Labadistas

Se trata de una secta piadosa de los Siglos XVII y XVIII, fundada por Jean de Labadie, quien nació en Bourg, cerca de Bordeaux, el 13 de febrero de 1610, y murió en Altonia, el 13 de febrero de 1674. Fue educado por los jesuitas en Bordeaux. Se unió a la orden en 1625, y fue ordenado diez años más tarde.

Dejó la Compañía de Jesús en 1639 y a partir de allí predicó exitosamente en Bordeaux, París y Amiens, donde en 1640, fue nombrado canon y profesor de teología. Ejerció funciones sacerdotales en Abbeville. En 1649 salió del monasterio carmelita de Graville, a fin de evitar conflictos con las autoridades eclesiásticas y civiles.

En 1650 se unió a la Iglesia Reformada de Montauban, donde fue nombrado profesor de teología. En 1657 llevó el trabajo pastoral a Orange en Ginebra, y siete años más tarde, aceptó el llamado de una congregación francesa en Middelburg, Holanda, donde se negó a subscribir la Confesión Belga, o a reconocer la autoridad de la Iglesia Reformada. De allí fundó una secta, debido también a que fue expulsado de la ciudad.

Luego se dedicó a organizar a la comunidad, primero en el vecindario del pueblo de Veere, después en Amsterdan, donde ganó para su causa a la letrada Ana María van Schurman. A raíz de la invitación que le hiciera Elizabeth, se alejó en 1670 con 55 seguidores a Herford en Westphalia.

De este último lugar también fue expulsado en 1672, y la congregación se estableció en Altona, donde De Labadie murió. Poco después de su muerte, sus seguidores, en número de 162, finalmente se mudaron de Altona a Wiewert en West Friesland. Allí fue donde alcanzaron el más prominente grado de prosperidad, pero aún así no llegaron a ser más de 400.

En 1680 aceptaron la invitación del gobernador de la colonia holandesa de Surinam, a fin de establecer una misión en sus dominios. Sin embargo, la colonia de “Providencia” que fundaron, desapareció en 1688.

Un intento similar se llevó a cabo en Nueva Bohemia, en Hudson, en el Estado de Nueva York, la que también terminó en fracaso. La congregación de Wiewert, se dispersó en 1732. Como parte de su contenido doctrinal, los labadistas, establecieron una gran necesidad acerca de la iluminación interior por acción del Espíritu Santo y por la comprensión de la Biblia. La Iglesia para ellos, fue una comunión de personas santas, que habían llegado a nacer de nuevo, de la anterior condición de pecado.

Solamente estas personas tenían derecho a los sacramentos. Siguieron la tradición del bautismo, de la Última Cena, y llegaron a declarar que el matrimonio con una persona no santa, no establecía nexos obligatorios. Mantenían la propiedad en común, a partir del ejemplo que tenían de los primeros cristianos. Se mantenían con base en el trabajo manual, y tenían más bien una perspectiva relajada sobre la observancia de los domingos.

Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes