Nicolò Albertini
De Enciclopedia Católica
(AUBERTINI)
Estadista medieval nacido en Prato, en Italia; murió en Aviñón, el 27 de abril de 1321. Su primera educación la recibió de sus propios padres, ambos pertenecían a ilustres familias de Toscaza. A la edad de dieciséis años (1266) ingresó en la Orden de los Dominicos, en el convento de Santa María Novella, en Florencia, y luego fue enviado a la Universidad de París a fin de completar sus estudios.
Predicó en Italia con éxito y sus conferencias teológicas contaron con notables asistencias tanto en Florencia como en Roma. Se le confiaron, por parte de sus superiores, de importantes deberes y gobernó varias casas. Fue nombrado Procurador-General de la Orden de los Dominicos por el Beato Nicolo Bocassini, luego fue Maestro General, y luego electo Provincial de la Provincia Romana. En 1299, Bonifacio VIII le hizo Obispo de Spoleto y muy rápidamente después se le envió como delegado papal ante los reyes de Francia e Inglaterra, Felipe IV y Eduardo I respectivamente; tenía la misión de reconciliarles algo que se veía como una tarea sin perspectiva.
Albertini tuvo, no obstante, éxito en su misión. El Papa le agradeció los resultados y le hizo Vicario de Roma. Benedicto XI fue especialmente cercano a Albertini, con quien había compartido el claustro. Muy poco tiempo después de que accediera al papado (22 de octubre de 1303) hizo de Albertini Cardenal-Obispo de Ostia, y Decano del Sagrado Colegio, en cuyo cargo duró por 18 ó 19 años.
El Papa tuvo que nombrar un nuevo cardenal a raíz de las guerras civiles que durante los Siglos XIV y XV llegaron a devastar una gran parte de Italia, especialmente en Toscana, Romagna, y Treviso. Este nuevo cardenal tuvo el rango de Delegado Apostólico, y le envió a esos territorios a fin de restaurar las condiciones de paz.
Su autoridad se extendió también a las diócesis de Aguila, Ravena, Ferrara y las del territorio de Venecia. Tuvo un buen recibimiento por la gente de Florencia, pero luego de infructuosas acciones en pro de lograr la paz entre los Guelfos y los Gibelinos, dejó la ciudad y la colocó bajo condición de interdicción. El 29 de junio de 1312, en Roma, coronó a Henry VII de Luxemburgo en nombre de Clemente V. Albertini es la figura principal en el juicio que exoneró de los cargos de matar a este rey mediante el hecho de darle veneno en la Comunión, cargos que recaían en el dominico Bernardo da Montepulciano. Coronó al Rey Roberto de Sicilia, hijo y sucesor de Carlos II.
El Cardenal de Ostia es muy conocido por su gran amor por los pobres, especialmente por los pobres de la ciudad de Prato. También apoyó con mucha generosidad a las casas religiosas y fortaleció el establecimiento de iglesias. En Aviñón formó una comunidad de monjas similar a las fundadas por Santo Domingo en San Sisto en Roma. Obtuvo para su oficina la Orden de “Maestros del Sagrado Palacio”, que desde entonces han mantenido los dominicos. Se conocen dos breves escritos que se adjudican, de todos los trabajos que pudo haber producido. Uno es un tratado sobre el Paraíso, el otro, sobre el tema de cómo realizar asambleas de obispos. Fue sepultado en la Iglesia Dominica de Aviñón.
Bibliografía
QUÉTIF AND ECHARD, S.S. Ord. Praed., I, 546; CORNER, Chronicon rerum Saxonicarum, in SEELEN, De H. Kornero cujusque M.S. commentario (L BECK, 1720); CARTELLIERI, in Neue Heidelberger Jahrbücher (1904), XIII, 121, 129
Escrito por T.L. Crowley.
Trascrito por John Orr
Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes