La Casa tomasiana en la agustiniana Ciudad de los Reyes del Perú
De Enciclopedia Católica
(Texto en proceso de redacción)
En esta secuencia de arquitectura hispana hemos reconstruido idealmente la morada del cristiano. Que ha de estar asentada sobre piedra de jaspe serpentino, que ha de ser resplandeciente como piedra de rubí, como la Sangre y las Llagas de Cristo Fuente de Luz y Vida. Guardada como Fortaleza, de puertas tan duras como la piedra de de diamante. De ventanas de piedra de alabastro que sean espejo del Buen Vivir y del Morir.
La Morada ha de ser la concha madre donde cuaja el alma que brilla la perla del alma eucarística, que cuaja y adquiere su oriente en la meditación constante del Amor del Señor Sacramentado. Donde el morador no deja de considerar la Pasión de Cristo que salva su alma, mientras hace su vida ordinaria a lo largo de las horas del día. Donde la oscuridad de la noche se disipa porque su interior brilla como cielo estrellado cuando los ángeles se suman a sus conversaciones y a sus oraciones.
Así, quien pasa por la calle piensa: ¡esta es gustosa morada de Cristo! Todo es amenidad y dulzura. se diría que en esta casa se hospedan los santos y los ángeles porque hasta Cristo camina por sus calles. Porque esta es la Ciudad de Lima. Porque esta es la ciudad de Rosa de Santa María. ¡La Rosa del Corazón de Cristo!