Nicolás de Bari, San - Leyendas e iconografía
De Enciclopedia Católica
San Nicolás, quien fuera en la Edad Media y aún sigue siendo en la actualidad uno de los santos más populares, tiene el privilegio de pertenecer a la Iglesia griega y al mismo tiempo a la latina. Nació en Asia Menor y su culto se traspasó al sur de Italia, junto con sus reliquias. Reivindicado por Patras, Mira y Bari, el culto de san Nicolás no padeció el cisma y ha seguido sirviendo como vínculo.
Pero a pesar de su popularidad es uno de los menos históricos. Habría nacido hacia 270 en Patras de Licia, localidad que la Leyenda Dorada confunde con Patras de Grecia. Habría sido obispo de Mira, en Asia Menor, encarcelado y liberado por el advenimiento del emperador Constantino. Se contaba que había combatido la herejía arriana en el concilio de Nicea. Habría muerto en 342.
En realidad la historia fue muy pronto ahogada por la leyenda. Su precocidad fue asombrosa: el mismo día de su nacimiento se mantuvo de pie, solo, en la cuba que llenaron de agua para darle el primer baño. Los dos episodios más conocidos de su leyenda son su ejemplo de caridad, al dotar a tres jóvenes casaderas muy pobres a quienes la miseria empujaba al vicio, y el milagro de los tres monaguillos resucitados.
La leyenda de las tres doncellas es tan conocida como la caridad de san Martín compartiendo su manto. Un noble reducido a la indigencia no tenía otra salida que prostituir a sus tres hijas. San Nicolás las salvó de la deshonra arrojando tres bolsas llenas de oro a través de la ventana de su casa, recursos que permitieron casarlas hnorablemente.
La leyenda de los tres niños resucitados es más compleja, porque se trata de la deformación de la historia de los tres oficiales falsamente acusados e injustamente condenados a muerte, a quienes san Nicolás habría arrancado del tajo del verdugo apareciéndose en sueños al emperador Constantino. Esta leyenda, que nació en Francia en el siglo XII, se explica por la falsa interpretación de una imagen. En el arte de la Edad Media, los cautivos están representados en una torre cortada por el centro. Los tres oficiales en prisión cuyas cabezas emergían de una torrecilla se tomaron por tres niños hundidos en una cuba que la imaginación popular convirtió en saladero.
Los demás milagros de san Nicolás están, casi todos ellos, relacionados con el mar. Los marineros griegos sorprendidos por la tempestad invocaban a san Nicolás con la esperanza de que les socorriera.
PATRONAZGOS
Otra prueba de la popularidad de san Nicolás es la multitud de sus patronazgos. Es el patrón de los escolares, de los niños de coro, en conmemoración del milagro de los tres niños. Lo invocaban las jóvenes casaderas, en conmemoración de las bolsas de oro que ofreciera a las tres doncellas pobres. Por los regalos que hizo a éstas, se convirtió en el distribuidor de los regalos de Navidad; y en lugar de arrojarlos por la ventana, los deja caer por la chimenea. Además, en el Oriente mediterráneo también es, como ya se dijo, el santo tutelar de los marineros. Era el patrón de los carpinteros navales, de los pilotos, de los marineros de agua dulce, de los almadieros de Morvan y de los barqueros del Yonne o del Cure. Además, una docena de corporaciones se ponían bajo su protección: abogados, procuradores y letrados de palacio, los prestamistas prendarios, los toneleros, comerciantes de vino, arqueadores y descargadores de vino, comerciantes de grano y descargadores de trigo, carniceros, perfumeros, boticarios y especieros.
La mayoría de estos patronazgos se explican por su leyenda o por juegos de palabras. Los prestamistas prendarios le reconocían haber castigado a los morosos de mala fe. Los descargadores de trigo recordaban que había completado milagrosamente la carga de grano de un navío cuyo capitán había tomado una parte para alimentar hambrientos. Los toneleros aludían al saladero con forma de tonel de donde sacara a los tres escolares.
Además se creía a san Nicolás protector de los tesoros confiados a su guarda contra los ladrones.
Por último, la leyenda de los tres oficiales injustamente encarcelados le había valido el reconocimiento de los presos y de las víctimas de errores judiciales.
ICONOGRAFÍA
En el arte bizantino, san Nicolás está representado con una ancha frente y barba blanca, y vestido como un obispo griego; es decir, con felonion y omoforión blancos, y siempre con la cabeza descubierta. En la mano izquierda lleva el libro de los Evangelios o una cruz de doble travesaño, mientras que con la diestra hace un gesto de bendición. No tiene atributos individuales.
En el arte de Occidente está transformado en un obispo latino, es decir, tocado con mitra y apoyado en un báculo.
Fue a partir del siglo XIV cuando se le concedieron atributos individuales nacidos de la leyenda o del culto. Sus atributos individuales son las tres bolsas de oro que mantiene sobre el libro de los Evangelios y los tres niños emergiendo del saladero. Las tres bolsas de oro a veces se convierten en tres manzanas a causa de los regalos de Navidad que deja a los niños en sus zapatos. En su calidad de patrón de los marineros tiene como atributo un ancla, que puede hacer que se lo confunda con el papa san Clemente si no llevase mitra en lugar de tiara.
Fuente: Iconografía del arte cristiano, de Louis Réau.
Tomado de: www.historiarte.net