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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Marcantonio Raimondi

De Enciclopedia Católica

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Grabador, nacido en Bologna en 1475 (¿1480?); murió allí en 1530 (¿1534?). Estudió con el orfebre y cincelador Francia, y después a menudo firmó su obra M-A.F., la F refiriéndose a su maestro. Su primera plancha (1505), “Píramo y Tisbe” muestra un sombreado de orfebrería. Su primer estímulo artístico vino de ver las planchas de Durero, alguna de las cuales copió (1506) con tal perfección que se vendieron como originales. Censurado por el Senado de Venecia a demanda de Durero, el joven a continuación añadió sus propias iniciales a las de Durero. De Lucas de Leyden también aprendió mucho; su buril ganó en suavidad al grabar la obra de Perazzo. Asimilando rápidamente y simplificando siempre, el “Marte y Cupido” (1508) de Marcantonio lo revela maestro de la técnica y de estilo acabado. Hacia esta época, Raimondi partió para Roma deteniéndose en Florencia para esbozar el cartón (perdido) de Miguel Angel “Los escaladores”, que después grabó en Roma (1510). Viendo un ensayo de éste, Rafael exclamó: “¡Es el más exquisito que nunca haya visto y que nunca pueda verse!”. Los dos artistas se hicieron amigos y la siguiente obra de Raimondi fue “La muerte de Lucrecia” de Rafael. Ésta y posteriores planchas muestran los oscuros que se hacen menos dramáticos y al buril que trabaja más “abierto”. Rafael le encargó mucho a Raimondi, no dándole nunca un cuadro acabado sino un esbozo dibujado a lápiz o pluma, sabiendo que el tratamiento y elaboración apropiados vendrían de su grabador, y de ahí que haya a menudo una notable discrepancia entre un óleo de Rafael y un grabado de Raimondi sobre el mismo. Los éxitos de Marcantonio en Roma igualaron los de Rafael; Durero escribió pidiendo ensayos de su mano y los grabadores alemanes acudían en tropel para estudiar con él. Romano y Aretino le indujeron posteriormente a grabar planchas obscenas o sugestivas, por las que fue encarcelado por el Papa Clemente VII, quien, sin embargo, lo liberó varios meses después a petición del Cardenal de Medici. En 1527, durante el saco de Roma se dice que escapó, dejando una fortuna y sus planchas en manos de los vencedores. Algunas fuentes afirman que murió cuatro años antes de esto, con el corazón destrozado por la muerte de Rafael. Raimondi abrió un nuevo territorio al buril- la reproducción; inspiró el más amplio seguimiento que tuvo nunca un grabador y dibujó tan bien como da Vinci o Rafael. “Su sentimiento era noble, su gusto puro” (Delaborde); su estilo, simple y sobrio, su modelado de las figuras, maravilloso, y fue el primer grabador que omitió detalles. De la textura, tono y color local de los grabadores modernos no tuvo indicios. Raimondi grabó unas seiscientas planchas. Las mejores son: “Adán y Eva” (probablemente la más exquisita) la “Virgen con el brazo desnudo”; la “Matanza de los Inocentes”; “La Plaga”; “El Juicio de Paris” (con un vestigio de sombreado de orfebrería)

HIND, A Short History of Engraving and Etching (Nueva York 1908); DELABORDE “La Gravure” (Paris s.f.); LIPPMAN, Engraving and Etching (3ª ed., Nueva York, 1910)

LEIGH HUNT Transcrito por Thomas M. Barrett Dedicado a las ánimas del Purgatorio Traducido por Francisco Vázquez