Llaga de la espalda
De Enciclopedia Católica
Los Quince Dolores Secretos de Nuestro Señor Jesucristo revelados a sor Marie Madeleine Martinengo (1687-1737)
“Los judíos me consideraron el hombre más peligroso de su tiempo y me trataron así”:
I Me anudaron los pies con una cuerda y me arrastraron por una escalera hasta una cueva sucia y maloliente…
II Y me desnudaron, y traspasaron mi cuerpo con espigas de hierro…
III Ataron una cuerda alrededor de mi cuerpo y me arrastraron de un lado a otro a través del sótano…
IV Ellos me colgaron de una viga y me dejaron allí hasta que resbalé y caí al suelo; este sufrimiento hizo que lágrimas sangrientas salieran de mis ojos…
V Me arrojaron sobre una estaca y me martirizaron con todo tipo de armas, perforando mi cuerpo; arrojaron piedras contra mí y me quemaron con antorchas en el fuego…
VI Me hirieron con punzones y espadas, y rompieron la piel y la carne de mi cuerpo y de mis venas…
VII Me ataron a una columna, y pusieron mis pies en una placa incandescente…
VIII Me coronaron con una corona de hierro y me cubrieron los ojos con paños sucios…
IX Y me sentaron en una silla con uñas afiladas, que cavaron agujeros muy profundos en mi cuerpo…
X Ellos regaron mis heridas con brea fundida y plomo, y me tiraron abajo de la silla…
XI Para mi tormento y vergüenza, me pusieron agujas y clavos en los agujeros de mi barba rota…
XII Y me arrojaron sobre una cruz, y me ataron con tanta fuerza y dureza que casi me sofocaron…
XIII Ellos pisotearon mi cabeza; uno de ellos, poniendo su pie sobre su pecho, me pasó una punta de la corona por la lengua…
XIV Me derramaron la más horrible inmundicia en la boca…
XV Ellos derramaron sobre mí inundaciones de insultos infames, me ataron las manos en la espalda, me llevaron, me sacaron de la prisión y me cortaron…
¡Triste está mi Alma hasta la muerte, dijo el Señor! Ver menos