Louis-Henri de Lestrange
De Enciclopedia Católica
(En religión, Dom Augustine de Lestrange)
Nacido en 1754, en el Château de Colombier-le-Vieux, Ardèche, Francia; muerto en Lyons, el 16 de Julio de 1827. Fue el decimocuarto hijo de Louis-César de Lestrange, funcionario de la familia del rey Luis XV, y de Jeanne-Perrette de Lalor, hija de un caballero irlandés que siguió a Jacobo II, rey de Inglaterra, a Francia en 1688. Fue ordenado sacerdote en 1778 y asignado a la parroquia de San Sulpice. En 1780, Msg. de Pompignan, arzobispo de Vienne, en el Delfinado, lo escogió como su vicario-general, con la ulterior determinación de tenerlo como su coadjutor con derecho a la futura sucesión. La perspectiva de ser hecho obispo alarmó al padre de Lestrange, y ese mismo año cortó todos los vínculos que lo ataban al mundo y entró al celebrado monasterio de La Trappe. Era maestro de novicios en ese monasterio, cuando un decreto de la Asamblea Nacional, fechado el 4 de Diciembre de 1790, suprimió las órdenes religiosas en Francia. Dom Augustine con veinticuatro religiosos partió hacia Suiza, donde el Senado de Friburgo les autorizó a establecer su residencia en Val-Sainte, un antiguo monasterio cartujo a aproximadamente 24 Km. de Friburgo. Desde Val-Sainte, Dom Augustine estableció fundaciones en Santa Susana en Aragón, España, en Mont Brac en Piemonte, Italia, en Westmalle, Bélgica y en Lulworth, Inglaterra. En 1798 las tropas francesas invadieron Suiza y los Trapenses fueron obligados a dejar el país. Algunos de ellos se establecieron en Kenty, cerca de Cracovia; otros en Zydichin, en la diócesis de Lusko y en Podolia. En 1802 Suiza los llamó de nuevo y Dom Augustine tomó posesión una vez más de Val-Sainte, y al año siguiente envió una colonia a los Estados Unidos de América, bajo la guía de Dom Urbain Guillet. En 1804 Dom Augustine fundó el monasterio de Cervara en la República de Génova, y Napoleón no sólo autorizó el establecimiento, sino que le concedió un ingreso de 10,000 francos. Además deseaba que una institución similar fuera fundada en los Apes, en Mont-Genèvre, para servir como refugio para los soldados que fueran o vinieran entre Italia y Francia. Para asegurar el éxito de este establecimiento le concedió una asignación de 24,000 francos. Esta protección, sin embargo, no fue de larga duración. La República de Génova fue anexada al imperio y allí, como en otros estados bajo el dominio de Napoleón, un juramento de fidelidad al imperio fue exigido de los eclesiásticos y religiosos. Los religiosos de Cervara, actuando según el consejo de algunos eminentes personajes, y de que algunos miembros influyentes del clero que les aseguraron que el Papa había permitido el juramento, aceptaron el juramento de fidelidad. Dom Augustine, que había recibido del Papa Pío VII, entonces prisionero en Savona, el conocimiento de la Bula de excomunión emitida contra el expoliador de los Estados de la Santa Sede, ordenó al prior de Cervara se retractara de inmediato. El emperador se puso furioso. Hizo arrestar a Dom Augustine y lo puso en prisión en Burdeos. Al mismo tiempo, mediante un amplio decreto del 28 de Julio, suprimió todos los monasterios trapenses en el imperio. El prefecto de Burdeos, a ruegos de varios de los amigos de Dom Augustine, le dio por prisión los límites de la ciudad. El abad aprovechó esta libertad que se le concedía para apresurar la partida de sus religiosos hacia Estados Unidos; él mismo obtuvo permiso de la policía para ir a Val-Sainte y a Mont-Genèvre, donde se requería su presencia. Perseguido de nuevo por el emperador, cruzó Alemania y llegó a Riga, desde donde salió hacia Inglaterra primero y Estados Unidos después.
Dom Augustine llegó a Nueva York en Diciembre de 1813. Los jesuitas acababan de abandonar un edificio que tenían en la ciudad, y que habían utilizado para una escuela clásica. El edificio ocupaba el lugar donde ahora se levanta la Catedral de San Patricio sobre la Quinta Avenida. Dom Augustine compró el sitio en 10mil dólares, y en 1814, a la caída de Napoleón, Dom Augustine regresó a Francia tomó posesión una vez mas de su monasterio de La Trappe. Pero sus pruebas no habían terminado. Fue acusado de imponer austeridades extraordinarias sobre sus religiosos; fue censurado por sus frecuentes viajes y largas ausencias. El obispo de Séez, en cuya diócesis está el monasterio de La Trappe, engañado por injustas insinuaciones, se puso de parte de los detractores, y reclamó sobre el monasterio la autoridad de “superior directo”. Dom Augustine, para poner fin a estas querellas con su obispo, abandonó La Trappe, y buscó refugio en Bellefontaine, en la diócesis de Angers. Las quejas fueron llevadas a Roma y sometidas a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares. Dom Augustine fue convocado a Roma. Volvió justificado y car-gado de favores del Papa. La posteridad ha dado a Dom Augustine de Lestrange el título de “Salvador de La Trappe”. Sus restos reposan en el monasterio de La Trappe, en la diócesis de Séez, al lado de los del abad de Rancé.
Règlements de La Trappe et Usages de la Val-Sainte (2 vols., Friburgo, 1794); Odyssée Monastigue, Dom Augustin de Lestrange et les Trappistes pendant la Révolution (La Grande-Trappe, 1898); VÉRITÉ, Cîteaux, La Trappe et Be-llefontaine (Paris, 1883); GALLARDIN, Les Trappistes et l’Ordre de Cîteaux au XIXe siècle (2 vols., Paris, 1844); Vie du R.P. Dom Urbain Guillet (Chapelle-Montligeon, 1899).
F.M. GILDAS Transcrito por Douglas J.Potter Dedicado al Inmaculado Corazón de la Bendita Virgen María Traducido por Eduardo Torres