Romano Guardini
De Enciclopedia Católica
Nació en Verona en 1885 y murió en Munich en 1968. Su Sangre latina y su formación y vida germánicas fueron el soporte auténtico de su pensamiento, el más orgánico fecundo y maduro producido por Europa entre las dos grandes guerras. Desde el Renacimiento no había existido una personalidad similar y nunca más merecido el Premio Erasmo que le fue otorgado en los postreros años de su vida.
Su pensamiento se orientó siempre hacia dos metas que para él no significaban más que una: trazar las características específicas de lo cristiano y fijar los valores humanos de toda auténtica cultura. Esa antropología cultural cristiana, que raras veces se había dado con tal hondura y unidad explican su vasta influencia en la juventud entre los años veinte y cuarenta. En ellos fue el auténtico maestro de Europa, como muy pocos lo habían sido a lo largo de la historia. El régimen nazi suprimió su cátedra en 1939. En 1945 recibió una invitación para enseñar en la en la Universidad de Tubinga y en 1948 en la de Munich, donde exponía su propio pensamiento acerca de una cosmovisión católica del mundo. Tras su jubilación, fue sustituido por a Karl Rahner. En 1952 obtuvo el premio de la paz de los libreros alemanes. De inspiración agustiniana, su teología, que explora amplios espacios de la cultura, es más una evocación de la vida de fe que una sistematización dogmática. Entre sus muchas obras, cabe recordar El espíritu de la liturgia (1917), Cartas de autoformación (1922), El universo religioso de Dostoievski (1933), La muerte de Sócrates (1934), Pascal (1934), La esencia del cristianismo (1939), Libertad, gracia y destino (1948), La aceptación de sí mismo (1950) y El Señor (1954).