Annales Bohemorum” (“Kronika ceska”, inicialmente impresa en bohemio, Praga, 1541; y traducida al latín y publicada por Gel. Dobner en 6 volúmenes, Praga, 1761-83) el historiador bohemio, Hajek von Liboczan (d. 1553), tomando en cuenta las referencias anteriores, es el primero en hablar acerca de dos Juanes de Nepomuk que fueron ejecutados por órdenes de Wenceslao: uno que era el confesor de la reina y que murió dado que rechazó el violar el secreto de confesión, habiendo sido lanzado al río Maldau en 1383. El otro, el obispo auxiliar de Praga que fue ahogado en 1393, debido a que confirmó la elección del monje Alberto como Abad de Kladrau.
Historiadores más recientes del Siglo XVI y XVII dan más o menos detalles legendarios del martirio universalmente aceptado de Juan porque rechazó el violar el secreto de confesión. Bobuslav Balbinus, S.J. en su “Vita b. Joannis Nepomuceni martyris” (Praga, 1670; “Acta SS.”, III, mayo, 668-80) proporciona un recuento más completo. El relata con muchos detalles, cómo el 16 de mayo de 1383 (esta fecha ya ha sido encontrada en varios viejos recuentos), Juan de Nepomuk fue lanzado al río Maldau por negarse a traicionar la confesión de la reina Johanna al Rey Wenceslao.
Desde 1765, la catedral de Praga, repetidamente le pidió a Roma la canonización de Juan de Nepomuk, quien contaba con una especial veneración en Bohemia. Entre los años 1715-20 se recolectó evidencia para la canonización y dichas evidencias fueron examinadas. En 1721 se tuvo la beatificación, y en 1729 la canonización. El acto de la canonización fue basado en las declaraciones según las cuales Juan murió el 16 de mayo de 1383, un mártir debido al resguardo de la confesión. Pero aún desde 1777, cuando el hermitaño agustino, Atanasio Santo Josefo, buscó probar el testimonio del Arzobispo Jenzenstein, que Juan había sido ejecutado en 1393, la controversia se generó y no ha cesado.
Aún encontramos defensores de la opinión de Hajek, en el sentido de que hay dos Juanes de Pomuk. Sin embargo, modernos historiadores, indican que lo más probable es que el Vicario General asesinado en 1393, es el único personaje histórico. Unos pocos de ellos, por ejemplo se da el caso de que no ven en el hecho de la confirmación del Abad de Kladrau, como la verdadera razón para el asesinato de Juan. Ellos sostienen que Wenceslao IV ya estaba suficientemente exasperado contra Juan por el resguardo del secreto de confesión, y tomó esa oportunidad del Abad para vengarse. Todos estos detalles no pueden invalidar el mérito de la canonización del Vicario General, quien ya había sido reconocido como mártir inmediatamente de su muerte.
Consecuentemente, cuando historiadores protestantes como Abel indican que la veneración de San Juan Nepomucene, fue introducida originalmente por los jesuitas, a fin de eliminar el culto de San Juan Hus de Bohemia, su posición es ahistórica y sin fundamentación. La veneración de Juan de Nepomuk estaba suficientemente arraigada mucho antes de que los jesuitas existieran.
San Juan Nepomucene es el santo patrón de Bohemia. Cuando en 1719 su tumba, en la catedral de Praga fue abierta, su lengua fue encontrada incorrupta, aunque dañada. Su festividad se celebra el 16 de mayo.
Acta SS., May, III, 668 sqq.; BERGHAUER, Protomartyr poenitentiæ (2 vols., Graz and Augsburg, 1736-61); ATHANASIUS A S. J OSEPHO, Dissertatio historico-chronologico-critica de Joanne de Pomuk (Prague, 1777); DOHNER, Vindiciæ sigillo confessionis divi Joannis nepomuc. Protomartyris poenitentiæ assertæ (Prague and Vienna, 1784); PUBITSCHKA, Chronologische Gesch. Böhmens VII (Prague, 1788); IDEM, Unusne an duo ecclesiæ metropolitanæ Pragensis canonici Joannis de Pomuk nomine in Moldavæ fluvium proturbati fuere? (Prague, 1791); ZIMMERMANN, Verbote einer Lebensgesch. des hl. Johannes von Nepomuk (Prague, 1829); FRIND, Der geschictl. hl. Johannes von Nepomuk (Eger, 1861; 2nd ed., Prague, 1871); IDEM, Der hl. Johannes von Nepomuk (Prague, 1879); ABEL, Die Legende vom hl. Johannes von Nepomuk in Zeitschr. für kath. Theol. (1883), 52-123; AMRHEIN, Historisch-chronolog. Untersuchungen über das Tedesjahr des hl. Johannes von Nepomuk (Würzburg, 1864); NÜRNBERGER in Jahresbericht der schlesischen gesellschaft für vaterländischer Kultur (1904), 17-35; POTTHAST, Bibl. hist. medii ævi II (2nd ed.), 1400-1.
J.P. Kirsch Transcripción de W. G. Kofron Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes Con agradecimientos a la Iglesia de Santa María de Akron, Ohio.