Patrística: La única Iglesia Ciudad de Dios
De Enciclopedia Católica
El orden de exposición de la fe pedía que a la Trinidad le fuese añadida la Iglesia, como al habitante su morada, a su Dios su templo, al Fundador su Ciudad. Y Hay que entender aquí la Iglesia entera, compuesta no solamente de aquella parte de sí misma que peregrina sobre la tierra, del Levante al Poniente, alabando el nombre del Señor, y después de su antigua esclavitud cantando un cántico nuevo, sino también de aquella otra parte que, en los cielos, no ha cesado jamás, desde que fue creada, de adherirse a Dios y no experimentó el mal de ninguna caída. Formada ésta por los santos ángeles, permanece dichosa, y presta generosamente ayuda a la otra parte de sí misma que todavía peregrina: pues una y otra han de constituir una sola ciudad en la común posesión de la eternidad, y ya ahora no constituyen sino una sola cosa por el vínculo de la caridad, que va toda ella encaminada a la alabanza del Dios único.[1]
Transcrito por José Gálvez Krüger para la Enciclopedia Católica
[1] Ciudad de Dios, 1.12, c. 9: “Todos los que participan del bien de la adhesión a Dios forman con Aquél a quien se adhieren y entre sí una sociedad santa, son una sola Ciudad de Dios, son sacrificio vivo y son templo vico (P. L. 41, 357). Y numerosos pasajes análogos.