Rosario Seráfico
De Enciclopedia Católica
(Corona Franciscana)
Este rosario consiste en siete decenas en conmemoración de los siete gozos de la Santísima Virgen María -la Anunciación, Visitación, Nacimiento de Cristo, Adoración de los Magos, el encuentro del Niño Jesús en el Templo, la Resurrección del Señor, y la Asunción de la Virgen y su Coronación en los Cielos- que se acostumbra entre los miembros de las Tres Ordenes de San Francisco.
El Rosario Seráfico se inició en el año 1422. La historia nos indica que un joven novicio que en ese año ingresó en la Orden Franciscana solía, previo a su voto, tener la costumbre de adornar una estatua de la Virgen María con una corona fresca y hermosa de flores como muestra de su humildad y devoción. No siéndole posible continuar con esta práctica en el noviciado, decidió regresar al mundo mundano. La Virgen María se le apareció y le previno de llevar a cabo su propósito. Ella, entonces, le dio instrucciones de cómo, recitando diariamente el Rosario de las siete décadas en honor de sus siete gozos, él podría granar una corona que le sería más agradable a ella que todo el material de corona de flores que le había llevado a su estatua. Desde entonces la práctica de recitar la corona de los siete gozos empezó a ser un hábito en la orden.
La forma de recitar el Rosario Seráfico es de la siguiente manera: rezar el Credo de los Apóstoles, un Padrenuestro y tres Ave Marías, cada misterio debe ser meditado y se comienza después de pronunciar la palabra Jesús de la primer cuenta del Ave María de cada decena, continuando: "Jesús de quien con regocijo Tú concebiste", "Jesús de quien con regocijo llevaste a Isabel" , y continuar así por el resto de las cinco decenas, como se han dispuesto en la mayoría de los devocionarios Franciscanos. Al final de la séptima decena se rezan dos Ave Marías para completar el número de años (72) que se dice la Santa Virgen ha vivido en la tierra.
Existe otras formas de recitar el Rosario pero ésta es la forma que parece ser la que más se utiliza. La indulgencia plenaria que acompaña a este Rosario Seráfico, es aplicable a los muertos, se puede ganar tan frecuentemente como se rece.
No se requiere que el collar de cuentas sea bendito o incluso utilizar las cuentas, desde que la indulgencia no está definida por el rosario material como sí a la recitación de las oraciones.
En 1905, el Papa Pío X, en respuesta a la petición del Procurador General de las Fraternidades Menores, enriqueció el Rosario Seráfico con varias nuevas indulgencias que se podían ganar por todos los feligreses. Los que asistan a la recitación pública de la Corona Franciscana participan en todas las indulgencias adheridas al Rosario Seráfico ganadas por los miembros de la Orden Franciscana. Se requiere, sin embargo, que las cuentas se usen y que ellas sean bendecidas por un sacerdote con las facultades necesarias. Una traducción del resumen pontificio se encuentra en "El Calendario de San Antonio" de 1909.
STEPHEN M. DONOVAN Transcrito por Judy Levandoski Dedicado a la Providencia de la Inmaculada Concepción, T.O.R. Traducido por Alma del Rosario Guerra