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Martes, 19 de marzo de 2024

Monarquía Austro-Húngara

De Enciclopedia Católica

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Fernando I Habsburgo
(N.del T.) Este artículo es de 1907, pocos años antes del final de la monarquía austro–húngara y por ello es una especie de inventario final muy interesante, congelado en el tiempo bajo la perspectiva de la Enc. Cat. El imperio austrohúngaro quedó disuelto después de la Primera Guerra Mundial, en 1919, por los tratados de Saint-Germain y Trianon.

Se designa con este nombre la monarquía europea cuyos dominios, durante la mayor parte de su existencia, tiene como arteria principal el río Danubio en su curso desde Engelhartszell, cerca de Passau, hasta Orsova. Al sur del Danubio están las provincias alpinas austriacas de Carintia y Carnola; al norte del Danubio están las provincias de los Cárpatos y las provincias de los Sudetes.


Área y población

La monarquía como un todo tiene un área de 680,887 kms cuadrados, y una población de alrededor de 48,592,000, lo que la coloca en segundo lugar en la división política de Europa. La densidad media de su población es aproximadamente 80 habitantes por km. cuadrado. La monarquía tiene poder sobre: (a) los reinos y provincias representados en el Parlamento austríaco, o Reichstag, que en conjunto tienen un área de unos 300,00 kms cuadrados y una población de 26,969,812; (b) las provincias de la Corona Húngara, con un área total de 329,851 kms cuadrados y una población de 19,985,465; (c) Bosnia y Herzegovina, con un área de 51,028 kms cuadrados y una población de 1,737,000, administrada y ocupada por Austria-Hungría, aunque teóricamente parte del Imperio Otomano. Estas poblaciones incluyen una gran variedad de razas, En el territorio austriaco hay alemanes 9,171,000; Checos, 5,955,000; Polacos, 4,259,000; Rutenos, 3,376,000; Eslovenos, 1,193,000; Italianos y Ladinos, 727,000. En Hungría, la población está compuesta por Magiares, 9,180,000; Rumanos, 2,867,000; alemanes, 2,138,000; Eslovacos, 2,055,000; Croatas, 1,734,000; Serbios, 1,079,000; Rutenos, 443,000. Los habitantes de Bosnia y Herzegovina son Servo-Croatas. Las capitales de las tres principales divisiones son: Austria, Viena con 1,675,000 habitantes; Hungría, Budapest, con 732,000 habitantes; Bosnia y Herzegovina, Serajevo, con 38,000 habitantes. La única franja costera en Austria-Hungría está en el Adriático y tiene una longitud de 2,200 kms. Los países que bordean Austria-Hungría son: Italia, Suiza, el principado de Lichtenstein, Baviera, Sajonia, Prusia, Rusia, Rumania, Servia, Turquía y Montenegro.

Historia de la Iglesia

La monarquía austro húngara fue creada por la unión de provincias alemanas, eslavas y húngaras que ahora están dentro de su territorio. Esta unió tuvo lugar en 1526. A la muerte de Luis II de Hungría y Bohemia en la batalla de Mohács, en aquel año. Bohemia y Hungría se unieron a las posesiones austríacas de Fernando I, de la familia de los Habsburgo. Esa unión, que estaba de acuerdo con la ley de sucesión así como resultado de la libre elección. Hasta 1536 cada una de las tres divisiones del imperio tenía su historia religiosa separada.

Cristiandad temprana.

Los romanos de tiempos de Augusto tomaron posesión de las provincias de Austria –Hungría que están al sur del Danubio. Con el tiempo construyeron caminos, fundaron ciudades, convirtieron el territorio en provincias romanas y aquí y allá convirtieron a los habitantes al cristianismo. Las ciudades de Aquilea y Solona, sedes episcopales desde mediado el siglo primero, fueron centros de cristiandad para Noricum y Pannonia. En el año 294 cinco trabajadores cristianos fueron arrojados desde los puentes de mármol del Sirmium (Mitrowitz) al río Save y murieron ahogados. Durante la persecución de los cristianos bajo el emperador Diocleciano, en el 304, el soldado Floriano fue arrojado al Ems en Lauriacum (Lorch). La casa de los canónigos de S. Agustín , en SA. Florian, Austria Superior s está en el lugar donde se enterró el cuerpo del santo. Una tradición da la misma fecha para el martirio de los dos obispos Victorino de Pretovia (Pettau en Estyrio sur) y Quirino de Siscia, que encontraron la muerte donde el Kulpa desemboca en el Save. En estas fechas, el cristianismo debió tener ya muchos seguidores en estos distritos porque ya hay una organización establecida. Los obispos de Noricum estaban bajo la autoridad del patriarca de Aquilea, mientras que Panonia estaba bajo el Metropolitano de Sirmium.

El último representante de la cultura romana entre los habitante del distrito del Danubio es S. Severino. La historia de su vida, escrita por su discípulo Eugippius, es el único documento escrito que tenemos para la historia de las provincias del Danubio durante los últimos días de la ocupación romana. Severino se estableció cerca de la actual ciudad de Viena, construyó un monasterio para sí y sus compañeros y llevó una vida tan austera que hasta en invierno, cuando el Danubio se congelaba, caminaba arriba y abajo sobre el hielo con los pies descalzos. Sus viajes sobre el río helado eran para consolar a los desesperados de la provincia que se veían amenazados por todas partes por bandas de merodeadores bárbaros. En estos viajes, Severino llegó hasta Castra Batava (Passau), y tierra adentro desde el río hasta Juvavum (Salzburgo).

Dios le había dado el don de la profecía. Cuando Odovakar (Odoacro), rey de los Hérulos, se puso en marcha contra Roma, fue al santo y le pidió sus bendiciones; el santo le contestó proféticamente: “ Sigue adelante, hijo mía. Hoy aún está vestido con las pieles sin valor de los animales, pero pronto hará regalos con los tesoros de Italia”. Después de que Odoacro destruyera al imperio romano de occidente y se hubo apoderado de Italia envío a buscar a Severino para pedirle algún favor, Severino solamente pidió el perdón para alguien que había sido desterrado. El rey de los alamanes, Gibold también le visitó en Castra Batava y el santo le pidió como un favor personal que el rey dejara de someter a pillaje el territorio romano. Su forma normal de saludar era "Sit nomen Domini benedictum", correspondiendo a la frase “Laudetur Jesus Christus” “Alabado sea Jesucristo”. Cuando Severino yacía en su lecho de muerte, y sus discípulos no podían rezar por el llanto, él mismo comenzó a recitar el último salmo y con las últimas palabras del mismo, "Omnis spiritus laudet Dominum", pasó a mejor vida (482). Seis años después los romanos se replegaron de esta región llevando consigo el cuerpo del santo, volviendo a Italia, donde fue enterrado donare honores, en el castillo de Luculanum, cerca de Nápoles.

La Edad Media.

Durante el período de las invasiones y migraciones que siguió a la caída de Roma, Austria fue el campo de batalla de las hordas bárbaras. Vindobona desapareció de la faz de la tierra; Panonia fue destruida por los Avaros, un pueblo de la familia de los Hunos. El destino sufrieron Styria, Carinthia y Carniola, desalada por los Eslovenos que se apoderaron de esas provincias. La tierra que estaba sobre el Drave superior ha llevado desde entonces el nombre de "Pustertal" (del esloveno pust, "baldío, yermo). Los Croatas y Serbios se apoderaron del territorio al sur del Save. Los Croatas fueron los primeros en convertirse al cristianismo entre los eslavos. Se convirtieron hacia el año 650 por la acción de sacerdotes romanos. Los Bajuvari (Bávaros), gente del oeste, se extendieron sobre toda Austria Superior. S Ruperto, obispo de Worms, bautizó al duque bávaro Teodo, en Ratisbona (Regensburg), convirtiéndose en el apóstol de los Bajuvarii austriacos. Viajó y predicó hasta Lauriacum, se estableció en Salzburgo y allí erigió una sede y construyó el monasterio de S. Pedro (ca. 700), que es el más antiguo monasterio benedictino que ha tenido una existencia continua hasta nuestros tiempos, puesto que Monte Cassino ha sido repetidamente destruido y abandonado. El claustro benedictino para mujeres, Nonnberg, fundado por el sobrino de Ruperto, Ehrentraut, aun se mantiene. El duque Bávaro Tassilo fundó los monasterios benedictinos Mondsee (748) y Kremsmünster (777). Los obispos de Salzburgo llevaron la fe cristiana y las costumbres germanas a los Eslavos.

Surgieron disputas entre los Carintios y el patriarca de Aquilea. Carlomagno elevó la sede de Salzburgo a arzobispado en 798, solucionó la disputa con Aquilea haciendo al Drave línea divisoria entre las dos provincias y en 803 estableció los territorios fronterizos conocidos como Marca de Friuli y la Marca del Este Moravia fue ganada para el cristianismo por los hermanos Metodio y Constantino, monjes griegos de Tesalónica, conocidos en la historia como apóstoles de los Eslavos. Constantino inventó el alfabeto Glagolítico, tradujo la Biblia al Eslavo y compuso la liturgia en ese idioma. Pero como Salzburgo y Passau reclamaban la región en la que los hermanos trabajaban, los eclesiásticos alemanes se quejaron contra ellos. El papa Adriano II, sin embargo, autorizó la liturgia en la lengua eslava. Constantino permaneció en Roma en un monasterio y tomó el nombre de Cirilo, mientras que Metodio, después de sus trabajos llenos de éxitos como arzobispo de Pannonia y Moravia, murió el 6 de abril de 885, en Vehlehrad, sobre el río March. A los apóstoles de los eslavos, según un decreto de León XIII, se les conmemora en toda la Iglesia Católica el 5 de julio. La liturgia latina fue reintroducida en Moravia por Swatopluk, sucesor del duque Ratislaus y pronto después de su muerte los Magiares destruyeron el imperio de la Gran Moravia (906). Vuelve a oírse hablar de Moravia con la fundación del episcopado de Olmütz, 1063), en su provincia de Bohemia.

El cristianismo fue introducido en Bohemia desde Moravia. Los Checos de Praga eran el grupo más importante de las tribus eslavas que al final de siglo quinto controlaban el interior de Bohemia y expulsaron a los germanos a las fronteras del país. En el 871 su príncipe, Borziwoy, y su esposa Ludmilla, consintieron en recibir el bautismo de manos de S. Metodio. En adelante la historia de Bohemia es la historia de las luchas entre los dos grupos, los cristiano-germanos y los paganos nacionales. A instigación del grupo de paganos nacionales el santo duque Wenzel (Wenceslao) I fue asesinado por su hermano, Boleslaw I, pero hasta Boleslao tuvo que gobernar según los deseos del grupo cristiano germánico y su hijo Boleslaw II fundo el obispado de Praga (973). La nueva sede fue puesta bajo la autoridad del arzobispo de Maguncia y su primer obispo fue el sajón Dithmar. Su sucesor, S. Adalberto (Wojtech), murió mártir (967) a manos del los eslavos paganos de Prusia, a los que intentaba llevar la verdad. La orden benedictina llegó a Bohemia con la fundación del monasterio de Borevnov por Boleslaw II, y su hermana Milada fue la primera abadesa de S. Jorge, el claustro benedictino para mujeres de Praga. El duque Bretislaw tomó Gnesen y llevó en triunfo el cuerpo de S. Adalberto. Dabrowka, hija de Boleslaw I, casó con el duque polaco Mieczyslaw, que fue bautizado en 966. El hijo de Mieczyslaw puso los fundamentos de una duradera organización eclesiástica formando los cuatro obispados de Posen, Kolberg, Breslau y Cracovia poniéndolos bajo la autoridad del arzobispado de Gnesen, que se había establecido en el año 1000. Los Magiares, un pueblo de la región Ural-Altai se movieron en 895 a la desértica región de los Avaros sobre el Theiss. Intentaron convertirlos desde la corte de Bizancio; también S. Wolfgang un monje de María Einsiedeln, por Peregrino obispo de Passau que como sucesor de los obispos de Lorch quería ser el metropolitano de toda Panonia y por Adalberto de Praga. Sucedió que el gobernante magiar Géza, biznieto de Arpad, y su mujer Sarolta estaban favorablemente inclinados hacia el cristianismo. El verdadero apóstol de los magiares, sin embargo fue el nieto de Geza S. Esteban, que recibió una educación cristiana y fue bautizado por S. Adalberto . Con ocasión de su matrimonio con Gisela, hermana del futuro emperador Enrique II, Estaban juró traer a su pueblo las bendiciones del cristianismo. Una de las más importantes medidas tomadas por él par asegurar la nueva fe fue fundar en Gran un arzobispado con diez sedes subordinadas.

Como el santo patrón de Estaban e las batallas había sido S. Martín, fundó el monasterio benedictino de Martinsberg. También fundó hospicio para recibir a los peregrinos húngaros en Rávena, Roma y Jerusalén. Astirens, abad de Martinsberg, obtuvo del papa, para él, el título de rey. Silvestre II envió una corona de oro y, según la tradición, ( que sin embargo no está bien fundada) una bula que concedía a los reyes de Hungría el privilegio de “Apostólica Majestad” Teniendo una gran devoción a la Virgen, Esteban quiso ser coronado en la fiesta de la Asunción , el 15 de agosto del año 1000 y los historiadores de la Iglesia han dado a Hungría el título reino de María (Regnum Marianum). El avance gradual del cristianismo en Austria hacia el este se ve en el cambio de lugar de lso primeros gobernantes de la línea Babenberg (Bamberg) de Kelk, sobre el Kahlenberg, a Viena. Uno de esa familia, Leopoldo I, el Ilustre, había fundado ya en Melk un establecimiento de canónigos regulares que en 1089 fueron remplazados por doce monjes benedictinos de Lambach. Cuando el hijo menos de Leopoldo, Adalbert I el Victorioso, era margrave, tres jóvenes dejaron la región para ir a París a estudiar. Por el camino, fueron obligados a pasar una noche al raso y comenzaron a hablar del futuro. Cada uno de ellos quería ser obispo y cada uno juró que si alguna vez lo eran, fundarían un monasterio. Uno de ellos, Gebhard, llegó a ser arzobispo de Salzburgo y fundó Admont en la diócesis de Gurk; otro, Adalbero, obispo de Würzburg, fundó el monasterio de Laibach, mientras que el tercero A. Altmann de Passau, fundó Göttweig para doce canónigos bajo la regla de S. Agustín, que después de diez años fueron remplazados por benedictinos de S. Blasien, en la Selva Negra. Los tres permanecieron fieles a Gregorio VII en la controversia de la Investiduras.

Durante el gobierno del margrave Leopoldo II, el santo, comenzaron las Cruzadas y muchos de lso ejércitos cruzados atravesaron Austria. La madre de Leopoldo Ida, tomó parte en la peregrinación que dirigió Thieno, arzobispo de Salzburgo. El arzobispo murió como un mártir e Ida fue hecha prisionera. Leopoldo erigió una iglesia en Kahlenberg y fundó los monasterios de Klosterneuburg y Heiligenkreuz. Su esposa, Inés, viuda del duque Federico Hohenstaufen, del dio dieciocho hijos. El tercero, Otto, estudió en París, entro en el monasterio cisterciense de Morimond, fue obispo de Freising y escribió la crónica "De Duabus Civitatibus", y una segunda obra, "Libri Duo de Gestis Friderici I". Por estos dos libros es el más conocido historiador alemán del Medievo.

Después de una dura lucha, el santo rey Ladislao (m.1095) tuvo éxito en poner orden en los asuntos eclesiásticos y civiles de Hungría. Fundó el obispado de Grosswardein, y reunión a los dignatarios eclesiásticos y civiles en una dieta en Szabolcs, dieta llamada con frecuencia sínodo, por los muchos asuntos eclesiásticos que se trataron en ella. Se ordenó que los sacerdotes observaran estrictamente el celibato, se recomendó a los laicos que guardaran el domingo y días de fiesta y que se abstuvieran de inmoralidad. Ladislao conquistó Croacia cuyo duque, Zwonimir, había recibido de un legado de Gragorio VII en Salona (1076) estandarte espada, corona y cetro con el título de rey por haber jurado fidelidad al papa. Enrique II, Jasomirgott, fue el primer duque de Austria. Se construyó una residencia en Viena (Am Hof), en la que estaba la capilla de S. Pancracio y fundó para los benedictinos el Schottenkloster de S. Jacobo en Ratisbona. Octavian Wolzner, un arquitecto de Cracovia, erigió para el Nuevo duque la iglesia de S. Esteban a la que se adjuntó la parroquia de Pedro. Leopoldo V, el Virtuoso, hijo de Enrique II tomó parte en la Tercera Cruzada y luchó con tanto valor que, como se decía , su armadura se tiñó de rojo de sangre y solo la parte debajo de la espala permaneció blanca. Sin embargo, Ricardo Corazón de León rasgó la bandera austriaca en el ataque de Ascalón y el duque airado volvió a su casa. De camino a hacia Inglaterra, Ricardo fue hecho prisionero en Erdberg y mantenido en prisión por el duque en Dürrenstein. Como los cruzados estaban bajo la protección del papa, Celestino III puso a Leopoldo V bajo entredicho, a lo que el duque no puso atención. Pero cuando, en Graz, cayó de su caballo, se rompió una pierna, y se encontró en peligro de muerte, su conciencia le remordía y envío a buscar a Alberto III, arzobispo de Salzburgo, que esta en las cercanías y recibió la absolución. Federico I, el hijo mayor de Leopoldo, reinó solo seis años y murió en una cruzada. El reinado de su hermano, Leopoldo VI, el Glorioso, fue brillante. También fue a una cruzada y trató primero de capturar Daimieta, la llave de Jerusalén, pero se vio obligado a volver a casa sin haber logrado nada. Casó con una princesa bizantina y estableció relaciones con hombres de cultura y saber griego. El duque construyó un nuevo castillo para su residencia (Schweizerhof) y la iglesia de S. Miguel. La iglesia era para beneficio de los que asistían al duque, servidores, y pueblo de la ciudad que se estableció alrededor del castillo. El plan de formar un obispado en Viena no se llevó a acabo, aunque Eberhard II de Salzburg fundó obispados en Seckau y Lavant para Estiria y Carintia. El hijo y sucesor de Federico, el último de los Babenberg, fue armado caballero con mucha pompa religiosa el día de la Purificación de la Virgen de 1232 en la iglesia del castillo. El obispo Gebhard de Passau celebró la misa y entregó la espada consagrada al duque. Otros doscientos jóvenes fueron armados caballeros al mismo tiempo. Después de la ceremonia el joven duque cabalgó en cabeza de los nuevos caballeros hasta Penzif, donde se celebraron unas justas.

En un corto tiempo las líneas masculinas de las dinastías nacionales de estos países se extinguieron: la dinastía Babenberg (Austria) en 1246, los Arpadian (Hungría) en 1301, y los Premyslian (Bohemia) en 1306. En 1282 el emperador alemán, Rodolfo de Hapsburg, entregó Austria en feudo a su hijo Albrecht. Los duques de Habsburgo pronto añadieron el Tirol, Carintia, Carniola y la Marca de Wends a Austria y Estiria. Los gobernantes de esta dinastía merecen ser alabados por su contribución a desarrollar la vida de la iglesia en estos territorios. Albrecht I fundó la capilla de la corte (Hofburg) en su Castillo; el duque Rodolfo IV en 1359 puso la piedra angular de la reconstrucción gótica de la iglesia de S. Esteban. Pasaron 150 años hasta que se completó la gran torre de la Iglesia cátedra de S. Esteban. El mismo duque fundó la universidad de Viena con el consentimiento del papa, en 1365, que siguió el modelo de la de París y obtuvo grandes privilegios (exención de impuestos, derecho de administrar justicia). Cuando parte del Consejo de Basilea se separó de Eugenio IV y colocó a Félix V como antipapa, la facultad teológica de la universidad, de la que era miembro por entonces el conocido Thomas Ebendorffer de Haselbach se puso de parte del antipapa. Pero el legado papal Juan Carvajal y Eneas Sylvius Piccolomini, el secretario gubernamental del emperador, lograron que éste se pusiera de parte de Eugenio y firmara el Concordato de Viena (1448) que restauraba para el papa los impuestos de las annatas y los derechos de confirmación y le aseguraba el derecho de nombrar las canonjías en los meses impares así como los candidatos de los puestos eclesiásticos vacantes.

El Concordato fue poco a poco siendo aceptado por todos los gobernantes alemanes, de manera que las relaciones entre la iglesia alemana y el papado se ha regido por sus provisiones. En 1452 Federico fue coronado emperador en Roma, siendo el último coronado en esa ciudad. Durante su reinado se fundaron los obispados de Laibach (1462), Viena, y Wiener-Neustadt (estos dos últimos en 1469). Durante este período se establecieron muchas casas monásticas en Austria especialmente de las órdenes recientemente creadas: casa cartujas en cartujos Mauerbach, Gaming, Agsbach; Franciscanen en Viena, Klosterneuburg, St. Pölten, Maria Enzersdorf, Pupping; Dominicos en Graz y Retz.

Durante la dinastía Luxemburgo, Bohemia alcanzó altas cotes de prosperidad material y espiritual. Carlos IV, ante de comenzar a reinar, logró que Praga fuera elevada a Arzobispado (1344), independizando eclesiásticamente al país de Alemania. Carlos, que había estudiado en París, en cuando subió al trono fundó la Universidad de Praga (1348), primera en territorio alemán. El Maestro Matías de Anras y Pedro Parler de Schwäbisch-Gmund comenzaron la construcción de la catedral de S. Vito, que no terminaría hasta 1929. Parler también construyó la iglesia Teynkirche en Praga y la de Sta. Bárbara en Kutzenberg, mientras que Matías de Anras construía el Castillo fortaleza de Karlstein. La corona de joyas de Bohemia conservaba en la suntuosa capilla de Karlstein.

Pero Bohema tuvo una repentina caída de la altura alcanzada: el Rey Wenzel (Wenceslao) hijo de Carlos IV, no controlaba su temperamento y comenzó una lucha contra el arzobispo. El vicario general del mismo Juan de Pomuk (S. Juan Nepomuceno) rehusó decir lo que había oído en confesión. Fue torturado y después arrojado, atado por la noche al río Moldava. Por entonces comienzan a aparecer en Bohemia los primeros signos de agitación religiosa que a traer sobre Bohemia y países limítrofes muchos sinsabores. Jerónimo de Praga había conocido en Oxford los escritos de Wycliff. Volvió a su tierra trayendo consigo sus enseñanzas que comunicó a su amigo Hus. Hus provenía de Husinetz cerca de Prachatitz. Era hijo de un campesino que había llegado a profesor de Filosofía en la universidad de Praga, era predicador en el idioma de Bohemia en la capilla de Belén y confesor de la reina Sofía. En la universidad se elevó una protesta contra él por sus enseñanzas. Des las cuatro “naciones” de la Universidad (sajones, bávaros, polacos y bohemios, sólo estos votaron a su favor. Entonces Hus convirtió un asunto personal en nacional. El rey Wenceslao ordenó que en adelante los bohemios tuvieran tres votos y las otras “naciones” solo uno, ante lo que los 5000 estudiantes dejaron la universidad con los profesores alemanes y fundaron la universidad de Leipzig. La universidad, pues, se convirtió en nacional. Y Hus, ya sin interferencias, enseñó las siguientes doctrinas: La iglesia está formada solo por los elegidos; no se puede ser ni gobernador ni obispo si está en pecado mortal; la dignidad papal es una concesión imperial; la obediencia a la Iglesia es un invento de los hombres.

Hus fue suspendido por exarzobispo Zbinko pero apeló al papa (Alejandro V) y después a Jesucristo. Juan XXII excomulgó a Hus, puso a Praga en entredicho y convocó el Concilio de Constanza. El emperador Segismundo dio a Hus un salvoconducto que le protegía de los actos de violencia contra él por parte de los airados alemanes por cuyo territorio había de pasar, pero no del veredicto del concilio. Hus fue repetidamente examinado ante el concilio, pero no se quiso retractar de sus opiniones, por lo que los miembros del concilio condenaron sus errores y le entregaron al brazo secular, que de acuerdo con la ley del lugar, le condenó a muerte (1415). Jerónimo de Praga sufrió la misma condena al año siguiente. Durante su estancia en Constanza Hus sancionó la recepción de la comunión bajo las dos especies que había introducido el maestro Jacobo de Miez (Calixtines). En Praga, Juan de Selau, que había sido monje, dirigía una procesión, cuando le lanzaron una piedra desde una ventana el ayuntamiento. Los que acompañaban a la procesión, dirigidos por el caballero Juan Zizka de Trocnov, irrumpieron a la fuerza en el ayuntamiento y arrojaron por la ventana al juez, al alcalde y a varios miembros del concejo, muriendo por la caída. La historia conoce este hecho como “La primera defenestración de Praga”. El rey Wenceslao quedó tan impresionado por el episodio que le dio una apoplejía y murió. Esto se considera como el principio de las guerras husitas que devastaron no solo Bohemia sino también los países vecinos.

Los Husitas, afortunadamente, se dividieron entre los moderados, “calicistas” dirigidos por Juan de Rokyzana, y los “taboritas” llamados así por la ciudad y montaña que llamaron Tabor. Los Taboritas seguían a Juan Zizka y a Procopio el Grande, llamado también Iloly (tonsurado) porque había sido monje. Tras la muerte de Zizka los más extremistas radicales tomaron el nombre de “Huérfanos” porque nadie era digno de ocupar el lugar de Zizka. Por fin fueron conquistados y se llegó a un acuerdo con los moderados, que se llamó Compactata (Tratado de Iglau) basado en los cuatro artículos de Praga (1436). Los Compacta preveían: que en Bohemia todo el que lo solicitara recibiera la Comunión bajo las dos especies; los pecados mortales debían ser castigados, pero solo por las autoridades legales; la palabra de Dios debía ser libremente explicada por el clero nombrado para ese propósito; los eclesiásticos bebían manejar sus propiedades según las leyes de la iglesia. Desde pe de esto, el “Husismo” siguió viviendo en los “Hermanos Bohemios” que eligieron a un obispo en Lhota cerca de Reichenau (1467), y que por fin fueron absorbidos por las corrientes de la Reforma.

La cultura Cristiana húngara floreció durante el reinado de la casa de Anjou. Luis el Grande fundó universidades en Altofen y Funfkirchen, y construyo una magnífica catedral en Kaschau. Cuando Constantinopla fue capturada por los turcos (29 May, 1453), por toda Europa se oyó un grito de terror y el papa envió a Juan de Capistrano a predicar la cruzada. Acudían a oírle inmensas multitudes en Italia, Alemania, Bohemia y Hungría. Predicaba al aire libre puesto que las iglesias no podían con tales masas de oyentes. Hay un púlpito de piedra con una estatua del santo en uno de los lados de la catedral de S. Esteban de Viena. Cien mil personas se reunieron en la plaza y en los tejados de las casas para oírle. Y era muy raro porque predicaba en latín. Pero todos los que le oía se conmovían en el interior de sus almas. Los turcos, en 1456, intentaron tomar Belgrado, clave para entrar en Hungría, Juan Carvajal, legado papal y Juan Capsitrano levantaron un ejercito cruzado con el que Juan Hunyady pudo derrotar en Belgrado a un ejército turco mucho más numeroso. Se llamó la “batalla de los tres Juanes”.

Hunyady Y Capistrano murieron poco después por la fiebre del campamento (tifus). Hunyady había sido educado por Vitez, arzobispo de Grosswardein, después arzobispo de Gran, que le inspiro un gran amor al saber de manera que cuando ascendió al trono con el nombre de Matías Corvinus, reunió a muchos intelectuales a su alrededor reestableció la decaída universidad de Ofen y fundó la de Pressburg. Treinta copistas se encargaban en Ofen de transcribir los clásicos latinos y griegos. Los volúmenes magníficamente iluminado y encuadernados fueron conocidos como los “libros corvinianos”

Tiempos modernos.

Si en la historia de la Iglesia , la antigüedad cristiana representa el período de la vida y trabajos de la iglesia entre los pueblos influenciados por la civilización greco-romana y la Edad media el período de la vida de la Iglesia y los trabajos entre los germanos y las naciones que se pusieron en contacto con ellos, entonces, los tiempos modernos representan el momento en que la influencia de la Iglesia comenzó a extenderse al mundo entero. Según esta teoría, los tiempos modernos comienzan con el descubrimiento del Nuevo Mundo. Pero si el comienzote la Edad Moderna se hace coincidir con la Reforma Protestante, entonces aún está más señalada por el surgir de la monarquía que se formó por la unión de las provincias austríaca, eslava y húngara bajo los Habsburgo en 1526. Fernando de Habsburgo, gobernante de las provincias de la corona germano austríaca, se había casado, en Linz, con Ana de Hungría y Bohemia. Cuando el hermano de Ana, Luis II, murió en la desesperada batalla de Mohács (1526), Fernando de Austria le sucedió por derecho de herencia y elección como rey de Bohemia y Hungría.

La nueva doctrina enseñada en Wittemberg pronto llegó a las provincias austriacas, extendida en primer lugar por los mineros. Las familias nobles enviaban con frecuencia a sus hijos a las universidades alemanas, también a Wittemberg, y estos estudiantes volvían frecuentemente con ideas protestantes, trayendo consigo a predicadores protestantes. El constante peligro de los turcos en Austria fue muy oportuno para el nuevo movimiento religioso. Pablo de Spretten (Speratus), un suabo expulsado de Salzburgo por sus puntos de vista luteranos fue uno de los primeros predicadores de la nueva doctrina en Viena, que también entró en Hungría y Transilvania a través de los mercaderes que llevaban consigo los libros luteranos y allí echó raíces, especialmente entre la población alemana de la región de Zipser y entre los sajones de Transilvania. Matías Biro, conocido como Devay, por su lugar de rigen, Deva en Tranilvania, ha sido llamado el “Lutero de Hungría”. La mayoría de los obispos húngaros habían caído en la batalla de Mohács, y las disputas que siguieron sobre la sucesión al trono distrajeron a la monarquía. Por ello las nuevas doctrinas se extendieron rápidamente y Debay consiguió que se adhiriesen familias de nobles como los Batthyany y los Bocskay. Entonces, el calvinismo comenzó a llamarse en Hungría Magyar hit (fe húngara), Luteranismo Nemes hit (fe alemana) y el catolicismo Igaz hit (fe correcta).

El mismo éxito acompañó a las predicaciones de Juan Gross de Cronstadt en Transilvania, a pesar de los esfuerzos de Georgy Utyeszenich para controlarlo. Utyeszenich (también llamado Marinus, por su madre) era prior del monasterio paulino de Szenstochov cerca de Cracovia y gobernaba en Transilvania como guardián de Juan Segismundo Zápolyas. Gross añadió Honter a su nombre por haberse salvado de ahogarse gracias a unas plantas (en le dialecto transilvano, hontert). Con el fin de asegurar la corona para su hijo, Juan Segismundo Zápolyas, su madre Isabel fue obligada a sancionar las decisiones de la dieta reunida en Thorenburg (Torda) cerca de Klausenburg, que concedió a los seguidores de la Confesión de Augsburgo iguales derechos que a los católicos. En Bohemia y Moravia el luteranismo encontró seguidores al principio sobre todo entre los alemanes y especialmente entre la secta de los Utraquistas. Así que de la misma manera que la Dinastía Habsburgo resultó sor en este período un escudo para la cristiandad contra el avance del Islam, también se mostró constante en la defensa de la fe contra las innovaciones religiosas. El papa Pío IV concedió el cáliz al laicado en la archidiócesis de Gran y Praga, una concesión, que retiró S. Pío V. Fernando trató ayudar de muchas maneras: con sus mandatos, con las inspecciones de conventos y parroquias, con el cuidado en la selección de los eclesiásticos, con la introducción de la recientemente fundada Compañía de Jesús y con sus propuestas que fueron enviadas al Concilio de Trento en apoyo a las reformas. Los mandatos de Fernando no sirvieron de mucho, pero las inspecciones a los conventos y la imposición de las decisiones de Trento tuvieron efecto. Los obispos de Viena, Fabri (Heigerlein), y Frederick Nausea (latinización del alemán Gran; Nausia, horror, disgusto) fueron hombre no comunes que predicaron sin descanso los domingos y ¡fiestas en la cat3edral de S. Esteban y que tomaron parte en el movimiento religioso publicando panfletos teológicos. Los sermones de Nausea se caracterizan por una ruda rima sobre el día :

Viel tausend Menschen standen da Es predigt Bischof Nausea, Wie er denn pflegt zu aller Zeit Sein' Schäflein zgebn selbst die Weid. "Muchos miles se reúnen donde el obispo Nausea predica y él mismo suele alimentar a su rebaño”.

En las provincias austriacas los jesuitas fueron el facto más importante en la defensa de la fe y el aumento de la vida cristiana. Fernando I obtuvo de S. Ignacio la función de un colegio de jesuitas en Viena. Los dos primeros jesuitas llegaron a Viena en 1551. Al año siguiente llegó S. Pedro Canisio, el Reimer miembro alemán de la orden y se les asignó el monasterio Am Hof abandonado que fue de los carmelitas, obtuvieron dos cátedras en la facultad de teología y fundaron un colegio-gimnasio con un seminario mayor adjunto. S. Pedro Canisio fue nombrado predicador de la corte y durante un tiempo fue administrador de la diócesis de Viena. Su "Summa Doctrinæ Christianæ": un resumen llamado “Catecismo de Canisio” tuvo una influencia fundamental

Unos años después los jesuitas fundaron en Praga un gymnasium, una escuela teológica, una universidad y estudios teológicos, que por contraste con el “Carolinum” se llamó “Clementimum”. También fundaron escuelas en Innsbruck y en Tyrnau. El tutor y predicador de la corte de Maximiliano II, hijo mayor de Fernando, fue Sebastián Pfauser, un hombre de tendencias protestantes. Se temía que Maximiliano abrazara el nuevo credo, pero el nuncio papal, el obispo Hosius de Ermland le previno de las inconsistencias de la doctrina protestante que prueban su falsedad. Maximiliano II autorizó a los caballeros y señores a seguir la Confesión de Augsburgo en sus propios castillos, ciudades y villas. David Chytræus de Rostock diseñó para los protestantes una forma de servicio de iglesia. En Bohemia los Evangélicos se unieron a los Hermanos Bohemios y Moravos, llamando al nuevo acuerdo la “Confesión Bohemia”. Tenían un consistorio de quince al que estaba subordinado el clero evangélico. La posición de Maximiliano en la parte que ellos controlaban en Hungría, era difícil, porque los rebeldes ocultaban sus intenciones políticas bajo el manto de la lucha por la libertad religiosa. Su hermano Carlos era el amo en las provincias interiores austriacas, Stiria, Carintia, Carniola y Görz. Llamó a los Jesuitas a Graz, Klagenfurt, Laibach y Judenburg. Y en compensación exigió que los protestantes y sus correligionarios le dejaran en paz con su fe, derechos y posesiones; además los predicadores protestantes fueron obligados a abandonar las ciudades, los sitios donde había mercado y los territorios que estaban bajo el dominio personal del archiduque. Para contrapesar las dotadas escuelas de las provincias de Estirias, el archiduque fundó la universidad de Graz (Carolina) en 1586. El hijo de Carlos, Fernando, más tarde emperador Fernando II) fue educado en Ingolstadt y mientras estaba allí, declaró “Antes renunciaría a la tierra y al pueblo y me iría sin otra cosa que la camisa que llevara puesta que sancionar lo que pudiera ser injurioso para la religión.“ Cuando gobernó, nombró comisionados que limpiaron la tierra de estos predicadores. Los obispos Jorge Stobäus de Lavant y Martin Brenner de Seckau (el martillo de los herejes) encabezaban estas comisiones reformadoras. Pero no se derramó sangre en esta contra-reforma.

Al distribuir las provincias, el archiduque Fernando, esposo de Filipina Welser, había recibido el Tirol. La dieta de 1570 decidió la situación religiosa de esa provincia. El gobernador, Jacob de Pagrsbach, declaro firmemente que garantizar los deseos de los p0rotestantes sería contrario a las costumbres y ordenanzas de la tierra y más aún que sería una locura entregar la religión, que era el lazo más fuerte que une a los corazones. Todos estuvieron de acuerdo con él. Rodolfo II, el hijo mayor y sucesor de Maximiliano vivía en el Hradschin de Praga, donde continuaba con sus estudios de alquimia y arte. El archiducado de Austria era gobernado por su hermano Ernst, quien era ayudado por Melchor Khlesl, que implantó la contra-reforma en Austria. Khlesl era hijo de padres protestantes; su padre había sido panadero en Viena. El se había convertido por los sermones del predicador de la corte George Scherer. Desde tiempos de Sherer hasta la suspensión de la orden los predicadores de la corte eran elegidos en una sucesión interrumpida de entre los jesuitas. Khlesl se convirtió en preboste de S. Esteban, Canciller de la Universidad y obispo de Viena. Durante los reinos de Ernst y su hermano Matías, Khlesl era todo poderoso.

Rodolfo II se había encerrado en Praga, y los miembros de la familia Habsburgo eligieron al archiduque Matías como líder. Los bohemios se mantuvieron con Rodolfo II, pero consiguieron de él un rescripto (Majestätsbrief) en 1609, en el que se confirmaba la Confesión Bohemia, se concedía a los protestantes para asistir a la universidad y les daba el derecho de elegir consistorio; también les permitía tres estados temporales de señores, caballeros y ciudades con derecho a construir iglesias protestantes. TY en contra de este acuerdo, súbditos del arzobispo de Praga construyeron una iglesia protestante en Klostergrab, y súbditos del abad de Braunau hicieron lo mismo allí. Los obispos ordenaron que fueran cerradas y cuando el emperador Matías les apoyó el resultado fue (1620) la “Segunda Defenestración de Praga”, con la qu4e comenzó al Guerra de los Treinta Años. El elector palatino Federico V, cabeza de la Liga Protestante y de los calvinistas alemanes, fue elegido rey de Bohemia. La catedral fue alterada para adaptarla a los servicios de los calvinistas. Se demolieron los altares, las pinturas destruidas y los cuadros fueron Scultetus, el predicador de la corte organizó los servicios.

Ningún gobernante comenzó a reinar bajo unas condiciones tan tensas como Fernando II. Los insurgentes, bajo Thurn , llegaron a las puertas de Viena y los enemigos del catolicismo hicieron causa común con ellos . Sin embargo, Fernando nunca se acobardó. Khlesl, Obispo de Viena, demostró ser demasiado débil y fue confinado primero en el castillo de Ambras y después en el de Sant' Angelo en Roma. Vició para ver con satisfacción la restauración de su diócesis. Fundó en Viena el Himmelspfortkloster, que conmemora la bella leyenda de la monja ausente cuyo lugar como portera fue ocupado durante su ausencia `por la Virgen María.

Después de la batalla de la Montaña Blanca, Fernando tomó severas medidas contra los que alteraban la paz. Fueron expulsados del país y finalmente, el rescrito que había sido la fuente de de tantas dificultades, fue anulado. Se publicó una nueva constitución que entre otras provisiones, hacía del clero el estado superior de la tierra. El emperador fue obligado a entregar Austria Superior a Baviera, como garantía por el coste de la guerra. Las crueldades de las tropas bávaras y las órdenes de Fernando que exigía que la gente volviera a la antigua fe o abandonara el país llevó a una revuelta campesina dirigida por Estaban Fadinger, propietario de una granja no lejos de Santa Agata que continuó hasta al muerte Fadinger en Linz, por causa de una herida. La religión dominante era de nuevo la católica y los protestantes se retiraron al poco frecuentado distrito montañoso.

En Hungría el gobierno no logró tanto. Sin embargo, Peter Pázmán trabajó con éxito contra la difusión de las nuevas doctrinas religiosas. Pázmán nació en Grosswardein (Nagy Várad) de padres calvinistas. Con dieciséis años cambió de credo y entró en la Compañía de Jesús y estudió en Cracovia, Viena y Roma. En Roma tuvo como profesores a Belarmino y Vázquez. Siemo profesor en Graz publicó una "Imitatio Christi". Finalmente volvió a Hungría, fue el Primado y granó gran influencia para la Iglesia por su elocuencia, amabilidad de carácter y su fuerte sentimiento patriótico. Consiguió el retorno de cincuenta familias nobles a la madre iglesia y fue autor de “Guía para la verdad católica”. En Tyrnau fundó una universidad que después fue transferida a Budapest, además del colegio húngaro de Roma. Creía que la preservación de la religión requería sirvientes valiosos, fundó en Viena en 1623, el colegio (Pazmaneum) para la instrucción del clero de todas las diócesis de Hungría. Fernando II le llamaba “amigo”.

Fernando II elevó a los obispos de Viena al rango de príncipes-obispo (1631). Cuando terminó aquella terrible guerra religiosa en la Paz de Westfalia y los diplomáticos jugaban con los establecimientos religiosos y conventos como los niños juegan con nueces e inventaron el término “secularización para indicar la apropiación por los seglares de las propiedades de la iglesia, los príncipes Habsburgo no aceptaron someter a Austria a tal política. En esta crisis, la dinastía Habsburgo obedeció las directrices de la Providencia: si entonces hubiera surgido la casa de Habsburgo como campeona de la nueva doctrina que se había originado en Wittemberg, hubiera sido fácil renovar el destruido poder imperial en Alemania y dar a la corona del Sacro Impero Romano un lustre que hubiera excedido al de cualquier otra diadema europea. Pero la reverencia a Dios a la Santa iglesia tuvo más peso en el emperador que las ventajas mundanas. Durante ciento treinta años batallaron contra las tormentas que la llamada Reforma había originado, mientras los ejércitos del Islam atacaban Viena y la frontera del imperio otomano se ampliaba hasta Raab.

Hasta cuando Luis XIV forzó su camino dese el oeste, llevando calamidad a su paso y el grito de guerra de los Osmanli se oía en la misma ciudadela imperial, los gobernantes de Austria aún confiaron en Dios. Inocencio XI envió subsidios y la el santo P Marco D'Aviano levantó los ánimos predicando una cruzada. La fiesta del Santo Nombre de María es un recuerdo de que el 12 de septiembre de 1683, el poder del Islam fue roto para siempre ante las murallas de Viena y que la herencia de S. Esteban fue entonces liberada del yugo turco. Dios envió gobernantes de Austria a realizar Su obra y lo hicieron como un honor que excedía las coronas que se ponían en el carro del vencedor. Durante este Período los Piaristas y las Ursulinas mantuvieron gran actividad en la educación. Se fundaron nuevos obispados en Leitmeritz (1656) y Königgrätz (1664). Carlos VI elevó Viena en 1722 a arzobispado. Mientras por entonces Francia señalaba con orgullo y reverencia a sus famosos teólogos, el gran predicador de Viena era el siempre inteligente pero a veces excéntrico agustino P. Abraham de Sancta Clara, cuya familia era Ulrich Megerle. Predicando en la fiesta de la conversión de S. Pablo, por poner un ejemplo, anunció como su tema Gauli, Mauli y Fauli. Gauli según él significaba orgullo y sensualidad (Gaul, "caballo"); Mauli, glotonería, ebriedad y discusiones (Maul, "boca"); Fauli indolencia (faul, "perezoso").

Los cincuenta años que precedieron a la Revolución Francesa son conocidos como período de la Ilustración. Los escritores racionalistas del periodo creían que con la ilustración, en el sentido que daban a la palabra, se podía hallar una curación para todos los males de la época y un medio para promover la felicidad de la humanidad. Los hombres se alejaban de la influencia de la Iglesia. Las amplias aspiraciones de las almas piadosas y nobles eran motivo de escarnio y solo la búsqueda de una sensualidad refinada parecía digna de consideración. Las nuevas ideas penetraron en Austria y el país se convirtió en el lugar de nacimiento del Josefinismo. Por el emperador José II, cuya política y legislación incorporaba esas ideas. María Teresa prohibió la venta del libro escrito por Febronio, pero pronto se permitió que se vendiera a los intelectuales y a las personas discretas. Obligada por su Consejo, María Teresa emitió el "Placitum regium", organizó unos tributos exagerados y obtuvo de Benedicto XIV una reducción de los días de fiesta. Con esta última regulación, todos los apóstoles son conmemorados en la fiesta de S. Pedro y S. Pablo y todos los mártires de la Misa y del Breviario en la fiesta de S. Esteban. La emperatriz abolió también las cárceles de los conventos y ordenó que en las lecturas del breviario para la fiesta de S Gregorio VII los pasajes que se oponían al aumento del poder secular fueran tapados con papel. También puso fin a las excomuniones y las penitencias públicas. La última penitencia pública (1769) fue la de un mercader en Pyrawart, en la Baja Austria, que había golpeado a un eclesiástico. Permaneció durante una hora a la puerta de la iglesia con un cirio negro en las manos.

Cuando Clemente XIV suprimió la compañía de Jesús, el arzobispo de Viena, cardenal Migazzi, intentó salva la orden en Austria. “Si los miembros de la orde3n van a ser dispersados, no será fácil ocupar sus puestos, costaría mucho dinero y tiempo volver a las circunstancias en las que estos sacerdotes han dejado su trabajo si fueran obligados a abandonarlo.” Veinte años después, Migazzi pidió al emperador Francisco II que restableciera la orden. “Puedo probar a Vuestra Majestad, dijo, que hasta el último embajador francés, que fue sin duda un testigo sin prejuicios, no dudó en decir que a no ser por la supresión de los jesuitas Francia no hubiera sufrido la Revolución que trajo tan tremendas consecuencias. Tres meses antes de la muerte de la abuela de Vuestra Majestad yo le oí decir “Oh, si hubiera seguido su consejo y hubiera deja guiar por lo que me decía.”

Después de la supresión de los Jesuitas sus propiedades fueron convertidas en un fondo para la ayuda de los estudiantes y todo el sistema de educación fue remodelado de arriba abajo. Rautenstrauch, abad de Braunau, elaboró un nuevo plan del curso teológico en el que no debía haber disputas de escuelas ni “caos escolástico”. E. Padre Graciano Marx, de las Escuelas Pas, preparó un Realgymnasium (bachillerato sin griego) con seis clases que tuvo mucho éxito. as escuelas comunes, que MaríaTeresa había dicho que eran una necesidad política, fueron organizadas por el abad John Ignaz Felbiger de Sagen en la Silesia Prusiana; se daba a cada parroquia una escuela primaria, cada distrito una de bachillerato y la capital de cada provincia una escuela normal con un instituto para la preparación de los maestros. Felbiger escribió los textos necesarios para la escuela. Las de Kaplitz en el sur de Bohemia, supervisada por el párroco, sobresalió como escuela modelo.

En diez años, José II publicó 6200 leyes reglamentos de la corte y ordenanzas. Hasta las medidas que en si eran buenas y apropiadas solían llevar el sello de la precipitación. Las primeras ordenanzas iban dirigidas con el gobierno de la Iglesia Católica y crearon por su interferencia en los asuntos eclesiásticos. Se prohibió la aceptación de los decretos papales sin la sanción gubernamental. A los obispos se les prohibió hacer uso, o aplicar las facultades quinquenales de la Santa Sede porque tenían autoridad para actuar por si mismos. Por otra parte no se les permitía editar cartas pastorales o instrucciones son la sanción del gobierno. Éste comenzó en seguida a cerrar monasterios que no se ocuparan del cuado espiritual de la comunidad, en la enseñanza o en hospitales y se suspendieron todas las hermandades. Alrededor de 738 casas religiosas fueron clausuradas; 13 en Viena, 51 en la Baja Austria. Las propiedades de estas instituciones conventuales se convirtieron en un fondo para los gastos de las iglesias que sería administrado por varias provincias. En Baja Austria solo, se fundaron 231 nuevas parroquias.

La creación de una “una comisión para tribunales eclesiásticos” causó muchos disgustos. Emitió una serie de regulaciones arbitrarias sobre el culto público; salo se debía celebra una misa en cada iglesia y en el altar mayor; en las iglesias parroquiales, durante la los ayunes de cuaresma, solo dos sermones sobre el ayuno y se debía predicar en miércoles y viernes; las devociones vespertinas, la letanía de Loreto y el rosario fueron prohibidos; se podía celebrar una misa de réquiem en la parroquia don ocasión del fallecimiento pero no en el aniversario; se prohibía exponer el Sacramento en la custodia; debía usarse el copón. Solo cuando estuviera expuesta la Hostia se podían encender más de seis velas sobre el altar. Una regulación especial prohibía vestir las estatuas de la virgen y ordenaba que los cuerpos de los muertos fueran enterrados en sacos y cubiertos con cal viva. Otras ordenanzas prohibían la iluminación y ornamentación de pintoras sagradas, la exhibición de reliquias, las peregrinaciones. El Edicto de Tolerancia (1781) concedía el ejercicio privado de su religión a los luteranos y calvinistas. La ley del matrimonio de 1782 decía: “El matrimonio en si es considerado como un contrato puramente civil. Tanto este contrato como los privilegios y obligaciones que surgen de él dependen completamente en su carácter y fuerza de las leyes civiles de la tierra”. En 1783, también, fueron abolidas todas las escuelas, episcopales o monásticas para la educación del clero y se fundaron seminarios generales en Viena; Budapest, Pavia y Lovaina, con ramas en Graz, Olmütz, Praga, Innsbruck, Freiburg, y Pressburg.

Esta medida tenía la intención de evitar la influencia de los obispos en la educación de los eclesiásticos y para obtener servidores fieles del Estado. El Ministro de Estado Van Swieten, se encargo de suministrar maestros y superintendentes apropiados. La primera Logia de la Masonería "Zu den drei Kanonen", se formó en Viena en 1742; una logia llamada "Zu den gekrönten Sternen und zur Redlichkeit" se formó poco después que la de Praga. José II, sin embargo, no tenía ninguna alianza con la Masonería “Se poco sobre sus secretos”, decía, puesto que nunca tuve la curiosidad de tomar parte en sus mascaradas”. Pero sus palabras “a pesar de todo las sociedades masonas aumentan y se encuentran ahora en las pequeñas ciudades”, muestran el crecimiento de esa sociedad. Aunque muchos de los representantes de la iglesia no estuvieron finos en afrontar las nuevas tendencias con fuerza y valentía, el príncipe-arzobispo de Viena, cardenal Migazzi, las atacó atrevidamente. Escribió con vigor y defendió a la iglesia con energía. Estaba bien apoyado por el primado de Hungría, el conde Joseph Batthyányi, y en las provincias bajas por el cardenal conde von Frankenberg. Pero sus esfuerzos fueron en vano; el movimiento continuó creciendo. En esta situación, Pío VI consideró necesario tomar algunas medidas y resolvió visitar Viena. Esta visita (1782) fue muy oportuna para el emperador y los líderes de la nueva tendencia del imperio. Hybel publicó un libelo panfletario. "Was ist der Papst?".

El valor de la literatura panfletaria del movimiento Josefinista no está en proporción a su cantidad. Las carreteras que atravesaba el cortejo papal estaban bordeadas de fieles deseosos de recibir la bendición del Santo Padre. El emperador se encontró con el papa en Wiener-Neustadt, y el 22 de marzo las dos cabezas del mundo cristiano entraron en la ciudad imperial. El emperador mostró al papa toda clase de atenciones, pero el canciller de Estado el príncipe Kaunitz, fue menos considerado. En pascua, el papa celebró una misa solemne en la iglesia de S. Esteban y después impartió la bendición, desde el balcón de la iglesia enfrente de Am Hof, a la enorme multitud que llenaba la plaza. Pero el objeto de la visita del papa se consiguió solo en parte, aunque se puede decir que el fanatismo josefinista comenzó a dejar paso a un modo más sobrio. Cuando el Santo Padre dejó Viena el 22 de abril. Después de una estancia de un mes, el emperador le acompañó hasta Mariabrunn, donde, después de rezar en la iglesia, los dos se separaron. Al año siguiente, el emperador visitó Roma, con el embajador español , Azara y el cardenal Bernis parece que tuvieron un efecto moderador sobre él. No hubo ruptura con la Curia.

Una obra de valor duradero de este monarca fue está relacionada con las fronteras diocesanas. Tomó de la diócesis de Passau la parte que está en Austria y formó con ella la sede de Linz; la residencia episcopal fue trasferida desde Wiener-Neustadt a S. Polten. Bregenz fue constituida como sede del vicario general y se fundo un obispado en Leoben. El peor error cometido por José II en sus últimos años fue el empecinamiento, a pesar de las advertencias del cardenal Frankenberg, al plan de levantar un seminario general en Lovaina. Van Swieten puso a Stöger al frente de él. Stöger era uno de los pocos sacerdotes católicos que se había comprometido sin reservas con el movimiento “Ilustrado“. María Teresa sin reservas le había despedido de su cargo como profesor de historia de la iglesia y sus opiniones se hallaban impresas en el compendio de historia de la iglesia.

La carrera de Aurelius Fessler es un ejemplo de la influencia del Nuevo espíritu. Fessler había nacido en Hungría y llegó a Viena como monje capuchino. Allí conoció una copia del panfleto de Eybel "Was ist der Papst?" y publicó "Was ist der Kaiser?" . Nombrado profesor de teología en Lamberg, entró en la logia masónica masonería a "Phönix zur runden Tafel", pero pronto fue obligado a abandonar Lemberg " por causa de un a deuda y por su frívolo comportamiento impropio de su condición”. Se hizo luterano y se estableció en Berlín como consejero legal en casos eclesiásticos y de escuelas. Se divorció para casarse de nuevo y aceptó el cargo de profesor en la academia de S. Petersburgo. Sus “Reminiscencias de mi Peregrinaje de Setenta Años” presenta un cuadro melancólico de largas y fatigosas deambulaciones.

Aunque las reformas de José II eran bien-intencionadas, la independencia de la iglesia sufrió detrimento por ellas. Su legislación fue redactada por canonistas austriacos sin previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas y violando sus derechos (jus circa sacra). En muchos casos resultó un modo frívolo de pensar que secó muchos de los verdes tallos de la religión. Leopoldo II sucesor de José II entró en Viena el 12 de marzo de 1790 y el 21 del mismo mes el cardenal Migazzi la presentó un memorial sobre la dolorosa situación de la iglesia austriaca. Como resultado, los obispos recibieron una sugerencia de que presentaran libremente cualquier defecto serio que hubiera en las condiciones eclesiásticas existentes. Lo hicieron, pero sobre todo el cardenal Migazzi enumeró “trece quejas y sus remedios” en un memorandum. Entre ellas, la falta de disciplina monástica, los seminarios general, las leyes del matrimonio y la Comisión eclesiástica que había asumido el papel de juez de los obispos y sus derechos”. Leopoldo II suspendió los seminarios general que estaban bajo su control y concedió a los monasterios el derecho de impartir cursos de teología. Se permitieron las procesiones religiosas “hasta un lugar no distante” y las devociones de los sábados por la tarde volvieron a permitirse (aunque sin bendición) así como la exposición de reliquias.

Francisco II era un cristiano devoto y concienzudo y como gobernante quería ser un padre para su pueblo. Sin embargo, durante su reinado echó raíces profundas lo que se llamó el “Josefinismo”. La lucha con Francia que duró más de veinte años requería todas las energías del Gobierno y durante su reinado tanto el clero como el pueblo se acostumbraron a las regulaciones josefinistas. Pero además de esto, Francisco II se agarró con devoción casi infantil a la memoria de su tío José II, al que llamaba su segundo padre. Más aún, siempre que se hacía alguna concesión a al Iglesia, los seguidores del Josefinismo ponían el grito en el cielo. En 1793, el gobierno fue informado de que en la iglesia de S. Esteban se celebraban misas simultáneamente en varios altares y que en varios lugares, en las letanía vespertinas se daba la bendición con la custodia. El informador era un sacerdote. Después de repetidos encuentro, el cardenal obtuvo permiso para que se dijeran dos misas al mismo tiempo en S. Esteban, pero “la bendición solo se daría la bendición una vez al terminar los oficios”. La dificultar casi insuperable para al reforma era la comisión del tribunal eclesiástico. Era la única forma de comunicación entre un obispo y el emperador. Migazzi, sobre todo, eliminar este obstáculo. “Soy, decía, en todas las cosas el súbdito más devoto. Pero por su carácter eclesiástico, el pastor principal debe decir con atrevimiento que poner tales impedimentos a los guardianes de la iglesia es una ofensa a todos los católicos y a es aún una ofensa mayor ofensa que este poder se le de a hombres mundanos de dudosa reputación y hasta a hombres de carácter peligroso y sin honor”. El emperador intentó eliminar los aspectos perores del sistema que había heredado de sus predecesores. Autorizó la oración, la bendición solemne de las tumbas y las peregrinaciones a Mariazell (la primera en 1792, iba encabezada por el mismo Migazzi), y la vestimenta de “los pobres estatutos de la Madre de Dios”.

El hombre no puede a capricho ser movido a actuar o incitado a dormir. Sin embargo, a principio del siglo diecinueve unas determinadas circunstancias se combinaron para aumentar el espíritu religioso en Austria. En 1802, el emperador emitió dos circulares, la primera sobre “los medios para mejorar el clero secular” y el segundo “sobre los medios de mejorar al clero regular”.para remediar la falta de sacerdotes la primera orden incrementaba el número de centros de bachillerato, con la intención de establecer una escuela de preparación teológica, con un seminario adjunto, para cada diócesis y concedía estipendios a los estudiantes de teología Los eclesiásticos de las órdenes debían llevar sus hábitos y no debían vivir solos; se podía adelantar la profesión de los veinticinco años a veintiuno. Poco después el emperador transfirió a los obispos la supervisión de la instrucción religiosa (1808) y la censura de los libros de teología (1814). Repetidas órdenes a los funcionarios les obligaban a asistir a los servicios religiosos del domingo. Y se establecieron unos servicios en la universidad para estudiantes universitarios atendidos por un predicador de la universidad. Dos días antes de su muerte el emperador decía a su sucesor “que terminara la obra emprendida por él de rectificar las leyes principales t métodos de manejar los asuntos eclesiásticos que se habían introducido desde 1870.”

El arzobispo de Viena actúo de una manera digna de su alto oficio. El sucesor de Magazzi, en 1803, fue Segismundo Anton Conde Hohenwarth, instructor del emperador y celoso pastor de las almas que se dedicó especialmente a las escuelas teológicas. Le sucedió Vincenz Eduard Milde (m. 1853) que había conseguido una excelente reputación como teórico de la pedagogía y como maestro práctico. Una parte importante en el resurgir de la iglesia se debió a los predicadores de la corte que se fueron sucediendo en ese período: Vincenz Darnaut, que preparó una historia del Antiguo Testamento; Frint, autor de un compendio de conocimientos religiosos (6 vols.), y por suya sugerencia el emperador estableció en 1816 una escuela avanzada para el clero secular en S. Agustín y fundó en Viena la "Theologische Zeitschrift"; Vincenz Eduard Milde fue autor de un libro de texto sobre la teoría general de la pedagogía (2 vols.); Johann Michael Leonhard, que publicó “Doctrinas Cristianas” en cuatro partes y un texto para las escuelas de gramática; Johann Platz, que continuó con la publicación periódica de Frint y publicó “Sermones dogmáticos”; Job, confesor de la reina madre Carolina Augusta; Albert Schlör, que escribió “Meditaciones sobre todo el Evangelio para los sacerdotes y eclesiásticos”, una obra aún útil.

Los sacerdotes que el emperador recibió en Austria después de la secularización de las abadías en el imperio también fueron muy activos. Treinta y cinco monjes que vinieron de S. Blasien, en la Selva Negra a S. Pablo en Carintia se dedicaron a estudios serios. Entre ellos estaba Sebastian Zängerle, quien “rezando, trabajando y luchado con valentía dejó la diócesis de Seckau en excelentes condiciones a su sucesor. Gregor Thomas Ziegler, profesor de dogmática en Viena que escribió “Sobre el Racionalismo teológico”, “Fundamentos de la Fe católica y una “Vida de Job”.

Sus esfuerzos lograron se vieron reforzados por la ayuda de conversos como Frederick von Schlegel y Zacharias Werner. Metternich era el mecenas de Schlegel. Las conferencias sobre historia moderna y sobre literatura antigua y moderna pronunciadas en Viena tuvieron un efecto benéfico y la “"Konkordia", que él fundó, defendía intereses católicos. La conversión de Werner. La conversión de Werner se vio afectada por la conversión de S. Pedro. Al leer la “Imitación de Cristo” su vista cayó en las únicas palabras de S. Pedro que contiene la obra (Im., III, liii, 1). Llamó a la “Imitación de Cristo”, la “esencia de todos los libros” (Tolle, lege.) Durante las sesiones del Congreso, predicó en Viena con tan intenso sentimiento que a veces lloraba al recordar con remordimiento los errores de su juventud. Durante un tiempo Hohenwarth le tuvo en su palacio de Dalberg y le regaló una pluma de oro que él presentó a la capilla Mariazell. Werner, que murió unos días después de predicar un notable sermón en la fiesta de la Epifanía, en 1823, fue enterrado en Maria Enzersdorf junto al beato Clement Maria Hofbauer.

Hofbauer era un hombre santo de vida dedicada a la oración que como confesor y predicador influyó extraordinariamente en muchos y fue una fuente de luz e ilustración para Viena y Austria. Había nacido en Tasswitz en Moravia, entró en la orden de los Redentoristas en Roma como su primer miembro alemán y ejerció su actividad en Varsovia. Sufrió por la fe, siendo encarcelado en la fortaleza de Küstrin, y cuando llegó a Viena fue nombrado asistente del recto de la iglesia italiana gracias al arzobispo Hohenwarth, y nombrado confesor de las ursulinas. Sin ninguna notoriedad fue causando profundo efecto. Entre sus penitentes estaban: Adam von Müller, canciller de la corte y autor , cuyas últimas palabras fueron :”Solo son dignos de mención los hechos que la Iglesia Católica reconoce como verdaderos”; Schlegel; Zacharias Werner; las princesas Jablonowska y Bretzenheim; el canciller del Consejo Privado Francis de Paul Szechenyi; los profesores Fourerius Ackermann, Zängerle, Ziegler; los obispos Rauscher y Baraga. Convirtió a Silbert Klinkowström y Veith. Hofbauer supo en su lecho de muerte que el emperador había reconocido a su congregación como una orden y lleno de alegría, murió alabando a Dios el 15 de marzo de 1820. Tondler, que siguió los pasos de Hofbauer, nació seis días después de su muerte. Hofbauer fue beatificado en 1886. El cardenal Rauscher dijo de él: "El P. Hofbauer hizo posible los arreglos finales del Concordato; dio al espíritu de su tiempo una dirección mejor."

Desgraciadamente también había entonces sacerdotes que en vez de ofrecer el trigo puro de la verdad, intentaban darles la paja de sueños fantásticos. Entre otros, Martin Boos enseñó que “el Salvador solo pide a los pecadores que crean en El y se apropien de sus méritos. Por ello es necesaria la formación de una sociedad particular de creyentes en la fe viva. “Boos apoyaba sus `puntos de vista haciendo referencia al profesor Sailer, pero fue encarcelado todo un año por el consistorio de Augsburgo. Después tuvo una parroquia en Gallenkirchen, en la Alta Austria, pero fue obligado a renunciar a ella. Thomas Pöschel, un cura de Ampfelwang, En la Alta Austria, recibía revelaciones celestiales de que el millenium había comenzado e iba a ser precedido por la llegada del Anticristo que acababa de aparecer en la persona de Napoleón. Pöschel murió en Viena en la enfermería para sacerdotes. El "Manharter" en el Tirol tomó l nombre del campesino, influenciado por el coadjutor de cura Kaspar Hagleitner, y mantenía que los actos de los eclesiásticos tiroleses que habían mostrado fidelidad a Napoleón, eran inválidas. El arzobispo de Salzburgo Augustí Gruber, y el cardenal Cappellari (Gregory XVI) tranquilizaron a los campesinos.

En 1848, como se dijo en la conferencia episcopal celebrada en Würzburg “el juicio de Dios se aplicó a los tronos y a las gentes”, estalló la devastadora tormenta en Austria. Asta Fuster, profesor de Teología en la Universidad de Viena, llevaba a los estudiantes fuera a la confusión. El príncipe.-arzobispo, Vincenz Eduard Milde, publicó una advertencia para todo el clero para que “se mantuvieran dentro de los límites de su vocación“. Sin embargo, el espíritu revolucionario enseguida amenazó a la Iglesia. Se hicieron manifestaciones públicas contra el arzobispo Milde y el nuncio papal, se decía que Pío IX había bendecido a los italianos que marchaban a luchar contra los austriacos. Los Redentoristas fueron expulsados de Viena y los Jesuitas fuera de Graz. Ronge, cuyos seguidores abusaban de las palabras alemán y católico llamándose a si mismos Germano-católicos, predicaba en el odeón de Viena y en las tabernas de Graz. Desafortunadamente a Ronze se unió Hermann Pauli, coadjutor de Erdberg y también Hirschberger, capellán de la casa de los soldados imposibilitados. Pauli y Hirschberger tuvieron un triste final: el primero murió en un asilo de locos y el segundo se suicidó.

Con estas excepciones, el clero de Viena se portó admirablemente. En mayo, el cura Sebastián Brunner salió en defensa de la iglesia contra la prensa hostil publicando el "Kirchenzeitung" y los obispos de varias diócesis enviaron memoriales y notas al ministerio, a la dieta imperial y al emperador, como los siguientes: una constatación de los obispos de la archidiócesis de Moravia redactada por Kutschker, una petición del príncipe- obispo de levante a la dieta imperial , una petición del arzobispo de Görz a ministerio; “Cuales son las relaciones de la iglesia y el Estado? Una respuesta de los obispos de Bohemia”; memorial del arzobispado de Salzburgo a la dieta imperial: memorial de la archidiócesis de Viena a la dieta; memorial de los obispos de la archidiócesis del distrito marítimo a la dieta imperial constitucional en Kremsier. Todos estos documentos defendían la independencia de la iglesia, la rotura de las cadenas de manera que pudiera ser libra para elevar sus manos para bendecir.

Como las apelaciones individuales de los obispos obtenían poco resultado, el ministro del interior, conde Stadion, llamó a los obispos austriacos a Viena para obtener una declaración unánime de sus peticiones. No se incluyó a Hungría no a las provincias lombardo-venecianas, puesto que aún no estaban pacificadas. Esta primera conferencia de los obispos austriacos se reunió el 29 de abril al 20 de junio de 1849 en el palacio arzobispal. Hubo sesenta sesiones.

Presidía Schwarzenberg, el "cardenal alemán", y era secretario el recién consagrado obispo Rauscher. Hungría estaba representada por el Obispo de Pecs, Scitvosky. Entre los teólogos estaba el canciller de la corte Zenner, de Viena, El profesor Kutschker, de Olmütz, el canónigo Tarnoczy, de Salzburgo; el canónigo Wiery, de Lavant; exprofesor Fessler, de Brixen; el canónigo Jablinsky, de Tarnow y el canónigo Ranolder de Pécs. En los voluminosos memoriales presentados al gobierno por la conferencia se discutían asuntos como el matrimonio, la dotación de fondos para la religión, la escuela, los estipendios para los estudiantes, ayudas y dotaciones para los servicios de la iglesia, instrucción, la administración de la iglesia, los oficios eclesiásticos y los servicios de la iglesia, las casa monásticas y la jurisdicción de la iglesia. En las resoluciones, que tienen 207 párrafos, los obispos se marcan un plan de acción común. Las resoluciones de esta primera conferencia de los obispos de Austria fueron los fundamentos sobre los que se construyó la nueva estructura de la iglesia austriaca. Antes de clausurar la conferencia se organizó un comité episcopal de cinco miembros para solucionar los memoriales y para proteger los intereses de la Iglesia. El presidente del comité era el cardenal Schwarzenberg, el secretario el Príncipe –obispo Rauscher de Seckau. Por fin Leo Thun, ministro de instrucción presentó el asunto al emperador en dos audiencias y el resultado fueron los importantes decretos del 18 y 23 de abril de 1850. El primero definía las relaciones de la Iglesia Católica con el estado: los católicos “son libres de apelar al papa en asuntos espirituales”. Los obispos podrían publicar regulaciones en asuntos pertenecientes a su oficio sin permiso previo de los funcionarios del Estado; las autoridades eclesiásticas podían ordenar castigos eclesiásticos y los administradores poco cuidadosos podían ser suspendidos. La ordenanza del 23 de abril definía la situación de la iglesia en la instrucción pública: los maestros de religión y los profesores de teología no podían ser nombrados sin el consentimiento del obispo, que podía en cualquier momento retirar la ratificación. El Obispo nombraba a la mitad del comité de los exámenes de teología; un candidato para doctorado en teología tenía que suscribir la confesión de fe tridentina en presencia del obispo antes de obtener el título.

El 14 de septiembre de 1852 en emperador francisco José di poderes al Príncipe obispo Rauscher para actuar como su representante en la redacción de un concordato, y el papa Pío IX nombró como su representante a Viale Prelá, nuncio papal en Viena. En las cuestiones importantes Rauscher tenía que consultar con el comité sobre al iglesia. Ese comité estaba compuesto por Thun, Ministro de Instrucción; Buol Schauenstein, Ministro de asuntos exteriores; Bach, Ministro del Interior; R. von Salvotti, Miembro de la dieta imperial y Freiherr von Kübeck, Presidente de la misma.

Los resultados.

De tiempo en timpo debía presentarse ante el emperador los resultados de las conferencias, para que tomara decisiones. Las negociaciones avanzaban despacio. Los obispos húngaros presentaron peticiones especiales (desideria). El Patriarca de Venencia presentó postulata et desideria. Para acelerar los asuntos, Rauscher pasó siete meses consecutivos en Roma ocupado con las negociaciones. Por fin se firmó el Concordato en el día del cumpleaños del emperador ,en 1855. Contiene 36 artículos. 5-8 regulan la instrucción: “Toda instrucción de los niños católicos en la escuela debe estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica; los obispos se han de hacer cargo de la enseñanza religiosa; los profesores de teología han de ser elegidos entro aquellos que el obispo considere más apropiados para el puesto; solo se elegirá a católicos para la enseñanza en las escuelas de enseñanza media reservadas para los niños católicos; los obispos elegirán los libros de texto religiosos”.

Los obispos tienen el derecho de condenar libros injuriosos para la religión y la moral y de prohibir a los católicos que los lean (art. 8) El juez eclesiástico decide en los pleitos matrimoniales de carácter eclesiástico (art. 10). La Santa sede no prohíbe que a los eclesiásticos que han cometido desmanes y crímenes, se les lleve ante un tribunal secular (arto. 14) El emperador ejerciendo la prerrogativa apostólica heredada de su ancestros , de nombrar obispos que han de ser canónicamente conformados por la Santa Sede, se hará aconsejar de los obispos, sobre todo de aquellos de la archidiócesis donde está la sede vacante. (Art. 19). En las Iglesias metropolitanos, el papa nombra a los más altos dignatarios. El emperador aún nombra a l resto de los dignatarios y a los canónigos de la catedral. (Art. 22).

El Santo padre autoriza al emperador y a sus sucesores a presentar a todas las canonjías y parroquias donde el derecho de patronazgo se derive de la dotación económica para las fundaciones religiosas o educacionales, pero en tal caso el elegido ha de ser uno de los tres candidatos nombrados por el obispo como apropiados para el puesto. (Art. 28). Las tierras que forman el fondo de las fundaciones religiosas o educacionales son de la propiedad de la Iglesia y se manejan en su nombre, siendo los obispos los supervisores de los asuntos; el emperador ha de ayudar a completar lo que falte en el fondo (Art. 31). La intención del Concordato era ser obligatorio en toda la monarquía y que se aplicara en todas partes de igual manera. Así pues, Thun, en nombre del emperador, reunió a todos los del imperio obispos en Viena. El 6 de abril de 1856, los habitantes de la ciudad imperial vieron a 66 príncipes de la Iglesia entrar en la catedral de S. Esteban. En procesión. Representaban a los ritos latino, griego y oriental; había entre ellos obispos alemanes, húngaros, italianos y polacos. La procesión estaba cerrada por el pro-nuncio, cardinal Viale Prelá. La asamblea presentó al gobierno propuestas, peticiones y resoluciones sobre las escuelas, el matrimonio, las propiedades de la iglesia, nombramientos a los beneficios eclesiásticos, monasterios, patronazgos de vida. La sesión de clausura se celebró el 17 de junio. El emperador recibió a los obispos en una audiencia de despedida. El cardenal Aschwarzenberg dijo en esa ocasión: “Nuestra esperanza después de en Dios, descansa en la piedad, sabiduría, justicia de Vuestra majestad, Cuando lleguemos a nuestras diócesis nos esforzaremos en extender en todas direcciones los beneficios del acuerdo”.

Para que el concordato fuera efectivo, los obispos celebraron sínodos en sus diócesis: en Gran en 1858, Viena en 1858, Praga en 1860, Kalocsa en 1863. La nueva vida se manifestaba por doquier. Ahora se sabe que las escuelas de todos los grados consiguieran grandes cosas con el concordato. Las escuelas primarias fueron magníficamente organizadas, se prepararon para los estudios medios cursos que aún se daban en la fecha de escritura de este artículo y la universidad de Viena consignó una reputación mundial bajo Thun, el autor del Concordato. En 1855 se fundó el Instituto para la Investigación de la historia de Austria.

La facultad de medicina tenía profesores famosos como: Skodra (percusión y auscultación); Rokitansky (anatomía patológica); Oppolzer; Hebra; Stellwag; Hyrtl; Brücke, y Billroth, éste último fue el cirujano líder del siglo. A sugerencia de Rausch se aumentó el número de profesores en el departamento de teología dogmática de la universidad de Viena para asegurar un curso más completo en la especialidad. Los nuevos hombres eran el Padre Philip Guidi, O.P., el Padre Clemens Schrader, S.J., ambos de Roma. Las clases eran obligatorias para los estudiantes de teología en todos cuatro años y también eran para los sacerdotes que deseaban mejorar sus conocimientos.

La exitosa evolución del arte de este período se puede observar en la iglesia de Altlerchenfeld de Viena, que se consagró en 1861. Esta magnífica estructura se construyó con los planos del arquitecto John George Müller, y fue decorada con una serie de pinturas murales de Joseph Führich, profesor de la academia de bellas artes de Viena. Estas pinturas combinan arte y verdadero dogma de forma muy admirable y Führich se muestrea en ellas como un verdadero maestro de la fe. Había nacido en Krazau en Bohemia, estudió arte, primero en la academia de Praga, después dos años en Roma y una Vez en Viena, estuvo allí cuarenta y dos fructíferos años( m. 1876) . Entre el gran numero de pinturas religiosas, las más famosas son: El Pater-noster; el Camino de la Cruz, en la iglesia de S. Juan de Prater, Viena, de la que se puedan ver copias en todas partes del mundo, el Camino a Belén ; Ilustraciones del Salterio y la Imitación de Cristo, el Hijo Pródigo, el Libro de Ruth. La manera en que Führich desarrolló su programa de pensamiento en las series de pinturas de la iglesia Altlerchenfeld es muy e impresionante. Las pinturas en las iglesias no eran para él solamente decorativas; a través de los sentidos debían despertar al espíritu a la vida interior de fe que halla su completo desarrollo en la iglesia. En el vestíbulo de la iglesia, seis pinturas presentan la obra de la creación y una séptima muestra el descanso del Creador en el Sábado. Las pinturas de las dos naves laterales representan a la Iglesia del Antiguo Testamento que mantuvo vivo el deseo de salvación y proclamó su venida. Las pinturas de la nave central presentan el cumplimiento de la promesa con escenas de la vida de Cristo. Entre las pinturas históricas se coloca a int4ervalos la figura del salvador con emblemas históricos apropiados, como Cristo jardinero con una azada al hombro.

Sigue otra del dueño de la viña que ordena al jardinero que corte el árbol seco que no da fruto. Cristo como pastor, seguido por una pintura alegórica de la transferencia del oficio a Pedro; cristo como viajero, seguido de una representación del hombre que cayó entre ladrones; Cristo sembrador, seguido del cosechador con que se aproxima con la hoz. Estas pinturas, con las que representan el Sermón de la Montaña, decoran la iglesia hasta el púlpito. El altar mayor está adornado con una pintura de la Santísima Trinidad. La concepción que hay en todas las series de pinturas desde el vestíbulo al altar mayor es la del paraíso perdido por el primer hombre que nos es ofrecido de nuevo por el segundo Adán en el nuevo cielo.

En este momento de renovadas energías de la iglesia, Austria tenía obispos que hubieran producido la envidia de la Capadocia en los momentos de los tres grandes capadocios. Entre los obispos austriacos estaba el cardenal Schwarzenberg (m. 1885) y el cardenal Rauscher (m. 1875; biografía por Wolfsgruber); Francis Joseph Rudigier, Obispo de Linz (m. 1879; biografía por Meindl); Vincenz Gasser, Príncipe Obispo de Brixen (m. 1879; biografía por Zobl); Joseph Fessler, obispo de S.. Pölten (m. 1872; biografía por Erdinger); John B. Zwerger, Príncipe Obispo de Seckau (m. 1893; biografía por Oer). La descripción de este período no quedaría completa si mencionar el más importante predicador y teólogo alemán del siglo diecinueve, Juan Manuel Veih, y del sacerdote y filósofo Anton Günther. Veith había nacido en Kuttenplan, en Bohemia, y era de ascendencia judía. Su lucha espiritual comenzó a los nueve años. A los veintiuno, guiado pro el P. Hofbauer, hallo la paz en la Iglesia. Mantuvo fielmente el juramento que había hecho” Dedicaré mi vida a lo única cosa que es eterna y por consiguiente la única que es importante”. Veith se ordenó de sacerdote predicó durante catorce años en la catedral de S. Esteban de Viena y murió en 1876. En el momento de su última enfermedad estaba preparando una traducción, con un comentario, del Cantar de los Cantares. El día de su muerte escribió las palabra de la Sulamita:

Neu auch wollen wir dort oben

Lieb und Treue ihm geloben.

—De Nuevo allá arriba le daremos a El nuestra confianza y nuestro amor”. Y entonces, dejando aparte la pluma, dio su último suspiro (biografía escrita por Löwe.) Los sermones de Veith se caracterizaban por la riqueza de pensamiento y elegancia de palabra. Entre los que se han publicado están: "Die Leidenswerkunge Christi"; "Denkbüchlein von der göttlicken Liebe"; "Das Friedensopfer"; "Lebensbilder aus der Passionsgeschichte"; "Die heiligen Berge" (2 vols.); "Homilienkranz" (5 vols.); "Der verlorne Sohn"; "Die Samaritin"; "Die Erweckung des Lazarus"; "Mater Dolorosa"; "Festpredigten" (2 vols.); "Homiletische Vortrage" (7 vols.); "Der Blindgeborne"; "Politische Passionspredigten"; "Eucharistie"; "Weltleben und Christentum"; "Charitas"; "Worte der Feinde Christi"; "Misericordia" (Psalm Miserere); "Das Vaterunser"; "Weg, Wahrheit, und Leben"; "Dodekatheon" (2 vols.); "Die Mächte des Unheils"; "Die Anfänge der Menschenwelt"; "Die Stufenpsalmen"; "Prophetie und Glaube"; "Homiletische Aehrenlese" (2 vols.); "Meditationen über den 118. Psalm"; "Hundert Psalmen"; "Der Leidenweg des Herrn"; "Stechpalmen"; "Dikaiosyne, Die Epistelreihe des Kirchenjahres".

Karl Werner, hijo de un maestro, nació en Hafnerbach en la Baja Austria; murió en 1888. Fue profesor de teología moral en St. Pölten, y después de alta exégesis en la universidad de Viena, donde fue nombrado miembro del consejo asesor del ministro de instrucción y elegido miembro de la Academia Imperial de Ciencias. Entre la muchas obras de investigación culta que publicó están: "System der Ethik" (2 vols.); "Grundlinien der Philosophie"; "Der hl. Thomas von Aquino" (3 vols.); "Franz Francisco Suárez und die Scholastik der letzten Jahrhunderte" (2 vols.); "Geschichte der apologetischen und polemischen Literature der chirstlichen Theologie"; "Geschichte der katholischen Theologie seit dem Trienter Konzil bis zur Gegenwartf"; "Spekulative Anthropologie vom christlich-philosophischen Standpunkt"; "Beda der Ehrwürdige und seine Zeit"; "Alkuin und sein Jahrhundert"; "Gerbert von Aurillac, die Kirche und Wissenschaft seiner Zeit"; "Giambattista Vico als Philosoph und gelehrter Forscher"; "Johannes Duns Scotus"; "Geschichte der Scholastik des späteren Mittelalters" (5 vols.); "Geschichte der italienischen Philosophie des 19. Jahrh." Muchos de los tratados de Werner se hallan en los informes de las sesiones de la sección filosófico-histórica de la Academia Imperial de Ciencias.

Anton Günther, fundador de la escuela Guntheriana de filosofía, nació en Lindenau, cerca de Leitmeritz, en Bohemia. Estudió jurisprudencia y filosofía en Praga, y cayó bajo la influencia de Kant Fichte y Jacobi. El beato Clement Hofbauer le volvió a llevar la verdad. Günther fue ordenado sacerdote y dio clases de filosofía familias nobles, sobre todo a la que perteneció el después cardenal Schwarzenberg. Durante muchos años ocupó la humilde posición de sacristán de S. Ruprecht, la iglesia más antigua de Viena. Después de una vida dedicada al estudio filosófico, murió en 1876. (biografía por Knoodt), la principales obras de Günther son: "Vorschule zur spekulativen Theologie des Christentums"; "Peregrins Gastmal"; "Sud- und Nordlichter am Horizont spekulativer Theologie"; "Janusköpfe für Philosophie und Theologie"; "Möhler der letzte Symboliker"; "Thomas a Scrupulis, zur Transfiguration der Persönlichkeits Pantheismen neuster Zeit"; "Die Justes-Milieux in der deutschen Philosophie gegenwartiger Zeit"; "Eurystheus und Herakles"; "Lydia" (una Anuario filosófico en conlaboración con Veith).

Intentando honestamente defender la fe contra las dudas filosóficas que surgen constantemente en los tiempos modernos, Günther cayó en el error de hacer que los misterios de la fe dependieran en su reconocimiento por la intelección, de manera que la fe era sustituida por le conocimiento. En Alemania estalló una guerra culta en la que la postura de Gunther fue dañada por la vulgaridad de sus seguidores y al cabo de cinco años de examen, la Congregación del Índice condenó sus escritos. Una vez que la polémica se tranquilizó, Günther dio una prueba de honestidad de opinión que le había caracterizado en sus acciones desde el principio. El veredicto de la Congregación del Índice le fue enviado el 23 de enero de 1857; el 10 de febrero entregó al cardenal Rauscher su sumisión para que fuera entregada al Santo Padre y al cardenal Andrea, Prefecto de la Congregación de Índice. El pensamiento que consolaba a Günther en esos días de prueba era que Dios pedía a todos los hombres el sacrificio de su propio Isaac y eso era lo que él hacía ahora a su Dios.

Goethe dice que el tema de más profundo interés en la historia del mundo es la batalla de la falta de fe contra la fe: Esto es aún más cierto en la historia de la iglesia. En 1860 Austria se convirtió en una monarquía constitucional y en los años siguientes se pusieron los cimientos de un gobierno representativo. El parlamento imperial iba a consistir en una Cámara de Pares a la que iban a pertenecer los arzobispos Príncipes-obispos y una Cámara de Diputados. Durante la primera sesión del Parlamente, Manger, un diputado protestante atacó al concordato y exigió su revisión. Entonces, los miembros del episcopado de la Cámara Alta y algunos otros obispos se reunieron y prepararon un memorial que fue enviado al emperador. “De todas las palabra de los partidos, decía, que más se prodigan para las elecciones, ninguna tiene tanta importancia en este momento como la palabra tolerancia. La verdadera tolerancia es la que practica la Iglesia Católica mientras que la más dura intolerancia es ejercida por todas partes contra ella por todas partes se insulta y se desconfía de sus instituciones y ordenanzas y toda exhibición de convicción católica es atacada ridiculizada muestras de despreció. “ Los sucesos relatados eran apenas el comienzo de una terrible tormenta que estalló tras la desastrosa guerra de 1866. En Julio del año siguiente el diputado Herbst promovió la preparación de tres leyes sobre el matrimonio, las escueles y las relaciones mutuas de las diferentes denominaciones religiosas. Una conferencia de 24 obispos reunida en Viena emitió un segundo memorial que contenía lo siguiente:” a surgido un partido que ha elegido, en este momento de tensión atacar a la religión a la que pertenecen vuestra majestad, la familia imperial y una gran mayoría de los habitantes de esta tierra. Estamos ante un espectáculo que hacer reír a los enemigos de Austria y que llena de vergüenza a hijos de Austria…” Se exigía el matrimonio sin la bendición de la Iglesia y escuelas sin religión.

Para obtener maestros preparados para estas escuelas se propuso fundar, para la formación de los maestros, instituciones donde se enseñara el desprecio por todo lo sagrado. No fue posible, sin embargo, resistir la presión liberal. El 21 de diciembre de 1867 las nuevas leyes fundamentales recibieron la aprobación imperial. La primera daba completa libertad de fe y de conciencia y libertad en las opiniones científicas. La segunda declaraba :” Toda jurisdicción en el estado es ejercida en nombre del emperador”. Con lo que se impugnaba la jurisdicción exclusiva de la iglesia sobre el matrimonio. La tercera ley obligaba a todos los funcionarios a emitir un juramento de apoyo a la constitución. Dos profesores de dogmática no lo emitieron, el jesuita Schrader y Jacinto Pignatelli, el dominico sucesor de Guidi. Fueron obligados a abandonar sus cátedras y sus puestos ya no fueron ocupados.

Durante el mismo período se sancionó la constitución dual en la que la monarquía Austro –húngara se formaba de “dos estados distintos coordinados que tiene los mismos derechos constitucionales, legales y administrativos”. Después de una larga lucha, el emperador firmó, el 25 de mayo de 1808, las leyes del matrimonio, escuelas y el estado de varias denominaciones. La primera de estas leyes declara que el matrimonio es un contrato civil, hace obligatorio el matrimonio civil y quita ala iglesia el poder judicial pro foro externo en los pleitos matrimoniales. Las leyes sobre la escuelas quitan a los obispos todo tipo de control de la administración de las mismas asó como todo tipo de supervisión. Estos poderes se entregan a un comité escolar de la ciudad y del distrito del que los eclesiásticos pueden ser elegidos como miembros. Los obispos eligen los libros utilizados por los catequistas e instructores de la doctrina religiosa. La tercera ley garantiza a todos el derecho de elegir su propia religión al legar a los catorce años peor los niños entre siete y catorce no pueden cambiar su religión , ni siquiera con el consentimiento de sus padres.

Como estas leyes infringía el concordato en cosas esenciales, se celebró en Roma un consistorio secreto el 22 de junio, en el que el papa declaró: Leges auctoritate Nostra apostolica reprobamus, damnamus et decreta ipsa irrita proursus nulliusque roboris fuisse ac fore declaramus." ("por la autoridad apostólica reprobamos y condenamos estas leyes y declaramos que su contenido es y será completamente inválido y sin fuerza”). Los obispos publicaron pastorales sobre esto. La carta conjunta del 3 de junio dirigida por los obispos bohemios al clero y su pastoral conjunta del 24 de junio fueron condenadas por los tribunales civiles imperiales de las tres instancias sobre la base de que eran un peligro contra la paz pública y fueron suprimidas.

No se instruyeron procedimientos penales contra el cardenal Schwarzenberg, pero el obispo Francis Joseph Rudigier, de Linz, fue perseguido por su pastoral del 7 de septiembre “por la ofensa de calificar en su carta pastoral como mentira a la ley del 24 de mayo, fue juzgado por el tribunal supremo, encontrado culpable por el jurado y condenado a quince días de cárcel y a las costas. Se ordenó que se destruyera la carta pastoral. Al día siguiente, el emperador, en un decreto, aprobó el castigo y las consecuencias legales. Los obispos no estaban de acuerdo en que el clero permitiera que se le eligiera para los comités de las escuelas, pero Rauscher y Schwarzenberg, que estaban a favor, lograron que fuera aceptado.

La definición de la infalibilidad papal dio a Stremayr, ministro austriaco de instrucción , un pretexto para exigir que se abrogara el Concordato, por que el papa, una de las partes contratantes, había recibido por la definición un nuevo carácter que invalidaba el acuerdo original. Beust, ministro de Asuntos Exteriores, dirigió a Palomba una carta que declaraba: “El Concordato ya no existe, ha sido anulado”. La abrogación del concordato dejó un vacío en la legislación religiosa y para remediarlo se introdujeron cuatro leyes: enero de 1874, para regular el estado legal de la Iglesia Católica., los impuestos del los fondos para el mantenimiento de la religión, el estado legal de los monasterios, y el reconocimiento de las sociedades religiosas. El papa expresó, el 7 de marcho, su dolor por los ataques a los derechos de la Iglesia, que estaban implícitos en las afirmaciones de que el poder supremo en todas las materias sobre al vida externa pertenecían al Estado. Los obispos volvieron a reunirse en Viena y enviaron un documento al ministro y a la Cámara alta , que decía:” Repetimos que estamos dispuestos a estar de acuerdo con las exigencias del Estado en la ley sobre el estado legal de la Iglesia Católica siempre que estas exigencias estén en armonía con el Concordato que pactado sobre estas cosas. No podemos poner en peligro el bienestar de la Iglesia”. Una de las principales causas de la escasez de sacerdotes que ahora comenzaba a notarse era la nueva ley de la defensa nacional, por la que lo jóvenes de vente años que estaban estudiando en el Gimnasio, estaban sometidos a los deberes militares. Los obispos pidieron reiteradamente que se relajaran las provisiones de la ley.

Pero de momento, no tenía otra solución que apelar a la indulgencia del emperador en casos individuales. Cuando los proyectos de ley llegaron a la cámara alta los obispos se defendieron bravamente. Rauscher concluía su discurso del 10 de abril con las siguientes palabras:” “El llamado progreso ya no considera necesario ocultar su verdadero propósito y ha desenmascarado su odio contra Dios y la verdad eterna. Pero la providencia a puesto un límite natural a todas las cosas. La destrucción de la Cristiandad es imposible, pero Austria si que puede ser destruida si la guerra contra la religión no se detiene a tiempo”. Sin embargo los proyectos de ley fueron aprobados el 7 de marzo de 1874. Entre otras cosas la ley sobre el estado legal de la Iglesia declara que: para conseguir cualquier nombramiento eclesiástico o salario para vivir, los informes del candidato debe estar sin tacha de mala conducta juzgados con el estándar de la ley civil (§1); si el gobierno ve que las regulaciones eclesiásticas no están de acuerdo con el interés publico, el gobierno las prohibirá (§17); el número total de católicos que viven en el distrito de un aparroquia de la comunidad parroquial; para cubrir los gastos de las parroquias hay que poner una tasa a los miembros (§36); el ministerio de culto público e instrucción está autorizado a supervisar la gerencia de los fondos de las iglesias y de las incitaciones eclesiásticas (§38); el ministro de culto público e instrucción ha de encargarse de que los periódicos eclesiásticos no vayan más allá de la esfera de la actividad propia (§60). La ley sobre la contribución a los fondos para el mantenimiento de la religión declara que controlarán los gastos de los que ocupan los oficios y de las comunidades religiosas para que los fondos para el mantenimiento de la religión sean suficientes para los gastos del culto católico y especialmente para que aumenten los ingresos de los pastores que hasta entonces han sido muy escasos (§1); el valor de todos los gastos de manutención de la comunidad o el valor total de su propiedades será tomado como base de manutención o la propiedad de la comunidad como base del cálculo (§2); la cantidad necesaria se revisará cada diez años para los siguientes diez (§9); y han de ser “mitad del uno por ciento de la cantidad hasta 10000 florines[$4,000], uno y medio por ciento de las cantidades de 10000 20000 florines [$4,000 a $8,000], y el diez por ciento de todas las cantidades superiores a 90000 florines [$36,000]". La ley (firmada el 20 de mayo), sobre el reconocimiento de las sociedades religiosas “acepta completamente” el principio de la igualdad religiosa”.

Desde la aprobación de estas tres leyes nada nuevo a aparecido en la legislación respecto al “status” de las varias denominaciones en Austria. El cardenal Rausecher murió al año siguiente de la aprobación (24 noviembre 1875) Gracias a su cuidado y moderación Austria logró salvarse de los males de un Kulturkampf (conflicto religioso). En 1874, von Stremayr presentó cuatro proyectos de ley en la Cámara de los Diputados, uno de ellos sobre el estado legal de las comunidades monásticas. Rauscher dijo “que llevaba en la frente señales inusuales de desconfianza, arbitrariedad y dureza. Según sus previsiones la autoridad del ministerio del culto debía bastar para barrer de la tierra una casa monástica que había existido durante mil años y forzar el secuestro de sus propiedades”. El proyecto de ley llegó a la Cámara Alta a mediados de junio de 1876, pero el cardenal Schwarzenberg logró inducir al emperador, por medio de un memorial de los arzobispos y obispos austriacos, a rechazar la firma del mismo, con lo que no se convirtió en ley. La elección al parlamento de 1879 aumentó el número de miembros conservadores de manera que el partido de las derechas (hohenwart) logró la mayoría. En1882, la universidad Karl Ferdinand de Praga se dividió en dos, una alemana y otra checa.

El cardenal Schwarzenberg, sin embargo, no consintió que se dividiera la facultad de teología. Escribió al ministro, Conrad von Eybesfeld: "La Igleisa no desea la separación de las naciones sino su unión en un cuerpo, cuya cabeza es Cristo. Ella dedica las bendiciones de su actividad a todas las naciones, reconoce el derecho de todos los pueblos a la independencia, respeta y apoya las exigencias de los pueblos de usar sus propios idiomas y sus propias formas de instrucción. Pero la Iglesia no puede ceder a las reclamaciones de nacionalidad, que para ella son un asunto de interés secundario. La facultad teológica debe imprimir esta idea a sus discípulos y no debe separarlos. No deben profundizar y agriar las diferencias nacionales por la separación, sino por el contrario, debieran intentar recomponer estas diferencias. Esta obligación es sobre todo necesaria entre las varias nacionalidades de Bohemia. En este país existe un a obligación especial entre el clero de buscar la unidad y la paz”. Sin embargo, tras la muerte de Schwarzenberg se realizó la separación.

En 1883 se presentó una enmienda a la Cámara alta que de alguna manera mejoró la situación. Este enmienda era el resultado de numerosos memoriales de los obispos al gobierno y de otros muchos esfuerzos. Durante el debate de la enmienda, el cardenal Schwarzenberg dijo:” Los obispos en nombre de los que hoy hablo, reconocen el valor de la enmienda y está preparado para trabajar en su aprobación, pero esto no justifica la presunción de que consideramos la enmienda como remedio de todos los defectos de las leyes de enseñanza y que nuestros votos sean una corroboración de esas leyes. Solo un sistema de escuelas comunes con denominación puede satisfacer las exigencias de la iglesia y de la comunidad cristiana. Es sistema actual es insatisfactorio. Aunque ahora apoyamos esto, nos reservamos el derecho de intentar que la legislación futura recoja nuestras justas demandas”.

La enmienda hacía ciertas concesiones a los niños que habían asistido a la escuela durante seis años, permitiendo que sólo ellos fueran elegidos como directores (principal) puesto que eran competentes para instruir en la fe a la mayoría a la que pertenecían la mayoría de los escolares.

El cardenal Schwarzenberg había presidido todas las reuniones de los obispos austriacos desde 1849 y siempre había cumplido las obligaciones del cardenalato. En la reunión de los obispos en Viena en 1885 ya no pudo presidir, por enfermedad, la octava sesión, aunque asistió al día siguiente, ya no estuvo bien y murió de neumonía el 27 de marzo. En octubre de 1888 se introdujo un a ley llamada “Del Príncipe Alfredo Lichtenstein” que daba mayor poder a la Iglesia en las escuelas. Mientras que los obispos intentaban que “escuelas católicas para los niños católicos” la convención social-democrática que se reunió ese mismo año en Hainburg, adoptó el punto de vista de “escuelas comunes sin enseñanza religiosa, la separación de la Iglesia y el Estado, la creencia religiosa es un asunto privado”. Gregr, del Partido Joven Checo también declaró a favor sus asociados: “Un Leichtenstein ha venido de nuevo a cavar la tumba de las naciones bohemias, la tumba de la ignorancia y la desmoralización “, en alusión a lo que había sucedido tras la batalla de la Montaña Blanca (1620). Así que la ley no fue aprobada por esa oposición.

En 1891, León XIII reguló las reuniones de los obispos austriacos, mejorándolas. Cada año se celebraría en Viena una reunión. Las reuniones podían ser generales o especiales. En las especiales, los comités preparan informes elaborados y exactos que se presentan a al asamblea general que se reúne al menos una vez cada cinco años. Estas asambleas de los obispos deciden el curso de la Iglesia. Los obispos austriacos sienten y actúan como una unidad, como un episcopado en armonía. El sucesor de Schwarzenberg el cardinal Schönborn, murió en 1899. El cardenal Gruscha, arzobispo de Viena, le sucedió a la cabeza del episcopado.

Al revisar la acción de los obispos en sus conferencias desde entonces, está claro que el asunto que más les ha preocupado ha sido el de las escuelas de todos los grados. En todos sus memoriales a los funcionarios del Estado y en todas sus pastorales a sus fieles, aparece continuamente un pensamiento como una veta de oro: el niño debe aprender en la escuela los deberes del cristiano y del ciudadano. Este puede solo entenderse cuando se ve que la religión es colocada como punto central de la educación desde la que todo lo demás irradia y a la que todo vuelve. Por ello los obispos intentaron conseguir (1897, 1898) el consentimiento del ministerio para aumentar el tiempo reservado a la instrucción religiosa en las escuelas de primaria y secundaria. Se ofrecían premios para la preparación de la Biblia (1898). Se prepararon dos catecismos, uno más amplio otro más reducido, para el trabajo de ocho años. Fueron aceptados por los obispos en 1897 y editados con explicaciones aclaratorias. Durante este período se readaptó la instrucción religiosa en las escuelas medias y los ejercicios religiosos volvieron a ser introducidos. En 1897 y 1902 se organizaron asociaciones religiosas (Cofradías de la Santísima Virgen María). La instrucción religiosa se introdujo en las escuelas industriales del domingo (1898) y se propuso la educación de los maestros de religión en las escuelas normales y medias (1901).

Se urgió la preparación de un libro correcto de sicología (1894) y se ofrecieron premios a los textos de religión (1897) Los obispos lograron un curso sistemático de filosofía para las escuelas teológicas (1892) y más aún, la organización de los estudios y exámenes de las escuelas de teología (1892) (las disertaciones debían estar preparadas para ser publicadas y se pusieron tres exámenes obligatorios para el doctorado). Se quejaron del espíritu que prevalecía en las universidades (1891) y del poco justo tratamiento de las organizaciones estudiantiles compuestas por estudiantes católicos. (1901) Durante el reinado de María Teresa se creó un fondo para la educación con los fondos confiscados a los jesuitas. Bajo José II se creo un fondo religioso con la propiedad de la iglesia que administraba el estado. Pero José II reconoció que el Estado estaba obligado a pagar los gastos del culto católico allí donde los ingresos de la iglesia no llegaban. El salario de los párrocos se fijó en 400 florines ($160), el de los curas en 200 florines ($80). La pensión de retiro se quedaba en 200 florines. Estas sumas permanecieron sin cambio durante cien años, aunque el coste de la vida y el valor del dinero había variado.

El discurso del trono de 1871 y 1879 se refirió a las mejoras en las condiciones materiales del clero como objeto de la solicitud del gobierno y desde 1872 se garantizaron subvenciones estatales con este fin. Para obtener el dinero para estas subvenciones se creó, en 1874, un impuesto para el mantenimiento del fondo religioso. Pero aunque una suma que alcanzaba el diez por ciento del capital del fondo se exigía cada diez años, pocos sacerdotes recibieron asistencia de allí que superaran los 100 florines ($40). Como esta subvención se llamaba “adelanto” del fondo para el apoyo a la religión en las diferentes provincias, las deudas de las provincias crecían cada año u todo el fondo religioso corría el peligro de agotarse. Los obispos apelaron repetidamente al gobierno, rogando un incremento razonable del salario del clero. En 1903 se pusieron de acuerdo en exigir para los pastores en activo:

(a) para los curas un salario mínimo de 1.000 coronas ($200); parea los pastores de parroquias de segunda clase 1600 coronas ($320); para los párrocos sin curas, 2000 coronas ($400); para los párrocos con curas, 2200 coronas ($440);

(b) cuatro pagos de diez años, retroactivos, que habían de calcularse desde la fecha de la concesión ; la primera paga había de ser de 100 coronas($29), la segunda de 200 coronas ($40) la tercera y cuarte de 250 cada una ($50), en total 800 coronas ($160).

(c) el exceso de dinero destinado a los salarios pastorales no debía ser no debe reservarse para las pensiones de los curas retirados. Para los curas retirados, los obispos sugirieron una pensión de 100 coronas, de 1900 ($380) coronas para los párrocos. En 18091 y 1894 el obispo pidió del ministerio de culto la lista con las cantidades exactas de todas las deudas retrasadas del fondo religioso que estaba en manos del gobierno y la de todas las fundaciones piadosas. En 1891 y 1897 se deliberó sobre la delicada cuestión de los precios clericales. Después de una prueba de diez años (1893) los obispos señalaron la dureza del impuesto sobre el fondo religioso sugiriendo lo que debía enmendarse. Los obispos discutieron reiteradamente (1898, 1899, 1900) la ley que prometía la formación de parroquias. Se afrontó la difícil cuestión del patronazgo para vivir (1899), el carácter cristiano de la vida de familia, la educación de los jóvenes, el deber de votar, fueron temas repetidos de las cartas pastorales conjuntas (1891, 1901). Discutieron también la cuestión de fundar una periódico diario religioso (1891, 1982). Aseguraron al Santo Padre su acuerdo con su carta el cardenal arzobispo de París Guibert, sobre el trato irrespetuoso en los periódicos a las autoridades eclesiásticas. Discutieron sobre la acción uniforme para aplicar la constitución "Officiorum ac munerum" aplicada a los periódicos católicos (1898).

Como los grandes resultados se consiguen solamente por medio de asociaciones, los obispos animaron a la formación de sindicatos obreros, Gesellenvereine, la sociedad S. Bonifacio (noviembre 1897), la Sociedad de la Santa Infancia, y sociedades benefactoras (noviembre 1897). Como en esos días muchas de las cosas insanas salían a la superficie, los obispos emitieron avisos contra la irreligiosidad y las disputas nacionales (1891). Animaron A que se dieran conferencias sobre la Masonería (1897), quejándose de las tendencias destructivas que minaban la fuerza de Austria y condenaron a la mala prensa “el enemigo peligroso de la fe” " (diciembre, 1901).

En 1897 se puso en pie un movimiento que diez años antes hubiera sido imposible, Los von Rom, insulto a los católicos y cuya existencia fue un golpe mortal para los austriacos. Se hizo todo lo posible de palabra y por escrito para conseguir que los católicos dejaran de confiar en sus sacerdotes, en la recepción de los sacramentos y hasta en la Iglesia. Estos enemigos distribuyeron ideas de desolación en gran parte de la viña del Señor en Austria. El movimiento “Libres de Roma” fue una desgraciada mancha, pero no para la historia de la Iglesia Católica. Llenos del sentido de lo sagrado de su deber como obispos y austriacos, el episcopado alertó a los fieles en pastorales contra el movimiento y sus planes (1899, 1901). Y dirigieron un serio memorial al emperador sobre el tema (1901), y otro a Körber, cabeza del ministerio (noviembre, 1902).

En 1891 los obispos deliberaron sobre la cremación y los funerales de clérigos no católicos en los cementerios católicos; en 1898 emitieron orientaciones sobre los duelistas y los que les secundaban. Exhortaron a los católicos a “observar fielmente las ordenanzas contra los duelos, ya divinas, de la iglesia o del Estado”. Asimismo adoptaron resoluciones sobre la posición de los catequistas y la admisión de los maestros catequistas a la organización eclesiástica y vieron la manera de que los eclesiásticos que se desviaban fueran llevados de nuevo a su vocación y al servicio de Dios por sus hermanos del clero”. En 1891 emitieron reglamentos sobre la actividad social del clero y en 1901 sobre las convenciones y sociedades legales del mismo.

Los obispos ayudaron a varias comunidades religiosas y vigilaron la lealtad de las órdenes religiosas. En 1889 se definió la elección de los obispos y la consagración de los abades de nuevas fundaciones religiosas. En1891 el papa concedió permiso a las órdenes de estricta clausura femenina (Ursulinas) para que asistieran a las clases de la universidad. Los obispos austriacos celebraron el jubileo de diamanta de la ordenación sacerdotal de León XIII y las bodas de oro de su consagración como obispo publicando cartas conjuntas de respeto al Santo Padre y con pastorales conjuntas a los fieles. En dichas cartas no dejaron de lamentarse por el tema llamado la cuestión romana, la ofensiva celebración de Jordano Bruno y del 25 aniversario de la toma de Roma. En 1903 enviaron una magnífica carta de felicitación al santo padre Pío X.

Hemos de retroceder 500 años en la historia de Austria para encontrar otro gobernante que durara 50 años. En el aniversario de mitad de siglo, el 2 de diciembre de 1898, del reinado del emperador Francisco José, los obispos emitieron una carta pastoral conjunta y la enviaron con una dedicatoria al emperador en la que decían:” Los misterioso consejos de Dios han ordenado que Vuestra Majestad pasara este día tristemente “(la emperatriz Isabel fue asesinada el 10 de septiembre). Todos sufrimos con nuestro gracioso emperador y gobernante. Pero nuestro dolor no puede silenciar nuestra gratitud; nuestra gratitud a Dios nuestro Señor que ha preservado a Vuestra Majestad para nosotros por cincuenta años de firme y paternal protección, por cincuenta años de amor que se sacrifica a si mismo, por cincuenta años de devoción ejemplar de Vuestra Majestad a la altísima pero ardua misión “.

Desde 1851 todas las provincias de la corona austríaca han estado bajo un gobierno uniforme. Pero desde 1867, Hungría ha sido una parte independiente de la monarquía austrohúngara, con los mismos derechos que el resto. Durante la batalla por el concordato que se dio con fuerza en 1867, los obispos húngaros no apelaron al concordato, por miedo de que la agitación se extendiera por Hungría. Pero de hecho enseguida la aceptaron. Juan Simor, primado de Hungría de 1866 -91, preservó la paz de la Iglesia en el reino. Pero hubo conflictos respecto a las leyes sobre el bautismo. Una ley de 1868 ordenaba que en el caso de los matrimonios mixtos, los niños debieran ser educados en la fe del padre, las niñas en la de la madre, aunque esto fuera contra el deseo de los padres. Cuando los padres lo pedían, los sacerdotes católicos bautizaban a aquellos niños que según la ley debían haber sido educados de forma no católica. A esta práctica se la denominaba Wegtaufen. Hasta en 1879, cuando el código penal condenaba tales prácticas, los sacerdotes do dejaban de bautizar. Además, los tribunales, en caso de denuncias por parte de protestantes contra eses prácticas, solían encontrarlos no culpables. Augustín von Roskovány, Obispo de Neutra, era la más alta autoridad intelectual de su tiempo: era doctor en filosofía y teología, secretario del arzobispo de Erlan Ladislaus Pyrker, y murió en 1892. Sus obras son importantes: "De Matrimoniis mixtis" (7 vols.); "Monumenta pro independentia potestatis eccles. ab imperio civili" (13 vols.); "Celibatus et Breviarium" (2 vols.); "Beata Virgo Maria in suo Conceptu immaculata" (9 vols.); "Romanuis Pontifex Primas ecclesiæ et Princeps civilis e monumentis omnium sæculorum" (16 vols.); "Matrimonium in eclesial Católica potestati ecclesiasticæ subjectum" (4 vols.); "Supplementa ad Collectiones Monumentorum et Literaturæ" (10 vols.).

En 1893 el parlamento húngaro comenzó a meterse en asuntos religiosos. Werkele, la cabeza del ministerio, introdujo tres proyectos de ley sobre los ingresos matrimoniales, nacimientos y muertes, debían pasar por un registrador civil; sobre el reconocimiento legal de la religión judía y la practica libre de la misma, concediendo el derecho de entrar o salir de la religión judía. A estas leyes siguieron otras enseguida para enmendar la ley de matrimonios (haciendo obligatorio el matrimonio civil) y sobre los matrimonios mixtos. Wekerle logró que se aprobaran los tres primeros proyectos que se convirtieron en leyes. En enero de 1895 se puso a la cabeza del ministerio al barón Desiderius Banffy. Para evitar que Banffy aprobara los dos proyectos restantes, el nuncio papal Agliardi, se trasladó a Hungría. Pero al parlamento húngaro no le gustó la interferencia en los asuntos internos de Hungría. El conde Kalnocky, ministro de asuntos exteriores, que había apoyado al nuncio, fue remplazado por el conde Agenor Goluchowsky, y Agliardi fue creado cardenal y llamado a Roma. El camino estaba ahora expedito. El conde Fernando Zichy el partido católico popular oponiéndose a los planes de Banffy, aunque sin resultados. Ambos proyectos se convirtieron en leyes. La enmienda Lutz sobre los púlpitos no se aprobó durante la vida del primado Simor, pero lo fue tras su muerte (1899).

El artículo 26 de la Dieta de 1790 garantizaba a los protestantes húngaros el control total de sus asuntos religiosos. El gobierno apenas tenía poder de meterse ni en sus iglesias, sus escuelas o sus fundaciones religiosas. Desde 1848 los católicos intentaban conseguir la autonomía. El Congreso católico de 1870 preparó un proyecto de ley en este sentido. La Asociación para la Autonomía Católica, formada por obispos abades y ciertos miembros elegidos, clérigos y laicos, representaba a la Iglesia respecto a los fieles, por inaparte y respecto al gobierno por otra, en todos los temas de escuelas, propiedades de la Iglesia y especialmente (sobre todo desde que el ministro de culto público no era católico) para aconsejar al rey en el ejercicio de su prerrogativa de nombrar obispos. Está claro que la ventaja o desventaja para la iglesia de la autonomía dependía de la composición de la comisión. Por ello una comisión como la que quiso formar Wekerle en 1894 fue rechazada por los obispos y la moción que Zichy presentó con ocasión del congreso católico de 1897, no recibió la aprobación gubernamental. Para reforzar la exigencia de autonomía, los obispos, con la excepción del conde-obispo Maylath, y los generales de las órdenes religiosas, en 1903, aceptaron las tres proposiciones siguientes: que el derecho de presentación a los obispados permaneciera en manos de ministro de culto; que el sistema de las escuelas permaneciera inalterado; que el fondo para la ayuda a la religión fuera controlado por el ministro de Instrucción En 1906, se alcanzó el punto crítico en la cuestión de la autonomía en el discurso real. El ministro de Culto Público e Instrucción, conde Albert Apponyi, requería al primado que fijara la posición de los obispos respecto a la autonomía, para preparar el proyecto de ley.


ORGANIZACION ECLESIÁSTICA

La iglesia católica en Austria- Hungría se administra por el sistema de provincias arzobispales con diócesis sufragáneas, de la siguiente manera:

(a) En los territorios representados en el Parlamento Imperial (austriacos) hay siete provincias arzobispales de rito latino, una de rito griego y otra de rito armenio. Estas provincias contienen en total 34 sedes. Archidiócesis de Viena (obispado 1468, príncipe-obispo 1631, príncipe-arzobispo 1722), con las sufragáneas de St. Pölten (o St. Hippolytus; transferida de Wiener-Neustadt, 1784) y Linz (fundada en 1784). Archidiócesis de Salzburgo (fundada c. 700), arzobispado 800), con las diócesis sufragáneas de Trento (fundada en el siglo segundo), Brixen (transferida de Säben en el siglo diez) con el vicariato general de Feldkirch por Vorarlberg, Gurk (que pertenece a Klagenfurt, fundada en 1071), Seckau (que pertenece a Graz, fundada en 1219), y Lavant (que pertenece a Marburg, fundada en 1228). Archdiocesis de Praga dependiente de Maguncia hasta 1344, 1344 arzobispado), con las sufragáneas de Budweis (fundada en 1785), Königgrätz (o Regina Hradecensis, fundada en 1664), y Leitmeritz (fundada en 1665). Archdiocesis de Olmütz (fundada en 1063, arzobispado 1777), con la diócesis sufragánea de Brünn (fundada en 1777). Archdiocesis de Görz (transferida de Aquileia 1751), con la sufragánea de Laibach (fundada en 1461), Trieste y Capo d'Istria, Parenzo y Pola (fundadas en el siglo sexto), Veglia (fundada en 990). Archidiócesis de Zara (Jadera, fundada en el siglo cuarto, arzobispado en 1146), y como sufragáneas la diócesis de Sebenico (fundada en 1298), Spolato y Macarska (Spalato erigida en arzobispado en 650), Lesina (Pharus, fundada en el siglo doce), Cattaro (fundada en el siglo once, Ragusa (fundada en 990). Archdiocesis de Lemberg (Leopolis, de rito Latino; transferida de Halic 1412), con las sufragáneas de Tarnów (fundada en 1783, transferida a Tynice, y después a Bochnia, 1816), y Przemysl (fundada en 1340). El principado-arzobispado de Cracovia (fundado ca. 700) I está sometida directamente a la Santa Sede. Los católicos de Silesia están bajo la jurisdicción el Príncipe-arzobispo de Breslau, que tiene un vicario general en Teschen y una residencia de verano en Johannesberg. El condado de Glatz pertenece a Praga. Lemberg, de rito griego-rutenio( unida en 1597, se convirtió en arzobispado en 1808) con sufragáneas en Przemysl (bajo Lemberg desde 1818) y Stanislawow (fundada en 1882). Lemberg, de rito armenio, fue fundada en 1367.

(b) En Hungría hay cuatro archidiócesis de rito latino con 17 diócesis sufragáneas y una archidiócesis de rito griego , con seis sufragáneas, haciendo en total 28 sedes. Archdiocesis de Esztergom (Strogonium, Gran; fundada en 1000), cuyo ocupante actual (1909) es el Primado de Hungría y legado ex-officio (Legatus Natus), con las sedes sufragáneas de Nyitra (fundada en 1029), Vácz (Vacium, Waitzen; fundada en el siglo once), Györ (Jaurinum, Raab; fundada en el siglo once), Veszprém (fundada en 1009), Szombathly (Sabaria, Steinamanger; fundada en 1777), Beszterczebanya (Neusohl; fundada en 1776), Székes-Fehérvár (Alba Regalis, Stuhlweissenburg; fundada en 1777), Pécs (Serbinum, Quinque Ecclesiæ, Fünfkirchen; fundada en 1009), Eperjes (greco-ruteno; fundada en 1820), Munkács (Munkaczinum; greco rutena; fundada en 1771). Archdiocesis de Kalocsa y Bács (fundada en 1000), con las sufragáneas de Nagy-Várad (Varadinum Majus, Grosswardein; fundad en 1077), Csaná [Chronadium (Magyarscanad-Tenesvár); fundada en 1035], y Erdely [Transylvania (Karlsburg); fundada en el siglo doce]. Archdiocesis de Eger (Agria, Erlau; fundada en el año 1000, arzobispado en 1804), con las sufragáneas de Rozsnyó (Rosnavia, Rosenau; fundada en 1776), Szatmár-Németi (Szathmarium; fundada en 1804), Szepes [Scepusia, Zips (Szepesváralya); fundada en 1776], Kassa (Cassovia, Kaschau; fundada en 1804), y Sabaria (Sacer Mons Pannoniæ, Martinsberg; fundada en 997). Archdiocesis de Zagreb (Zagrabia, Agram; fundada en 1093, arzobispado en 1853), con las diócesis sufragáneas de Djakovár (fundada en 1781), Zengg-Modrus (fundada en 1460), y Kriz (Crisium, Kreutz, de rito greco-ruteno; fundada en 1777). Archdiocesis de Fogars, de rito Greco-ruteno (fundad en 1721, arzobispado 1854), con las sufragáneas de Nagy-Várad (Varadinum Majus, Grosswardein; fundada en 1777), Lugos (Lugosium; fundada en 1853), y Szamos-Ujvár (Armenopolis; fundada en 1777).

(c) En Bosnia y Herzegovina hay una diócesis: Serajevo (fundada en ), con alas sufragáneas de Banjaluka (fundada en 1881), Trebinje (Tribonium; fundada en el siglo noveno), Mostar (Mandatrium; fundada en 1881). El vicariato para el ejército y la marina está bajo el control directo de la Santa Sede.


Fuentes

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Transcrito por WGKofron. Con agradecimiento a Fr. John Hilkert y a St. Mary's Church, Akron, Ohio.


Traducido por Pedro Royo